Fuente: La Derecha Diario
Sin dudas hay un patrón entre las personas que critican con vehemencia cualquier iniciativa que genere conciencia sobre el tráfico sexual de niños y las personas que participan activamente de estas redes de pedofilia.
El estereotipo quedó una vez más validado la semana pasada, cuando el periodista y ex productor del canal ABC News, James Gordon Meek, se declaró culpable de haber producido y distribuido horas de grabaciones vinculadas a la pornografía infantil.
El pedófilo, de 53 años, había sido arrestado el 31 de enero de 2023, luego de que la compañía de almacenamiento en la nube Dropbox, alertara al Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados sobre la presencia de cinco videos que muestran abuso sexual infantil en la cuenta personal de Meek.
En los videos se ve a hombres mayores de edad abusando sexual y violentamente a niños que parecen tener menos de 5 años, aseguró la Fuerza de Tareas contra la Explotación Infantil y la Trata de Personas del FBI, que allanó su casa y recuperó unidades de almacenamiento con más grabaciones delictivas.
Según el FBI, Meek había usado la red social de mensajería Kik, para contactarse con otros pedófilos sobre sus fantasías enfermizas y retorcidas, y les terminaba vendiendo los videos. Su nombre de usuario era “Pawny4” en la plataforma.
En un mensaje perturbador que fue compartido por la fiscalía, Meek le preguntó a otro hombre: “¿Alguna vez has violado a una niña pequeña? Es asombroso“. El otro usuario de Kik que también está siendo investigado le respondió: “Te quiero conmigo violándola juntos mientras la besamos y la usamos“. Más tarde le envió a Meek un video violando a una niña, diciendo: “Daría cualquier cosa por violar a niños pequeños contigo“.
Tras casi 8 meses detenido, Meek finalmente aceptó la culpabilidad y se canceló el juicio. Ahora, el periodista militante del Partido Demócrata enfrentará hasta 40 años de prisión, en una sentencia que será dada en septiembre.
Lo de Meek debería haberse visto venir. En su etapa como periodista y productor de ABC News, participó de programas con un contenido ultra-progresista, e incluso ganó premios por documentales sobre cuestiones como el aborto y el tiroteo de una discoteca gay en Florida. Desde el año 2011, trabajaba como asesor del diputado demócrata Peter King, de Nueva York.
Pero lo más destacable es que Meek había sido el encargado de ABC News de “refutar” las teorías conspirativas acerca de las redes de pedofilia de la élite política y empresarial de los Estados Unidos, particularmente, escribió extensamente en contra de lo que se conoce como “Pizzagate“.
“Pizzagate” es una teoría conspirativa que asegura que todos los más altos políticos del Partido Demócrata fueron parte de la red de pedofilia de Jeffrey Epstein, y saca su nombre de una pizzería llamada “Comet Ping Pong“, propiedad del jefe de campaña de Hillary Clinton en 2016, John Podesta, donde supuestamente, según esta teoría, era una base de operaciones de la red de tráfico de niños.
En marzo de 2016, la cuenta de correo electrónico personal de Podesta fue hackeada por Wikileaks, filtrando cientos de miles de correos condenatorios. Pero más allá de los casos de corrupción que fueron expuestos, los que creen en la teoría de Pizzagate destacan mensajes codificados en sus correos que conectaban a varios funcionarios de alto rango del Partido Demócrata con la red de pedofilia de Epstein.
En múltiples entrevistas, participaciones televisivas y artículos que escribió, argumentó que “Pizzagate” era una “teoría conspirativa ampliamente refutada que no tiene asidero en la realidad”. Incluso, en 2017, escribió un artículo sobre propaganda rusa, en el que aseguró que “Pizzagate” no era más que “información falsa” proveniente de propagandistas rusos para ayudar a que Trump gane las elecciones.
“Pizzagate” o no, los pedófilos en posiciones de poder existen, y cualquier teoría, contenido o plataforma política que pida luchar contra este vil acto criminal debe recibir el apoyo unificado de la sociedad, para terminar con un flagelo que lamentablemente sigue más fuerte que nunca.