Fuente: Derecha Diario

El Gobierno confirma una masiva ampliación del swap con China, y las reservas de libre disponibilidad se duplican de 5.000 a 10.000 millones de dólares. También se aprobó un crédito por US$ 3.000 millones para obras de infraestructura, energía y transporte público.

El Gobierno kirchnerista decidió profundizar brutalmente el endeudamiento externo con la dictadura china, a fin de postergar una mayor devaluación sobre el tipo de cambio oficial. La gira del ministro Sergio Massa en China terminó por renovar el swap con este país por otro período de 3 años.

De esta forma el swap con China aumenta hasta un total de 18.000 millones de dólares, que en definitiva constituye un préstamo que tarde o temprano deberá ser afrontado. El Banco Central amplía sus reservas de libre disponibilidad en el swap de US$ 5.000 millones hasta US$ 10.000 millones.

La ampliación de las reservas disponibles en el BCRA servirá a dos objetivos principales: por un lado continuar financiando importaciones y operaciones de comercio exterior (principalmente con China y Brasil), y en segundo lugar para facilitar una mayor intervención del dólar en los mercados alternativos legales como el CCL o el dólar MEP.

El endeudamiento externo es la principal (y prácticamente la única) herramienta que le queda al Gobierno para seguir postergando un fuerte salto discreto sobre el tipo de cambio oficial.

Por otra parte, el régimen comunista que encabeza Xi Jinping aprobó una línea de crédito de hasta US$ 3.000 millones para financiar diversos proyectos en obras de infraestructura, energía y transporte público. Se trata de un préstamo pensado como parte del programa de la “Ruta de la Seda”, que se dedica a financiar proyectos de infraestructura en todo el mundo.

Estos adquirieron un reciente relevancia por la frontal iniciativa de la Primera Ministra Giorgia Meloni por retirar a Italia de este acuerdo lo más pronto posible. Argentina sigue el camino diametralmente opuesto y profundizará su dependencia geopolítica con Beijing.

Nuevamente, la principal vocación del Gobierno para suscribir este crédito no es ni fomentar la infraestructura ni mucho menos el comercio internacional, sino simplemente hacerse de una nueva fuente de dólares frescos con los cuales poder seguir sosteniendo la sangría de reservas del BCRA.

En total, la gira de Massa amplió el endeudamiento externo con China hasta los 21.000 millones entre el swap y los créditos diferenciales para infraestructura. En pocas horas, el ministro de Economía aumentó la carga de la deuda con el régimen chino en una suma equivalente a la mitad del préstamo con el Fondo Monetario Internacional.

Por otra parte, el Ministro también apunta a acelerar los desembolsos del FMI para seguir robusteciendo las reservas internacionales y llegar a las elecciones sin un caos cambiario tan pronunciado.

Massa y el FMI negocian el cierre de un acuerdo definitivo para las próximas dos semanas, ya que los lineamientos anteriores (los que corresponden a la cuarta revisión del programa) se encuentran totalmente boicoteados: el Gobierno incumplió prácticamente todas las metas, incluyendo las fiscales, las monetarias y las pautas de acumulación de reservas.

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