Las infusiones hechas a partir de hoja de té, se arraigaron a la vida de los japoneses desde hace muchos años. Aunque no existe precisión sobre cómo es que esta bebida logró un impacto significativo en Asia Oriental, actualmente es considerada una de las más importantes.
En Japón, se acostumbra a tomar esta infusión durante las primeras horas del día, en medio de las comidas o al momento de relajarse. Sin embargo, en caso de no poseer té o simplemente cambiar el sistema matutino, lo reemplazan con un vaso de agua tibia.
Según el medio digital Uppers, a este método se le conoce como Sayu y funciona para combatir dolores físicos y prevenir las enfermedades cardiovasculares.
La creencia de los japoneses sobre este método, refiere que el líquido tibio en ayunas trabaja como “limpiador del organismo” y permite activar el metabolismo. Además y según los creyentes del Sayu, es posible prevenir la obesidad, enfermedades pulmonares y urinarias.
¿Beber agua tibia es realmente efectivo?
“Aunque hay que seguir investigando para determinar la dosis exacta, la conclusión que podemos compartir es que un mayor consumo de té puede reducir el riesgo de algunas formas de cáncer”, afirmó Raúl Zamora-Ros, miembro de la Unidad de Nutrición y Cáncer del instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge.
El método que aún no está comprobado científicamente, llegó a Europa y Estados Unidos como una “terapia ancestral” de Japón. Según Uppers, la medicina ayurvédica ya había trabajado con los beneficios del agua tibia durante el ayuno, mucho antes que los japoneses.
Por su parte, Jeffrey Blumberg, profesor de la Escuela Friedman de Ciencia y Política de la Nutrición de la Universidad Tufts en Estados Unidos, dijo que no está claro cuál es el beneficio de esta práctica.
Sin embargo, dejó en claro que las infusiones que contienen té negro, verde y blanco, contribuyen significativamente en la salud del ser humano.
“El consumo de té tiene muchos beneficios más allá de relajar al cuerpo. De hecho se cree que ayuda a evitar enfermedades cardiometabólica, colabora en el rendimiento cognitivo y la función inmunitaria”, concluyó.