Traducido de Breitbart.com por Tierrapura.org
La aplicación china TikTok genera muchas preocupaciones, tales como sus efectos en la salud mental y el riesgo para la seguridad nacional, pero particularmente los investigadores también están interesados en saber cómo afecta al cerebro de los niños después de que vean sin parar los vídeos adictivos de la aplicación. Han bautizado el fenómeno con el nombre de “cerebro TikTok”, y está afectando a las vidas de muchos estadounidenses jóvenes.
Los primeros estudios sugieren que TikTok está cambiando realmente la capacidad de atención de los más pequeños, un fenómeno conocido como “cerebro TikTok”.
Los jóvenes que ven compulsivamente contenidos breves de TikTok o Instagram Reels, tienen más dificultades para “participar en actividades que no ofrezcan una gratificación instantánea”, según el Wall Street Journal.
El sistema de gratificación del cerebro de una persona busca la reacción a través del desplazamiento continuo por los videos de TikTok e Instagram.
La plataforma TikTok, propiedad de un régimen hostil, es una “máquina de dopamina”, afirmó John Hutton, director del Reading & Literacy Discovery Center del Hospital Infantil de Cincinnati.
“Un torrente de dopamina refuerza el deseo de algo agradable, ya sea una comida sabrosa, una droga o un vídeo divertido de TikTok”, informó el Wall Street Journal.
La neuropsicóloga Sanam Hafeez explicó a Bustle que “cuando haces scroll y das con algo que te hace reír, tu cerebro recibe un shock de dopamina”, y “cuando ves algo que no te gusta, puedes cambiar rápidamente a algo que produzca más dopamina”.
Continuar con este comportamiento podría llegar a hacer que el cerebro de una persona desee las gratificaciones que obtiene al asimilar contenidos breves. Un estudio reciente publicado por la Universidad de Finanzas y Economía de Guizhou (China) y la Universidad de Michigan Occidental sugiere que los videos de TikTok y otros cortos similares de YouTube atraen a los usuarios a través de “breves ráfagas de emoción”, que pueden incluso desarrollar un comportamiento adictivo.
Además, según un estudio de 2019 publicado en Nature Communication, parece que nuestra “capacidad de atención colectiva” se está reduciendo debido a la rapidez con la que las personas consumen contenidos en las redes sociales.
Por el contrario, cuando una persona joven se involucra en un comportamiento que exige concentrarse durante un período prolongado de tiempo, como leer un libro, utiliza algo conocido como “atención dirigida”, que involucra la corteza prefrontal, “la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones y el control de los impulsos”, señaló el Journal.
Los jóvenes experimentan “un adoctrinamiento cultural” que les anima a “acostumbrarse e incluso preferir este tipo de cambios de escena rápidos y altamente estimulantes”, afirma Gloria Mark, autora de Attention Span: A Groundbreaking Way to Restore Balance, Happiness, and Productivity, declaró a Wired.
Por eso, a los jóvenes les resulta cada vez más difícil prestar atención a cosas que no les proporcionen una gratificación inmediata.
“Existen muchas tendencias que están contribuyendo a que la gente, sobre todo los jóvenes, presten menos atención”, afirma Mark.