Por SUSAN DONALDSON JAMES – abc news traducido por TierraPura.org
La noticia es de 2012. El tema es de actualidad.
7 de mayo de 2012 – La carne seca de bebés muertos parece ser el ingrediente no tan secreto de un suplemento para la salud que, según se informa, se está sacando de contrabando de China.
Las píldoras para mejorar el rendimiento, promocionadas por aumentar la vitalidad y el deseo sexual, se han encontrado en el equipaje de turistas y en (envíos de) correo internacional, según las autoridades de Corea del Sur.
Dijeron que habían confiscado casi 17.500 cápsulas de carne humana desde agosto pasado (2011), según un informe del Wall Street Journal.
Las autoridades de Corea del Sur advirtieron que las píldoras podrían ser peligrosas para la salud humana.
“Esto es asqueroso, además de espeluznante”, dijo el Dr. William Schaffner, presidente de medicina preventiva en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos), quien consulta regularmente con los Centros para el Control de Enfermedades.
“No tenemos idea de cómo se procesa este material y bajo qué circunstancias”, dijo. “Si no se hace de manera higiénica para garantizar que se excluyan las infecciones, podría contener tanto virus como bacterias”.
Según Schaffner, también es posible que el tejido humano desecado no estuviera esterilizado. “Es extremadamente dudoso en una maniobra de este tipo, con el riesgo potencial de complicaciones infecciosas”.
No se sabe si estas pastillas hechas de carne humana han llegado a Estados Unidos.
“Nuestros expertos en salud global no han oído hablar sobre este tema”, dijo Arleen Porcell, vocera de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Los funcionarios de aduanas de Corea del Sur intensificaron los esfuerzos para detener el presunto contrabando, aparentemente por parte de personas de etnia coreana que viven en ciudades del norte de China.
El folclore chino promueve la creencia de que un feto humano puede curar enfermedades y ayudar con la circulación y el rendimiento sexual.
El año pasado (2011), la estación de televisión surcoreana SBS emitió un documental que acusaba a las compañías farmacéuticas chinas de colaborar con clínicas de aborto para producir las píldoras a partir de fetos muertos.
El documental afirma que las pruebas de ADN verificaban que las píldoras estaban hechas con polvo humano. Según Wall Street Journal, los chinos han guardado silencio hasta ahora.
Hoy, los informes estadounidenses sobre el presunto contrabando provocaron repulsión en la comunidad antiaborto en línea.
Schaffner dijo que las píldoras podrían transmitir la bacteria MRSA, que es resistente a los medicamentos y podría estar en la piel de un feto. “Si estos fetos atravesaron el canal del parto, pueden captar bacterias rápidamente”, dijo.
Debido a que el canal de parto está muy cerca del recto, podrían estar presentes otras bacterias como escherichia coli, salmonella y shigella.
“Sabemos que en China la incidencia de la hepatitis B, la infección viral, es extremadamente alta”, dijo Schaffner. “Eso también es motivo de preocupación”.
“Hay sociedades en algunos países del sudeste asiático donde la hepatitis B se transmite al bebé por la premasticación”, dijo. “La madre mastica un poco de comida, se la saca de la boca y se la mete en la boca al bebé. A veces, este mecanismo oral puede causar hepatitis B, pero no ocupa un lugar destacado en la lista”.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) no regula los suplementos dietéticos, pero emite una advertencia a los consumidores: “La elección de usar un suplemento dietético puede ser una decisión acertada que brinde beneficios para la salud. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias, estos productos pueden ser innecesarios para la buena salud o incluso pueden crear riesgos inesperados”.
“Existen todo tipo de peligros para la salud que pueden provenir del exterior debido a prácticas culinarias o populares que no están reguladas en el extranjero”, dijo Schaffner.
“En nuestro propio país se usan alrededor del cuello paquetitos que contienen ajo para prevenir enfermedades”, dijo. “Hay una larga base de tradición popular, pero nunca ha sido validada, y no hay forma de que algo como los restos fetales puedan proporcionar un beneficio para la salud”.