Fuente: La Derecha Diario

A más de 2 meses de la firma de un histórico acuerdo comercial con Taiwán, el Congreso de los Estados Unidos finalmente ratificó su apoyo para el acercamiento comercial como parte de la “Iniciativa Estados Unidos-Taiwán sobre la Ley de Implementación del Acuerdo Comercio Primero del Siglo XXI” que data del año 1994.

Este acuerdo, así como cualquier futura negociación entre ambos países, requiere de la aprobación previa del Congreso para poder entrar en vigencia. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, puso su firma para el envío del proyecto definitivo a la Casa Blanca.

Mientras China continúa amenazando los intereses estadounidenses, Taiwán ha mantenido una estrecha relación comercial con Estados Unidos. Esta legislación fortalece esa relación con este aliado vital y asegura que el pueblo estadounidense tenga una voz poderosa, a través de sus representantes, en futuras negociaciones comerciales”, anunció McCarthy.

El presidente Biden debería convertir esta legislación en ley sin demora”, reclamó exigiendo la firma final del mandatario demócrata, que convertiría en ley al proyecto que tanto enojo ha provocado en China por parte del régimen comunista.

Desde el punto de vista estrictamente económico el acuerdo significa un avance fundamental para la eliminación de las barreras cuantitativas a las importaciones y la armonización de los procedimientos reglamentarios siguiendo estándares internacionales, aunque no se postularon modificaciones arancelarias.

No se trata de un acuerdo de libre comercio propiamente dicho como el que se llevó a cabo de manera bilateral entre Estados Unidos y otros países, pero funciona como el puntapié inicial para la concreción de uno en los próximos años.

El acuerdo incluye el despliegue de mecanismos para combatir la corrupción en el intercambio de aduanas, la simplificación de los procedimientos fronterizos, la digitalización de los formularios aduaneros y una ambiciosa flexibilización regulatoria del volumen comercial.

Esto permite consolidar a los Estados Unidos como el segundo mayor socio comercial de la isla, un lugar que ocupa desde hace décadas en contraposición con la influencia del régimen chino. El segundo objetivo del acuerdo es más bien geopolítico, generando un nuevo contrapeso para limitar el expansionismo de la dictadura de Xi Jinping.

Las exportaciones de Taiwán hacia Estados Unidos llegaron a totalizar los US$ 105.000 millones al cierre del año 2022, convirtiéndose en la décima fuente de abastecimiento más importante de la economía americana.

Otro objetivo fundamental es la limitación al poder de coerción económica de Beijing. El régimen comunista se valió de su posición preponderante en el comercio con Taiwán para ejercer severas sanciones económicas, por lo que la búsqueda de nuevos socios comerciales alternativos podría limitar la efectividad de estos ataques.

Los lazos comerciales entre Taiwán y otros países se vienen profundizando desde el año 2002 con su incorporación oficial a la Organización Mundial de Comercio (OMC), dos años después de que lo hiciera China.

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