Mamela Fiallo Flor – Panam Post

La igualdad y los derechos sociales están en manos de la extrema izquierda en España. Ambos ministerios están a cargo de mujeres de Podemos. Aunque ostentan ser feministas, la ley trans que crearon perjudica a las mujeres. Es más, pone en duda la existencia misma de la mujer. Ya que permite que hasta un hombre pueda ser mujer. Como tal, aminora las penas de un hombre, incluso de un depredador sexual, si «reasigna su sexo».

Ángela Rodríguez Pam, secretaria de Estado de Igualdad, afirmó que si un hombre se declara mujer y agrede a una mujer no podrá considerarse violencia de género. Y la denominada Ley Trans lo facilita. Pues flexibiliza los trámites para el «cambio de sexo» registral. De ahora en adelante, solo deberá solicitarlo.

Antes era necesario presentar informes médicos, psicológicos y un tratamiento de hormonación de al menos dos años. Ahora basta rellenar un formulario que obtendrá respuesta alrededor de cuatro meses.

Tal como sucede en Estados Unidos y Reino Unido, los depredadores sexuales podrán cohabitar con mujeres en prisiones femeninas, si estos se declaran mujeres. Lo cual ha resultado no solo en abuso sexual, sino incluso en embarazos. Contrario a la lógica y la ciencia, ahora es posible que una mujer embarace a otra. Solo que quien la fecunda en realidad es un hombre que se declara mujer.

Por más de una década, las mujeres escocesas han convivido en prisión con hombres que tienen antecedentes de abuso sexual. El destape de este escándalo impulsó la dimisión a la primera ministra Nicola Sturgeon.

Sin embargo, en lugar de ver esto como una advertencia, España lo adoptó aunque con cierta resistencia. Hay tensión entre el Partido Socialista Obrero Español y Podemos. La radicalidad de la ministra de Igualdad, Irene Montero, la ha llevado incluso a defender la pedofilia. Por eso y más son nada menos que feministas y «socialistas históricos» quienes lideran la contra en este tema.

La Alianza Contra el Borrado de Mujeres reprocha que la Ley Trans perjudica a las mujeres. Al respecto, la organización argumenta que la mencionada legislación deja la mayoría de situaciones preocupantes sin resolver. Por ejemplo: un hombre que cometa un delito de violencia de género después del cambio de sexo legal, será juzgado como si fuera mujer.

«En este supuesto, además, la víctima pierde sus derechos, pues el caso es tramitado como violencia doméstica y no como violencia de género. Un hombre puede cambiar de sexo incluso si tiene antecedentes de violencia de género o sexual, mientras cumple condena por violencia de género, trasladándose entonces a un módulo penitenciario para mujeres», indican.

Por ello, consideran que la Ley Trans «impide la evitación o persecución del fraude, pues nada impide que un hombre cambie de sexo como estrategia procesal. No existe ningún filtro jurídico que impida estas intolerables situaciones».

Más de 500 delincuentes sexuales se han beneficiado por la ley «solo sí es sí»

Esta no es la única ley que perjudica a la mujer. En apenas meses de vigencia, la ley conocida como «solo sí es sí» ha suavizado las penas para más de 523 delincuentes sexuales. De modo que la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual ha ampliado la libertad de los violadores.

Solo en Almería el violador de una menor de apenas 14 años vio su pena de prisión reducida de ocho a seis años. También en Murcia el violador de una menor vio su pena reducida de 13 años y medio a 12 años y medio, gracias a la reforma legal del «solo sí es sí».

De manera que, al igual que la Ley Trans, en nombre del feminismo y su supuesta igualdad, perjudica a mujeres; incluso a menores de edad. No obstante, se enfrenta a las divisiones dentro de su mismo movimiento que exigen defender a la mujer como realidad biológica y no como construcción ideológica.

Por el momento, bajo el amparo de Podemos, prima la variante feminista «de género». Lleva la lógica del socialismo, de la lucha de clases, de oprimidos y opresores, a la guerra entre sexos. No solo enfrenta al hombre y la mujer, creó una nueva categoría donde las «mujeres trans» superan en opresión a la mujer biológica. Entonces ocupan un lugar prioritario. Tal es así que el trans tiene menos tiempo de prisión por abusar de una mujer.

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