Fuente: La Derecha Diario
Este lunes, la estrella de cine Leonardo Di Caprio subió al estrado y tuvo que testificar en un juicio federal que investiga un esquema de lavado de dinero que involucra la campaña del 2012 del ex presidente demócrata Barack Obama.
Al frente de esta red de financiación ilegal está el empresario originario de Malasia Jho Low, quien reside en China y tiene extensos vínculos con el Partido Comunista Chino. Low está siendo investigado por malversar US$ 4.500 millones de dólares provenientes del 1MDB, el principal fondo de inversión estatal de Malasia.
De este dinero robado, por lo menos US$ 30 millones de dólares fueron a parar como contribuciones partidarias a la campaña presidencial de Obama en 2012, cuando ganó por la mínima contra el republicano Mitt Romney.
Di Caprio entra en juego porque mantenía una estrecha amistad con Jho Low, quien ayudó a financiar su exitosa película de 2013, “El Lobo de Wall Street“, y le prestó su departamento en Abu Dhabi en reiteradas ocasiones.
Según los reportes judiciales, en una fiesta a la que fueron juntos, Low le sugirió a Di Caprio que tenía la intención de contribuir a la campaña presidencial de Obama. En esa conversación, Low, que estaba bajo los efectos del alcohol, le habría contado todos sus malabares ilegales para hacerle llegar el dinero robado.
En su declaración este lunes, Di Caprio no protegió ni a su amigo ni al ex presidente y contó toda la verdad: “Fue una conversación informal sobre a qué partido apoyaba, le dije a qué partido apoyaba yo. Y me dijo que él, o él y un grupo de gente, iban a hacer una contribución significativa al Partido Demócrata… Dije ‘wow, eso es mucho dinero‘”.
En la historia también entra el rapero Prakazrel “Pras” Michel, fundador de la banda The Fugees, quien trabajaba para Low como testaferro del dinero que se envió a la campaña a la reelección de Obama. Su rol fue fundamental, dado que los extranjeros no pueden contribuir a las campañas estadounidenses.
El informe indicó que Michel recibió “decenas de millones de dólares” de parte de Low, y que tras realizar la donación, se reunió con Obama, que era presidente en ese momento, para presionar al gobierno estadounidense en nombre del gobierno chino.
El esquema en realidad no fue tan simple. Los fiscales explicaron en los primeros días del juicio que Michel recibió más de US$ 30 millones de dólares de varias cuentas en el extranjero que habían sido fondeadas, a través de múltiples testaferros en Asia, por Low.
Luego, Michel envió este dinero a más de 30 personas que sirvieron como “donantes falsos” que enviaron cada uno US$ 1 millón de dólares entre junio y noviembre de 2012 al fondo de donaciones del presidente norteamericano.
Jho Low es buscado por la Interpol y tiene una orden de captura luego de que el propio Michel testificara en su contra. En declaraciones para el medio Utusan Malasia, el Inspector General de Policía Malasia (IGP), Tan Sri Abdul Hamid Bador, ha confirmado que el financiero fugitivo se esconde actualmente en Macao, una provincia china.
El IGP también reveló que se ha visto a Jho Low y los miembros de su familia moviéndose libremente en la tomada Hong Kong, y que creen que el régimen comunista chino les está brindando protección.
A pesar de los esfuerzos en curso para traer a Jho Low de regreso a Malasia, y que luego pueda ser extraditado desde allí a Estados Unidos, hasta el momento China mantiene que no sabe el paradero de Low y que “lo está buscando fervorosamente”.
Muchos se preguntan por qué el ex presidente Barack Obama no está imputado en esta causa, una barrera que cayó la semana pasada cuando la fiscalía de Manhattan decidió imputar al ex presidente Donald Trump, terminando con un largo historial que evitaba procesar ex mandatarios por delitos menores.
Por el momento, solo una declaración de Jho Low podría resultar en que la fiscalía presente cargos en contra de Barack Obama, pero segúne el NY Post, el testimonio de Di Caprio no ayudó en lo más mínimo al ex presidente y lo pone un paso más cerca de la imputación.