Ante la poca determinación de la Administración Biden para abordar eficientemente la crisis en la frontera sur, autobuses llenos de migrantes irregulares llegaron hasta la residencia oficial de la vicepresidente Kamala Harris, conocida como “Number One Observatory Circle”, en Washington DC. El gobernador de Texas, Greg Abbott, hizo uso nuevamente de esa medida de presión en un intento de que el gobierno demócrata sea consciente de la emergencia que están atravesando los estados fronterizos.
“La medida se produce cuando la administración Biden continúa ignorando la crisis en curso a lo largo de la frontera sur que ha obligado a los estados a tomar el asunto en sus propias manos”, informó Collin Rugg, del portal Trending Politics. Uno de los autobuses dejó a unos 50 migrantes y otro, más de 30.
No es una táctica nueva, pero sí eficiente, al punto de provocar reacciones entre los demócratas. Como pasó en abril de 2022 cuando la entonces portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, lo llamó una “treta publicitaria” de parte del gobernador de Texas. Para ese momento, Abbott también envió autobuses con migrantes hasta Nueva York y Chicago.
La estafa de Biden-Harris
“Hasta que el presidente Biden dé un paso al frente y haga su trabajo, Texas continuará transportando a los migrantes a las ciudades santuario para brindar alivio a nuestras abrumadas ciudades fronterizas”, aseveró Andrew Mahaleris, vocero de Abbott.
Esas declaraciones van en consonancia con lo dicho por el gobernador en septiembre de 2022. “[Harris es] la zarina de la frontera, y sentimos que si ella no baja a ver la frontera, si el presidente Biden no baja, nos aseguraremos de que la vean de primera mano”, aseveró.
Aún así, desde la Administración Biden niegan asumir responsabilidades. Continúan culpando al Congreso por supuestamente no crear leyes eficientes y a los gobernadores republicanos por “descontrolar” el sistema de procesamiento. La realidad, es que desde la Casa Blanca buscan contener las consecuencias de que tanto Biden como Harris se presentaran ante el mundo como personas “sensibilizadas” con la migración irregular. En los últimos meses de 2020 ambos prometían “asegurar la dignidad de los migrantes y defender su derecho legal a buscar asilo”. Así como eliminar el programa estadounidense “Quédate en México” y cancelar los Acuerdos de Cooperación de Asilo.
Todo llegó a oídos de quienes anhelaban llegar a EE. UU. a cumplir el sueño americano.