Rocío Orizarola – Hispanidad
Los demócratas con el ‘muy católico’ Biden a la cabeza han hecho del ‘derecho’ al aborto, las leyes trans, y la ideología de género, sus banderas. Esta entrega del Gobierno de Estados Unidos al movimiento woke ha provocado un fenómeno novedoso en la historia reciente del país, con un éxodo masivo de población desde Estados progresistas hacia Estados conservadores.
Y es que son muchos los Estados, gobernados por republicanos, que han tomado medidas contra el adoctrinamiento de las leyes y el pensamiento lanzado desde la Casa Blanca.
En esta ocasión volvemos a hablar de Texas, uno de esos Estados que está viendo como su población no para de crecer con americanos que abandonan Estados demócratas para afincarse allí. En en su día ya aprobó la prohibición del aborto a partir de la sexta semana de embarazo, y ahora el Gobernador republicano Greg Abbott se dispone a firmar un proyecto de ley que prohíbe a los profesionales de la salud dar tratamientos de transición de género, ya sea esterilización o bloqueadores de pubertad, a niños.
Por lo que, cuando Abbott firme la ley, Texas se convertirá en el estado más poblado en prohibir los tratamientos de reafirmación de género en menores. En concreto, el Proyecto de Ley 14 del Senado de Texas contempla la pérdida de licencia a los proveedores de servicios de salud que violen la ley. La norma sólo tiene una excepción, la de los niños que ya están en tratamiento, podrán seguir recibiendo atención médica pero deberán dejar de tomar los medicamentos y no podrán iniciar otro nuevo tratamiento.
Se incluyen como procedimientos prohibidos las mastectomías, la extirpación de tejido mamario, y cirugías que esterilizarían al niño, así como medicamentos que “induzcan infertilidad transitoria o permanente”.
Además, Abbott ha ordenado a los funcionarios estatales que investiguen los casos de “los llamados procedimientos de ‘cambio de sexo'”, al considerarlos actos que constituyen abuso infantil según la ley de Texas.
Esta ley se suma a otra que aprobó el Estado por la que se prohibía a los trans practicar deportes en categorías femeninas en las escuelas públicas. Prohibición que Texas acaba de ampliar con la Ley 15, que exige que los atletas universitarios compitan en equipos que correspondan con su sexo asignado al nacer.