Fuente: Minghui.org
Cuando el Partido Comunista Chino (PCCh) reprime a los disidentes y a los grupos minoritarios, a menudo los califica como fuerzas internas que se oponen a China, para así darle al régimen una excusa para masacrar temerariamente a su propio pueblo.
Sin embargo, como se verá más adelante, el PCCh es el que ha traicionado a China y a su pueblo desde que tomó el poder. De hecho, se apropió de la doctrina comunista de Carlos Marx (Alemania), de “La Internacional” de Francia y de la hoz y el martillo de la bandera soviética. Además, ha ido aún más allá para lucrar con la sangre del pueblo chino.
El origen
Desde el momento en que el PCCh comenzó a existir, desde Mao Zedong hasta su actual líder, el régimen siempre ha considerado El Manifiesto Comunista como su base teórica y guía fundamental. Es una lectura obligatoria para todos los miembros del PCCh. Más concretamente, Mao señaló que el marxismo y el leninismo son la base de las teorías del PCCh.
Entonces, ¿qué es El Manifiesto Comunista? Este comienza diciendo “Un espectro recorre Europa: el espectro del comunismo”, sugiriendo que el comunismo es un fantasma que se cierne sobre el mundo y amenaza a la humanidad.
Además, el PCCh adoptó “La Internacional” de Francia como himno del Partido. Todos los miembros del Partido están obligados a cantarlo y la canción suena en los actos importantes. Pero poca gente sabe que la versión del PCCh de la canción solo contiene tres de las seis estrofas de la versión original francesa, ya que la letra de las otras tres estrofas podría inspirar a los chinos a rebelarse contra el propio PCCh.
Mao escribió una vez que la Revolución de Octubre envió el marxismo a China. Y así fue. De hecho, el PCCh comenzó como la rama del Lejano Oriente del Partido Comunista Soviético (PCS) y toda su financiación procedía del PCS. Como resultado, el PCCh eligió la bandera nacional soviética con la hoz y el martillo como bandera.
La naturaleza violenta y brutal del comunismo también fue descrita por Marx. “Los comunistas desdeñan ocultar sus opiniones y objetivos. Declaran abiertamente que sus fines solo pueden alcanzarse mediante el derrocamiento por la violencia todo el orden social existente”, escribió él en El Manifiesto Comunista.
Eso fue también lo que hizo el PCCh. Después de reunir las fuerzas constituidas por mafiosos y gamberros, siguieron la convención del Ejército Rojo soviético y lo llamaron Ejército Rojo Chino. Después de apoderarse de la provincia de Jiangxi en 1931, el PCCh estableció el Público Soviético Chino y llamó a su territorio “Área Soviética”.
En la celebración del 60 cumpleaños de Joseph Stalin, Mao dijo en 1939 que, basándose en la esencia del marxismo, tenía motivos para iniciar una rebelión. Esta frase se utilizó más tarde para suscitar la destructiva Revolución Cultural, que duró diez años y estuvo a punto de acabar con 5.000 años de cultura tradicional china. En la China actual, sin embargo, ese mismo PCCh ha agotado sus recursos para detener cualquier amenaza potencial, por no hablar de rebelión. Esto se ha extendido a la más moderna tecnología para tratar de controlar Internet, censurar, innumerables cámaras de vigilancia y el big data.
Siguiendo las doctrinas de un socialista revolucionario alemán, cantando una canción de odio de Francia y jurando lealtad a la bandera soviética, al PCCh no le interesan ni China ni el pueblo chino. No solo eso, altos funcionarios del PCCh acumulan el dinero de sus sobornos en bancos suizos y envían a sus esposas e hijos a disfrutar de la vida en Estados Unidos, mientras afirman descaradamente en comunicados de prensa propagandísticos: “Los imperialistas estadounidenses nunca dejan de intentar destruirnos. No seguiremos a los países occidentales”.
La invasión japonesa
Por estas razones, el gobierno del Kuomintang arremetió contra el PCCh. Sin opciones, sus miembros huyeron de la provincia de Jiangxi a la de Shaanxi. A través del engaño, iniciaron la llamada segunda cooperación con el gobierno del Kuomintang y fueron clasificados como el Ejército de la Octava Ruta.
Durante los ocho años en los que el ejército japonés invadió China (1937 a 1945), Mao mantuvo la siguiente política: “10% para resistir a Japón, 20% para hacer frente y 70% para el desarrollo”. Aunque recibía fondos del gobierno del Kuomintang, el PCCh se esforzó poco por contrarrestar a los invasores japoneses, a diferencia del ejército del Kuomintang que luchaba en el frente. Este apuntaló sus propias fuerzas; cultivó opio en Yan’an, provincia de Shaanxi; actuó en secreto en confabulación con el ejército japonés; y a veces atacó al ejército del Kuomintang en la guerra de guerrillas.
De hecho, en las décadas de 1950 y 1960, Mao agradeció muchas veces al gobierno japonés la invasión de China: sin la invasión japonesa, el PCCh no habría tenido la oportunidad de debilitar a las tropas del Kuomintang mientras se fortalecía.
Esta duplicidad continuó incluso después de la derrota del ejército japonés en 1945. Cuando el Ejército Rojo soviético, apoyado por el PCCh, se dirigió al noreste de China, los soldados saquearon la zona, violaron a sus mujeres y se apoderaron de sus bienes, causando pérdidas interminables. Este es otro ejemplo de la confabulación del PCCh con fuerzas externas para arruinar a China.
La venta de China
Después de que el PCCh tomó el poder en 1949, la devastación del país y de su pueblo alcanzó un nuevo nivel.
Regalar partes del país
Durante mucho tiempo, la República de China consideró a Mongolia parte de China. Sin embargo, el PCCh ayudó a Stalin a adquirir el control de esa región.
El PCCh permitió a la Unión Soviética utilizar los puertos y el espacio aéreo de China sin costo alguno. Además, Mao y su ayudante Zhou Enlai regalaron partes de China a Corea del Norte, Japón, Vietnam, India y otros países.
En los últimos tiempos, el líder del PCCh, Jiang Zemin, fue aún más allá. Reconoció varios tratados desiguales entre Rusia y la dinastía Qing y regaló más de 1,4 millones de kilómetros cuadrados de tierra, una superficie unas 40 veces mayor que Taiwán. También cedió tierras a Vietnam en un tratado secreto a finales de 1999.
Matando a su propio pueblo
Los dirigentes del PCCh lanzaron muchas campañas políticas para reprimir a su propio pueblo. En la época de Mao, incluyeron la Reforma Agraria (1948-1950), las Tres Antis (1951), las Cinco Antis (1952), la Reforma Industrial y Comercial (1956), el Gran Salto Adelante (1958) seguido de la Gran Hambruna (1959) y la Revolución Cultural (1966-1976). Después, Deng Xiaoping fue responsable de la Masacre de la Plaza de Tiananmen (1989), mientras que Jiang Zemin inició la persecución a Falun Gong (1999-actualidad).
Sin contar los abortos forzados, unos 80 millones de personas murieron durante estas campañas. Entre ellos había terratenientes, capitalistas, intelectuales, estudiantes y practicantes de Falun Gong. Esta cifra supera a la de todos los que murieron durante las dos guerras mundiales juntas. La despiadada matanza de ciudadanos de a pie por parte del PCCh en tiempos de paz no tiene precedentes.
Como si esto no fuera suficiente, Mao prestó atención a Stalin y se involucró en la Guerra de Corea enviando al llamado “Ejército Popular de Voluntarios”. Cientos de miles de soldados chinos murieron en una guerra fuera del territorio de China.
Regalar recursos vitales
A causa del envío de tropas a Corea del Norte, el PCCh quedó aislado internacionalmente. No obstante, el régimen continuó apoyando a ciertos países pobres para obtener beneficios políticos, incluso cuando esto significaba perjudicar a su propio pueblo. Cuando más de 40 millones de chinos murieron en la Gran Hambruna, Albania pidió alimentos. Sin dudarlo, el entonces primer ministro Zhou Enlai ordenó que un barco cargado de grano recién comprado a Estados Unidos se diera la vuelta y entregara el grano a Albania.
Durante la guerra de Vietnam, el PCCh proporcionó muchas armas y grandes cantidades de municiones y alimentos a los vietnamitas. Sin embargo, durante la guerra sino-vietnamita de la década de 1970, los soldados vietnamitas utilizaron irónicamente armamento suministrado por China para luchar contra el ejército chino.
Socavando los valores tradicionales
Desde la antigüedad, China ha sido conocida como la tierra de lo divino. Esa tradición ha inspirado a los chinos durante miles de años.
Luego surgió el PCCh. Siguiendo las doctrinas alemanas de Marx, instigó a los rufianes a rebelarse para arruinar China. También obligó a la gente a jurar ante la bandera soviética para entregarse al comunismo. Al hacerlo, sus seguidores vendieron sus almas al espectro comunista. También por eso los miembros del PCCh suelen decir que “rendirán cuentas a Marx” después de su muerte. El PCCh también vendió sus miembros al Partido Comunista Soviético. Eso explica por qué el régimen estableció en sus primeros días la República Soviética China y declaró que lucharía para defender a la Unión Soviética.
Para hacer peor las cosas, el PCCh también lava el cerebro a los jóvenes, a los que presiona para que se unan a los Jóvenes Pioneros y a la Liga Juvenil. Como resultado, casi todos los niños de China han sido obligados a jurar y dedicar sus vidas al Partido.
Después de la muerte de Stalin, Zhou Enlai llevó delegados a Moscú para asistir al funeral y ayudar a llevar el ataúd, mientras que Mao Zedong estableció un lugar de luto en la plaza de Tiananmen para que decenas de miles de personas asistieran a la ceremonia.
Tras la muerte de los funcionarios del PCCh, sus cuerpos son cubiertos por una bandera del PCCh para reafirmar su dedicación al espectro comunista. Cada año, el 1 de octubre (Día Nacional del PCCh), el régimen coloca retratos de Marx, Engels, Lenin y Stalin en la plaza de Tiananmen. En 2018, el PCCh realizó una gran ceremonia en el Gran Salón del Pueblo al enviar una estatua de bronce de Carlos Marx a su ciudad natal en Alemania, celebrando los 200 años de su nacimiento.
El 1 de octubre de 2009, aparecieron por toda China grandes pancartas que decían “Celebrando 60 años de la Historia de la Patria”. Los habitantes de las ciudades y la gente del campo se sorprendían al verlas —nuestra nación tiene una historia de 5.000 años, así que ¿de dónde vienen estos 60 años?
El PCCh fue creado por fuerzas ajenas a China, fuerzas sin ningún interés real ni lealtad a China. No tiene ningún interés en ayudar al pueblo chino a vivir una buena vida. Con sus doctrinas de ateísmo y lucha de clases y su ineludible propaganda de odio, ha matado a chinos y destruido la cultura china. Mientras esclaviza a su pueblo y destruye a antiguos sabios como Confucio, afirma descaradamente que el pueblo chino ha elegido seguir al PCCh.
Epílogo
El PCCh es la raíz de los problemas de China. Es un espectro que se opone a China y al pueblo chino. Han pasado varias décadas y es hora de pedirle que rinda cuentas. El Cielo no permitirá que siga dañando a la humanidad.
El 25 de diciembre de 1991 la Unión Soviética se disolvió. El bloque comunista del Este también llegó a su fin. Los caracteres grabados en una antigua roca desenterrada en 2002 en el condado de Pingtang, provincia china de Guizhou, dicen: “El Partido Comunista Chino llegará a su fin”. El régimen no tardará en desaparecer por los pecados que ha cometido en contra del pueblo chino y la humanidad.