Por FRANCES MARTEL

Traducido de Breitbart.com por TierraPura.org

Beijing suele publicar una versión oficial actualizada del mapa del país cada año. Regularmente ha indignado a sus vecinos al empujar las fronteras de China mucho más allá de donde se encuentran en la vida real, tanto en mar como en tierra, separando partes de otros países y declarándolas territorio chino.

El gobierno chino ha intentado, en múltiples ocasiones, cambiar el nombre de partes de la India por nombres en idioma mandarín y a menudo se refiere al norte de la India como “Tíbet del Sur”. El propio Tíbet es un territorio ocupado, donde la mayoría de los lugareños no tienen (actualmente) vínculos étnicos o culturales con el pueblo Han (políticamente) dominante en el Partido Comunista [PCCh], y rechazan los intentos de éste para exterminar su identidad.

(N de T: la sabiduría ancestral china indica que durante la dinastía Tang las regiones Tíbet y Han estuvieron vinculadas culturalmente a través del budismo que se propagó desde India, su lugar de origen; atravesó Afganistán, la región china de Xinjiang, y llegó finalmente hasta la región Han)

En el Mar de China Meridional, China reclama ilegalmente territorios pertenecientes a Brunei, Vietnam, Filipinas y Malasia. 

También afirma falsamente que toda la nación de Taiwán es una “provincia” rebelde, junto con su territorio marítimo y las aguas frente a la isla Natuna, Indonesia.

(N de T: hace 127 años China acordó ceder permanentemente la península de Liaodong, toda la isla de Taiwán y las islas Penghu a Japón tras su victoria en la guerra sino-japonesa, y Taiwán y Penghu se convirtieron en sus colonias. Cuando Beijing afirmó que “Taiwán es una parte sagrada e inalienable del territorio de China”, seguro olvidó que el Tratado de Shimonoseki acordó ceder a Japón el territorio de Taiwán y a sus habitantes como trofeo de guerra. Luego, el PCCh “olvidó” recuperar su “parte inalienable” cuando Japón resultó derrotado en la Segunda Guerra Mundial)

En 2016, la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya dictaminó, en un caso presentado por el gobierno de Filipinas, que todas las reclamaciones de China en el Mar de China Meridional eran ilegítimas. Beijing ha hecho caso omiso de esa sentencia durante casi una década, ya que el tribunal de La Haya no tiene ningún mecanismo para su cumplimiento efectivo y los Estados que legítimamente poseen el territorio tienen ejércitos mucho más pequeños que China.

China ha utilizado regularmente una marca denominada “línea de nueve rayas” para invadir territorio de otras naciones en el Mar de China Meridional. La cadena india World Is One News (WION) observó  que el “mapa estándar” de 2023 introduce una nueva “línea de diez rayas”, que se apodera de aún más territorio extranjero.

En tierra, China reclama infundadamente una parte importante del norte de la India como “Tíbet del Sur”. El “mapa estándar” de 2023 incluyó, dentro de las fronteras chinas, todo el estado de Arunachal Pradesh y el territorio de Aksai Chin.

El periódico del régimen  China Daily explicó que la publicación del nuevo mapa se programó para corresponder con la “Semana Nacional de Publicidad de Concientización sobre la Cartografía”, un feriado gubernamental destinado a celebrar a los funcionarios del Partido Comunista que se especializan en cartografía. El planificador jefe del Ministerio de Recursos Naturales, Wu Wenzhong, dijo al periódico estatal que publicar el mapa de las fronteras de China es el primer paso en el desarrollo de recursos digitales más avanzados que documenten, en detalle, el terreno en cada área.

“El siguiente paso será acelerar la aplicación de datos de información geográfica, como mapas digitales y navegación y posicionamiento, en el desarrollo de la economía digital”, explicó Wu, “como los servicios basados ​​en la localización, la agricultura de precisión, la economía de plataformas y los servicios inteligentes conectados”. vehículos”.

Estos servicios parecen ser especialmente importantes en el difícil terreno montañoso que se extiende a ambos lados de la frontera legítima entre China e India. La “Línea de Control Real ” (“Line of Actual Control”, LAC por sus siglas en inglés), la frontera tal como la acepta la India, atraviesa el Himalaya y presenta graves desafíos tanto en la navegación como para elaborar mapas precisos de la zona.

El gobierno indio condenó enérgicamente la pérdida de su territorio en el nuevo mapa “estándar” en declaraciones el martes. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la India, Arindam Bagchi, emitió un comunicado rechazando rotundamente las afirmaciones.

“Esta no es la primera vez que China hace un intento de este tipo. Rechazamos esto rotundamente”, afirmó Bagchi . “Arunachal Pradesh es, ha sido y siempre será una parte integral e inalienable de la India. Los intentos de asignar nombres inventados no alterarán esta realidad”.

Bagchi publicó más tarde una declaración separada confirmando que el Ministerio de Asuntos Exteriores había “presentado una enérgica protesta a través de canales diplomáticos” ante el Partido Comunista Chino PCCh.

ONG tibetanas e indios locales participan durante una manifestación en Dharamshala, India, para protestar contra la reciente incursión en la frontera de Arunachal Pradesh por parte del Ejército Popular de Liberación de China el 15 de diciembre de 2022. (Sanjay Baid/ Eyepix Group/Future Publishing vía Getty Images

El ministro de Asuntos Exteriores, S. Jaishankar, calificó el martes de “absurdo” el mapa.

“China ha publicado mapas con territorios que no son los suyos. Viejo hábito”, dijo Jaishankar a NDTV de India. “La publicación de mapas con anexión de partes de la India no cambia nada. Nuestro gobierno tiene muy clara la delimitación territorial. Hacer afirmaciones absurdas no convierte en tuyos los territorios de otras personas”.

El PCCh ha hecho múltiples declaraciones grandilocuentes reclamando territorio indio en los últimos tiempos. A principios de 2022, el Ministerio de Asuntos Civiles del gobierno anunció 15 nuevos nombres para lugares en Arunachal Pradesh. El propio Arunachal Pradesh, afirmaba, era ahora “Zangnan” o “Tíbet del Sur” (el Partido Comunista Chino también ha intentado cambiar el nombre del Tíbet con el nombre Han de “Xizang”).

“Es una medida legítima y un derecho soberano de China darles nombres estandarizados. En el futuro se anunciarán nombres de lugares más estandarizados en la región”, dijo en ese momento un “experto” chino al periódico estatal Global Times.

En abril, el gobierno del régimen totalitario chino implementó un nuevo conjunto de nombres en mandarín para más ubicaciones en “Zangnan” y afirmó escandalosamente que el estado indio era “territorio de China desde la antigüedad”. Nueva Delhi reaccionó con declaraciones muy similares a las publicadas el martes.

“Esta no es la primera vez que (el gobierno del partido comunista de) China hace un intento de este tipo. Rechazamos esto rotundamente”, dijo en ese momento Bagchi, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Los esfuerzos del PCCh por apoderarse del territorio indio no se han limitado a cambios de nombre teóricos. En junio de 2020, un gran contingente de soldados del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) cruzó ilegalmente a la región india de Ladakh, otra zona de “Línea de Control Real”. Según los informes, los soldados instalaron tiendas de campaña en la India y, cuando se enfrentaron a soldados indios, los atacaron. En ese momento, Beijing y Nueva Delhi mantuvieron un acuerdo de no equipar a los soldados fronterizos con armas de fuego, por lo que la espantosa Batalla del Valle de Galwan, como llegó a conocerse, se libró con armas rudimentarias como piedras y palos envueltos en alambre de púas. El ejército indio confirmó 20 muertes en la batalla, mientras que China se negó, durante meses, a revelar cualquier información sobre las víctimas. Fuentes del gobierno indio afirmaron que los chinos perdieron el doble de soldados en la lucha.

Más recientemente, en diciembre pasado, cientos de soldados chinos invadieron Arunachal Pradesh intentando establecer una posición dentro de la India utilizando “garrotes con clavos, puños de mono y pistolas Taser”, según informes de los medios indios. En otra batalla sin armas de fuego, los soldados indios contraatacaron y obligaron a los chinos a abandonar la región. No se reportaron muertes en el enfrentamiento en ninguno de los bandos.

Aunque está en alianza con China a través de la coalición BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica), el gobierno indio ha afirmado públicamente que no mantiene relaciones cordiales con Beijing como resultado de la disputa fronteriza.

“Tenemos acuerdos con China que se remontan a la década de 1990 y que prohíben llevar tropas masivas a la zona fronteriza. Lo han ignorado”, se lamentó Jaishankar, ministro de Asuntos Exteriores, en agosto de 2022. “Ya sabes lo que pasó en el valle de Galwan. Ese problema no se ha resuelto y eso claramente ha estado ensombreciendo”.

“Son nuestros vecinos. Todo el mundo quiere llevarse bien con su vecino. En la vida personal y también en el país. Pero todo el mundo quiere llevarse bien con ellos en términos razonables. Debo respetarte. Debes respetarme”, aseveró.

En febrero, Jaishankar nombró a China como la única gran potencia mundial con la que la India no se llevaba bien.

“La relación de India con las grandes potencias es buena. China es una excepción”, explicó, y continuó: “porque ha violado acuerdos que hemos tenido y ha tomado posición sobre la frontera y, como resultado, nosotros tenemos una postura contraria”.

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