El municipio de Chascomus, a cargo del intendente kirchnerista Javier Gastón, celebró este sábado un Festival del Orgullo LGBTIQ+, donde se realizaron múltiples talleres para “concientizar sobre los roles de género” en una “sociedad heteropatriarcal“.
En este contexto, se llevó a cabo un “taller de infancias diversas” destinado a “niños trans“, una horrorosa actividad de propaganda estatal enfocado a las personas que decidieron llevar a sus hijos al festival.
“No hay nada que no podamos hacer por nuestro género. Las infancias libres, diversas y con voz siempre. Gracias Orgullo Chascomús por tremenda y necesaria movida”, publicó en redes la directora de Políticas de Género de la Municipalidad de Chascomús, Yanina Gazzaniga.
Entre las actividadades de este taller con público infantil, se llevó a cabo una “deconstrucción del género“, donde los participantes dibujaron y colorearon a “Pedro”, un niño que lucía una pollera y jugaba con una muñeca; y a “Vera“, una niña vestida de hombre que jugaba con autitos.
Los exponentes les dijeron a los niños que las maneras de vestirse, con qué jugar y cómo hablar son una construcción social y que es importante que los desafíen. De esta manera, promueven los cambios de género en niños.
Este discurso peligroso ya se ha visto destruir la vida de muchas personas, que en su confusión de género terminan cometiendo cambios irreparables en su físico. Esto es realmente destructivo en niños, que no tienen la madurez para decidir llevar a cabo tan permanentes sobre su anatomía.
En otra parte del festival, se dedicó un espacio especial para la lectura de un cuento pro-LGBT titulado “Un cuento para todos los colores”, y luego se transmitió la película “Yo nena, yo princesa”, que cuenta la historia sobre una madre que acompaña la transición sexual de su hijo.
“Este filme cuenta la historia real de Gabriela Mansilla, una mamá que entendió y acompañó a su hija trans. Luna es la primera niña en conseguir su derecho a cambiar de identidad en la Argentina”, remarca el afiche promocional de esta actividad que tuvo lugar en el Centro Cultural Cooperativo Rodolfo Walsh, nombrado en honor al líder terrorista de la agrupación guerrillera de extrema izquierda, Montoneros.
El abordaje infantil del orgullo gay en Chascomús no pasó inadvertido y generó controversia entre sus residentes. Mientras algunos defienden esto en nombre de la inclusión, varios vecinos se quejaron en redes sociales que la exposición a conceptos relacionados con sexualidad puede resultar confusa o inapropiada para los niños.
Cabe resaltar en este tipo de talleres cómo se fuerza el plural de la palabra “infancia” (que no lo tiene, ya que es un sustantivo abstracto que, como vejez o adultez, que tampoco tienen plural, designa una etapa de la vida común a todos los seres humanos) y se la usa como sinónimo de niños, que no lo es, para dar una idea de falsa inclusión.
Los niños no están preparados para comprender completamente estos conceptos y su inocencia debe ser mantenida a toda costa. La exposición a temas relacionados con la sexualidad podría interferir con su desarrollo natural y generar traumas que desenvolverán en una adultez más problemática.
La periodista Claudia Peiró se preguntó al cubrir el evento para Infobae: “¿No sería recomendable, por parte de las autoridades, algo de prudencia, especialmente en el caso de los niños? ¿No tiene nada que decir la Defensoría de Menores sobre este tipo de iniciativas?“.
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