Fuente: la Derecha Diario
Esta semana, salió a la luz que la Secretaria de Energía de Biden, la demócrata Jennifer Granholm, mantuvo, en el año 2021, una serie de conversaciones con un alto ejecutivo del Partido Comunista Chino acerca de los planes que los Estados Unidos tenía respecto a la utilización de las reservas estratégicas de petróleo para bajar el precio del combustible antes de las elecciones que tendrían lugar en 2022.
Las conversaciones que tuvo Granholm con el funcionario a cargo de la Administración Nacional de Energía China (NEA), Zhang Jianhua, quien desde ya es un alto dirigente del Partido Comunista Chino), fueron reveladas por la organización Americans For Public Trust (APT), mostrando que la administración Biden mantuvo charlas con China acerca de la liberación de petróleo para contener la escalada de precios antes de que sea anunciado a la población estadounidense.
Estas conversaciones fueron obtenidas a través de la filtración de correos de funcionarios del Departamento de Energía (DOE), donde se revelaron minutas de las conversaciones que tuvo a puertas cerradas la ministra de Biden con el funcionario chino.
De acuerdo a los documentos obtenidos, la secretaria de energía estadounidense mantuvo conversaciones con su contraparte china a puertas cerradas en tres ocasiones, el 19, 21 y 23 de noviembre del año 2021, en donde discutió maneras en que Estados Unidos vendería el petróleo de sus reservas, y empresas estatales chinas fueran las primeras en comprarlo.
Poco después, el gobierno de Biden anunció la venta de más de 50 millones de barriles de petróleo pertenecientes a la Reserva Estratégica de Petróleo, siendo esta la mayor cantidad de barriles liberados en la historia de los Estados Unidos, que fueron a parar en su gran mayoría a China.
El Departamento de Energía (DOE), a cargo de la secretaria Granholm, aseguró que las charlas entre Granholm y Jianhua se debían a “esfuerzos de ambos países para combatir el cambio climático“, sin dar detalles de lo que realmente se habló en las reuniones.
A pesar de las excusas interpuestas por los oficiales del Departamento de Energía, se conoció que luego de esas reuniones, la administración demócrata realizó ventas a la empresa china Unipec, la cual está afiliada a la Corporación Petroquímica China, controlada por el estado chino y de la cual Jianhua fue accionista por muchos años.
Las ventas a Unipec totalizaron unos 21 millones de barriles de petróleo pertenecientes a las reservas estratégicas de petróleo de los Estados Unidos. La primera de esas ventas, fue una transacción de 20 millones de barriles de petróleo de las SPR destinadas a un total de 8 empresas diferentes en septiembre del 2021, para posteriormente venderle individualmente a Unipec en dos transacciones, 950.000 barriles de petróleo en los meses de abril y julio del año 2022.
La oposición republicana ha destacado la hipocresía del gobierno vendiendo millones de litros de petróleo, cuando desde el inicio de la administración Biden en el año 2021, los demócratas han impulsado fuertemente una transición de los combustibles fósiles hacia las energías renovables, como paneles solares (los cuales han demostrado ser muy poco eficientes y altamente contaminantes debido a los materiales) y el uso de energía eólica.
Además, la actual administración ha creado diversos programas para frenar la producción y comercialización de petróleo, siendo el ejemplo más resonante, el freno a la construcción del oleoducto Keystone, lo cual no ha permitido a Biden recomprar el petróleo que liberó, dejando a Estados Unidos en una complicada situación de reservas.
Otra de las preocupaciones proveniente de los sectores republicanos es la creciente influencia en la producción de automotores electricos por parte del gigante asiático, que controla la mayoría de los elementos minados provenientes de las tierras raras destinados a la manufactura de baterías utilizadas en automóviles eléctricos.
No solo el Departamento de Energía de Granholm falló en informar al público la consulta acerca de las reservas estratégicas de petróleo con China, sino que también en el año 2021, le otorgó una rebaja impositiva por US$ 200 millones de dólares a la fabricante de componentes para baterías de autos eléctricos Microvast, con fábrica en Texas pero siendo una subsidiaria de una compañía estatal china, la cual informó que el 69% de sus retornos provienen de fabricaciones en China y solo el 3% desde los Estados Unidos.
La presidente del Comité de Energía y Comercio, la diputada republicana Cathy McMorris Rodgers, acusó a la administración demócrata de provocar la acumulación de reservas de petróleo chinas mediante la provisión estadounidense, quien además conjuntamente con el antiguo representante Fred Upton, redactaron una carta a Granholm exigiéndole explicaciones.
En los últimos días, McMorris Rodgers presentó un proyecto que aseguró es de vital importancia que el Congreso apruebe: una ley que proteja las reservas petroleras estratégicas. Esta impediría que se le pueda vender petróleo proveniente de las reservas a cualquier entidad de origen o con participación china.
Granholm aseguró que simplemente se le decidió venderle a China porque fueron los que más dinero ofrecieron y por ley ellos están obligados a venderle al mejor postor. Sin embargo, cabe aclarar que este petróleo se vendió a un precio menor que el del mercado, justamente porque su objetivo era provocar una caída en el precio internacional.
El miembro del Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado, el republicano John Barrasso, denunció que el presidente Biden está cometiendo un abuso de las reservas petroleras estadounidenses y advirtió que la soberanía energética se encuentra en su punto más vulnerable de la historia.
Actualmente, las reservas estratégicas de petróleo (SPR) han caído a mínimos histórico de 346,8 millones de barriles, superando incluso el piso del año 1983, que había terminado con un total de 379.089 barriles de petróleo netos.