Fuente: Vision Times en Español
La empresa WorldCoin ofreció en Argentina una recompensa en criptomonedas a cambio del escaneo del iris, utilizando un dispositivo llamado «Orb», que genera un código único para la validación biométrica. Lo que nadie se esperaba era que las personas hicieran filas para una herramienta que se podría utilizar -en un futuro cercano- para control social.
La noticia atrajo a numerosas personas jóvenes, familias con carritos de bebé y niños, que acudieron este 3 de agosto a la entrada de un centro comercial de Vicente López, Buenos Aires, en busca de la ansiada recompensa. Algunos, se enteraron de la oferta de «bonos» a cambio de registrarse con su iris, aunque no comprendían completamente el propósito o las implicaciones. La promesa de 60 dólares pareció suficiente para muchos, según La Nación.
Controversia
La presencia de WorldCoin en Buenos Aires generó revuelo en las redes sociales, con usuarios cuestionando la seguridad y privacidad de la tecnología. Algunos tildaron la situación como una oportunidad para estafar a personas ingenuas.
La compañía llegó a Argentina en septiembre del año pasado y ofrece puntos de intercambio en varias ciudades del país. Sin embargo, su expansión ha encontrado resistencia en otros lugares como Kenia, Francia y Alemania, donde se cuestiona la recopilación de datos biométricos realizada por este proyecto.
Según WorldCoin, alrededor de dos millones de personas en todo el mundo ya se han sometido al escaneo de iris a cambio de criptomonedas, incluidas 200.000 personas en Argentina.
El objetivo declarado de la empresa es utilizar sistemas biométricos para reforzar la seguridad personal y evitar falsificaciones con Inteligencia Artificial. Además, sostienen que su sistema de distribución de criptomonedas tiene un propósito humanitario y altruista, buscando proporcionar acceso a la economía digital a personas de todo el mundo, preservando la privacidad y descentralización.
A pesar de las afirmaciones de la empresa, las críticas hacia el sistema son amplias, ya que no queda claro cuál es el verdadero objetivo detrás del uso de los datos biométricos y si realmente garantizan la seguridad y privacidad de los usuarios.
¿Un estado policial en desarrollo?
Aunque la biometría puede parecer el desarrollo científico de la humanidad que aporta nuevas comodidades a la sociedad humana, los sistemas comparten claros paralelismos con la situación en China continental bajo el gobernante Partido Comunista.
Estos sistemas, completos con sus implicaciones para la aplicación de la ley, ya se han implementado en múltiples regiones del mundo occidental.
Por ejemplo, en septiembre de 2021, se descubrió que la aplicación de pasaporte de vacunas del Reino Unido, que se basaba en el reconocimiento facial biométrico para la verificación de identidad, compartía datos con las fuerzas del orden mediante la admisión del Servicio Nacional de Salud.
En China, los ciudadanos viven y respiran gracias a sus teléfonos móviles, que han estado estrechamente vinculados a la identidad nacional, la cuenta bancaria y, en los tiempos de pandemia, a su pasaporte de salud COVID-19.
El Estado sabe cada movimiento de la persona y no solo eso, sino que a cada ciudadano le asigna un «puntaje» y lo lo recompensa o se lo castiga en base a esa calificación.
Recientemente en Argentina la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) solicitó a las personas que registren sus datos biométricos.
Cualquier similitud con la «tecnocracia» china es pura coincidencia.