Fuente: Minghui.org

El Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS) publicó un Informe de 2022 sobre Libertad Religiosa Internacional, el 15 de mayo de 2023. “Minghui informó que 172 practicantes de Falun Gong, (también llamado Falun Dafa), murieron durante el año como resultado de la persecución sufrida a causa de su fe, en comparación con 132 en 2021”, está escrito en el informe. Además, la sustracción de órganos por parte del Partido Comunista Chino (PCCh) “puede considerarse un crimen contra la humanidad”.

Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, fue el anfitrión de la conferencia de prensa sobre la publicación del Informe 2022 de Libertad Religiosa Internacional el 15 de mayo de 2023.

“La República Popular China detuvo, encarceló y desterró a los uigures, predominantemente musulmanes, a campos de reeducación”, señaló Rashad Hussain, embajador en misión especial de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, durante la conferencia de prensa. “Continúan con la represión a budistas tibetanos, cristianos chinos y practicantes de Falun Gong muchos de los cuales huyen de los abusos de la RPC”.

“Estados Unidos seguirá acompañando y apoyando a estos valientes defensores de la libertad religiosa. Seguiremos abogando por la libertad religiosa en los países donde los derechos están siendo atacados, tanto públicamente como directamente, en nuestro compromiso con los funcionarios del gobierno”, dijo Antony Blinken, Secretario de Estado de EE. UU., y añadió que EE. UU. seguirá trabajando para defender y promover la libertad religiosa en el país.

Marco Rubio, senador estadounidense por Florida, emitió un comunicado de prensa el mismo día. “El Partido Comunista Chino (PCCh) domina el artificio de la persecución religiosa, como demuestran sus actos de genocidio contra los uigures y otros grupos étnicos”, escribió. “Además de su persistente acoso a los practicantes de Falun Gong, el PCCh ha aplicado recientemente prohibiciones a los contenidos religiosos en Internet, generados en el país, y ha prohibido a organizaciones extranjeras operar servicios virtuales de información religiosa en China”.

446 practicantes condenados a prisión

Además de las 172 muertes registradas en 2022, el informe citaba información de Minghui y afirmaba que “durante el año, las autoridades condenaron a 446 practicantes de Falun Gong de 28 provincias y regiones por su fe y les impusieron penas de entre seis meses y 15 años de cárcel. También informó de que las autoridades detuvieron a 3488 practicantes y acosaron a otros 3843”.

Por otra parte, el PCCh mantiene un aparato de seguridad extralegal, dirigido por el partido, para eliminar a Falun Dafa y a otros grupos reprimidos. Según la ONG Derechos Humanos Sin Fronteras, el PCCh encarceló a 2649 personas por ejercer su derecho a la libertad de religión o creencia en 2022, entre ellas 2102 practicantes de Falun Dafa.

Citando documentos del Centro de Información de Falun Dafa, el DOS informó: “Los practicantes en la mira provenían de todos los ámbitos de la vida, incluidos exempleados del gobierno, profesores, gerentes de empresas, maestros, médicos, ingenieros y contadores”.

“Minghui declaró que la policía utilizó con frecuencia la violencia durante las detenciones a practicantes de Falun Gong y que algunas personas murieron en circunstancias misteriosas mientras estuvieron detenidas durante un año. En muchos casos, las autoridades se negaron a entregar los cadáveres a las familias y los incineraron sin su consentimiento”, continúa el informe.

Cadáveres incinerados sin consentimiento

El informe del DOS también enumeraba numerosos ejemplos de malos tratos recibidos por practicantes de Falun Dafa. “El 1 de febrero, las autoridades detuvieron a la practicante Ji Yunzhi en su domicilio. La golpearon y maltrataron físicamente mientras estaba detenida y murió en un hospital de la ciudad de Chiefeng, en la Región Autónoma de Mongolia Interior, siete semanas después”, escribió el informe. “Cuando Ji inició una huelga de hambre para protestar por el trato recibido, las autoridades la alimentaron a la fuerza y la abofetearon repetidamente. Tras su muerte, las autoridades trasladaron su cuerpo bajo vigilancia armada a un crematorio, en contra de los deseos de la familia”.

Una situación similar ocurrió con Cui Jinshi, de 88 años, de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang. La policía la detuvo a ella y a otros seis practicantes el 3 de abril, cuando estudiaban las enseñanzas de Falun Dafa en su casa. “Horas después, la policía informó a su hijo que la habían llevado a urgencias, donde un médico la declaró muerta. Después de ver su cuerpo, el hijo dijo que Cui había sido degollada”, según el informe.

Este tipo de tragedias también ocurrieron en otras provincias de China. La policía de la ciudad de Zhoukou, provincia de Henan, detuvo a Li Guoxun y a su esposa el 18 de julio por distribuir material de Falun Dafa. “La policía allanó su domicilio y confiscó sus libros, computadora, teléfonos móviles y otras pertenencias. Al día siguiente, la policía liberó a la esposa de Li y le dijo que Li estaba gravemente enfermo; más tarde le dijeron al hijo de Li que su padre había muerto de un derrame cerebral. La familia no pudo confirmar esta afirmación porque la policía incineró el cadáver de Li sin entregarlo a la familia”, explica el informe.

Tortura e inyección forzada de drogas

Cuando la salud de los practicantes se deteriora a causa de los malos tratos, los funcionarios suelen denegar su solicitud de libertad condicional por motivos médicos.

“En 2021, las autoridades detuvieron a Liu Hongxia, de la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning, por colocar carteles de Falun Gong. Ella se declaró en huelga de hambre en febrero y, al parecer, las autoridades la ataron a una cama, la alimentaron a la fuerza y le inyectaron drogas desconocidas”, explica el informe de la DOS. “Cuando su estado se volvió crítico en octubre, su familia solicitó la libertad condicional por motivos médicos en su nombre, pero el Tribunal del Distrito de Ganjingzi y el Centro de Detención de la ciudad de Dalian lo denegaron. Liu murió en prisión el 8 de noviembre”.

Otro ejemplo fue Teng Yuguo, detenido en 2020, murió en prisión de cáncer de colon en fase avanzada el 2 de diciembre. “…las autoridades desatendieron su atención médica durante meses y luego le negaron la libertad condicional médica porque se negó a renunciar a su fe en Falun Gong. Tras su muerte, se negaron a entregar el cadáver a la familia, ordenando en su lugar que fuera incinerado”, se lee en el informe.

El Centro de Información sobre Falun Dafa declaró que las autoridades solían maltratar físicamente y torturar a los practicantes de Falun Dafa detenidos. “En julio, las autoridades esposaron a una exprofesora universitaria, le introdujeron agua de wasabi por la nariz y la agredieron sexualmente. En agosto, las autoridades ataron al propietario de un estudio fotográfico a una silla metálica durante tres días. El 9 de octubre, Minghui informó que el personal de la Prisión de Mmujeres de la provincia de Heilongjiang maltrataba físicamente a miembros de Falun Gong encarceladas y reclutaba a otros presos para que participaran”, dice el informe del DOS.

Represión a practicantes ancianos

Según Minghui, las autoridades condenaron a varios practicantes ancianos a lo largo del año.

Por ejemplo, el Tribunal del Distrito de Zhangqiu condenó el 9 de septiembre a Liu Chunping, de 82 años, de la ciudad de Jinan, provincia de Shandong, a un año de prisión y a pagar una multa de 5.000 yuanes (730 dólares) por “promover la superstición y socavar el cumplimiento de la ley con una organización de culto”. Los funcionarios detuvieron a Liu en octubre de 2021 por distribuir material informativo sobre Falun Dafa.

Por otra parte, funcionarios de la ciudad de Weifang, provincia de Shandong, detuvieron a Wang Zhigeng, profesor jubilado de 82 años, en su domicilio el 15 de agosto por colocar carteles de Falun Gong en 2019. Los funcionarios lo condenaron a tres años de prisión y a pagar una multa de 5000 yuanes (730 dólares).

Persecución antes del XX Congreso del PCCh

Según Minghui, en los dos meses previos al XX Congreso del Partido, celebrado en octubre, el Partido “intensificó su acoso a los practicantes de Falun Gong” en un intento de garantizar la “estabilidad” para el congreso.

“Minghui declaró que la policía, funcionarios del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos del PCCh y funcionarios de otros organismos gubernamentales y comités de barrios vigilaron los domicilios de los practicantes de Falun Gong e intentaron tomarles fotografías, recoger sus huellas dactilares, confirmar sus números de teléfono e interrogarlos sobre su práctica”, describe el informe del DOS. En un caso, la policía de la ciudad de Jiuzhou, Distrito de Cang, provincia de Hebei, dijo a un practicante de Falun Dafa: “Los altos funcionarios nos ordenaron hacer esto. Nos ordenaron tomar fotos para mostrar que hemos estado aquí para visitarte’. Minghui informó de incidentes similares ocurridos en otras partes de Hebei, así como en las provincias de Shandong, Liaoning, Shanxi y Heilongjiang, entre julio y octubre”.

El DOS ha emprendido una serie de acciones para contrarrestar los abusos contra los derechos humanos en China. “El 9 de diciembre, el Departamento de Estado anunció sanciones y restricciones de visado contra tres funcionarios y exfuncionarios por graves abusos contra los derechos humanos en Tíbet, incluidas violaciones especialmente graves de la libertad religiosa, y la detención arbitraria de practicantes de Falun Gong en Chongqing”, explica el informe. “Los funcionarios eran Wu Yingjie, secretario del partido de la Región Autónoma del Tíbet entre 2016 y 2021, Zhang Hongbo, director de la Oficina de Seguridad Pública del Tíbet, y Tang Yong, ex subdirector de las Prisiones de Área de Chongqing”.

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