Fuente: La Derecha Diario
En los últimos días, se ha aprobado en el Senado del estado de Washington, un bastión demócrata, el polémico proyecto de ley SB 5.599 que permite retirarle la patria potestad a los padres de aquellos niños que posean intenciones de realizar la transición de género y sus padres no brinden el respectivo consentimiento.
La legislación, propuesta por el senador demócrata Marko Liias, pone las decisiones de menores de 18 años por encima de las decisiones de los adultos responsables de su crianza.
De esta manera, se autorizará a distintas instituciones que tratan con niños, como escuelas, comedores y refugios, a contactar al Departamento de la Juventud y la Familia para quitarle la tenencia a los padres que rechacen someter a sus hijos a tratamientos hormonales o cirugías para cambiar de género.
Esta nueva propuesta legislativa buscará también eludir la autoridad de los padres sobre sus hijos, despenalizando la retención de la información de los menores de edad para con sus padres y asesorando a los mismos niños en temáticas relacionadas a tratamientos para la disforia de género, además del asesoramiento en prácticas inmorales como el uso de bloqueadores de la pubertad y la castración de genitales para parecerse al otro género.
La votación en el senado finalizó con la totalidad de los senadores demócratas votando a favor y la totalidad de los senadores del Partido Republicano votando en contra del polémico proyecto de ley.
Lamentablemente para los niños del enorme estado en el noroeste del país, los republicanos son una pequeña minoría en Washington y los demócratas aprobaron sin problemas la peligrosa ley que destruye la patria potestad.
De acuerdo a la corriente legislativa del estado a orillas del Pacífico, los refugios de niños deben informar a los padres o tutores del menor que se encuentran hospedando al menor de edad (a no ser que exista una razón por la que el niño corra peligro en su hogar), siendo esta la principal intención de la propuesta legislativa demócrata, mediante el cese del aviso a los encargados del menor en cualquier situación.
Si bien la ley todavía debe pasar por la Cámara Baja y por el escritorio del gobernador demócrata Jay Inslee, por el momento no se ha agregado una clausula que permita las cirugías de cambio de género en menores sin la firma de los padres, por lo que aunque se quite la tenencia, el Estado no podrá efectuarles la cirugía.
Al mismo tiempo que esta legislación, el Senado aprobó otra ley que había sido previamente votada por los diputados que permitirá a los proveedores de salud ignorar aquellas normativas de otros estados con respecto a abortos o cirugías de cambio de género, para poder oferecer este “servicio” a los residentes de cualquier estado que viajen a Washington.
Mediante la legislación HB 1.469, aquellas personas que busquen realizar las prácticas de abortos y cirugías relacionadas con el cambio de sexo de menores de edad, y residan en estados que prohíben dichas prácticas, podrán llevar a los menores de edad a Washington donde podrán realizar las mencionadas prácticas sin que las autoridades locales (como las cortes o la policía) tengan la posibilidad de intervenir, ni siquiera usando la leyes de aquellos estados de los que provienen como fuente judicial.
A su vez, las empresas relacionadas a la salud en el estado de Washington tampoco podrán utilizar legislación, pedidos de captura o citaciones judiciales de otros estados para intervenir en historias clínicas o información relacionada a las prácticas del aborto o cirugías y tratamientos de cambios de sexo en menores de edad.
En los últimos años, tanto Washington como su vecino Oregon, dos estados que han sido completamente tomados por el Partido Demócrata, se han vuelto lo que se conoce como “estados santuarios” para este tipo de prácticas.
Gracias al sistema federal que impera en Estados Unidos, algunos estados pueden tener una legislación diametralmente opuesta a otro en cualquier tema, y ante la ausencia de una ley federal homogénea, algunos estados se convierten en “santuarios” para quienes serían tratados como criminales en el resto del país.
Esto ha ocurrido en California y Nueva México para los inmigrantes ilegales, en Colorado para el consumo de drogas y ahora Washington y Oregon lideran como “estados santuarios” para los abortos y las cirugías de cambio de género en menores de edad.
Los abortos han aumentado un 10% en Washington y un 20% en Oregon en el último año, un valor que no se explica de otra manera que por residentes de otros estados que viajan allí para someterse al procedimiento mediante el cual se pone fin a la vida de su hijo.
Los abortos vienen en crecimiento hace décadas, pero nunca se había registrado una suba tan drástica de un año para el otro en ningún estado del país. Además, si se compara con Idaho, otro estado vecino con similares distribuciones poblacionales y demográficas a Washington y Oregon, no se registra una suba tan pronunciada; incluso, se ha registrado una disminución de la tasa de abortos.
Desde el Partido Republicano en el estado de Washington, las críticas han sido destructivas frente a las legislaciones aprobadas, como han sido las declaraciones del senador estatal Mike Padden, quién llamó a esta lamentable práctica como el “turismo del aborto” y prometió que será prioridad de su bloque derogar esta ley si alguna vez consiguen la mayoría legislativa.