Fuente: Panam Post
La reunión 26 del Foro de São Paulo ocurrirá en Brasilia del 29 de junio al 2 de julio. El evento enaltecerá la figura del presidente Lula, fundador junto a Fidel Castro de la iniciativa que se propuso salvar la existencia política del comunismo en 1990 luego de la caída del Muro de Berlín y el debilitamiento de la influencia de la URSS. La revolución cambiaba entonces de paradigma: la toma del poder político no debía ser por las armas sino por los votos.
Este sería el último mandato de Lula da Silva y quizás el último encuentro del Foro en Brasil mientras sea presidente, ya que las reuniones siempre ocurren en diferentes países cada cierto tiempo. En este sentido, se espera que Lula realice anuncios trascendentales que determinen la pauta política de la izquierda en la región en cuanto al mantenimiento del poder político y la conquista de nuevos territorios para la revolución en el continente americano.
En este encuentro se espera la presencia de los dictadores dictadores americanos: Maduro, Ortega y Diaz-Canel junto a representantes de los partidos y organizaciones políticas de la región. Lula, el gran anfitrión junto al PT, prometen un gran evento.
Sin embargo, la oposición a Lula se prepara para realizar actividades de rechazo en las calles de Brasilia. Durante la primera visita de Maduro, los elogios proferidos y la férrea defensa de Lula a su imagen causó la más amplia condena que ya ha tenido su gobierno, ya que tanto la izquierda que lo apoyó como la oposición de derecha se unieron para rechazar esta actitud del presidente.
Entre todas las cosas que van a ocurrir en Brasilia, se espera que sea fundado el día 29 en el Senado, el Foro de Brasil. En este evento serán enaltecidas las pautas que hacen oposición al Foro de São Paulo, con la promesa de proponer una agenda política para la región que integre a los pueblos de las Américas bajo las banderas de la familia, la fe, la prosperidad que permite el libre mercado, la lucha contra el narcotráfico y la corrupción, el cuidado del medio ambiente, la defensa de la vida, la defensa del agronegocio, la preservación del derecho a la legítima defensa, la libertad de expresión y pensamiento, y el respeto de la dignidad humana mediante la igualdad que todas las personas tienen ante la ley.
El Foro de Brasil será encabezado por el Padre Kelmon junto a otras organizaciones religiosas evangélicas y católicas, así como diputados federales y senadores de Brasil. El Foro lo conforman organizaciones de la sociedad civil así como personalidades internacionales que se proponen coincidir en estas tareas.
Es importante recalcar que las pautas del Foro de São Paulo tienen que ver con la instauración de la revolución en los países de Hispanoamérica. Esto implica el desmontaje de la Fuerza Armada como institución estatal para convertirla en un brazo armado ideologizado, el control de los medios de producción de la economía en manos de los líderes políticos y militares en detrimento del libre mercado, institucionalizar la corrupción en los distintos niveles de gobierno, la legalización del narcotráfico y la liberación de las drogas, la incorporación de guerrillas y grupos paramilitares a la vida política con impunidad, legalizar el uso de la violencia como método político, desmontar el sistema republicano de la separación de poderes para centralizar el poder en el Ejecutivo, censurar los medios de comunicación y redes sociales para debilitar la libertad de expresión, subvertir los valores familiares con la agenda de sexualización de la educación infantil, y la destrucción de la fe cristiana con agresiones a la iglesia y la banalización de la figura de Jesucristo y la Virgen María.
Este encuentro servirá para que la izquierda actualice su agenda de lucha una vez que Lula se ha alineado con la agenda euroasiática de la multipolaridad, pero también es una ocasión donde la derecha se organiza políticamente para promover una agenda regional de integración con valores compartidos.