Rebeca Crespo – La Gaceta de la Iberosfera

El gobierno de Hungría liderado por Viktor Orbán ha anunciado nuevos planes para ampliar su programa de apoyo a las familias para animarlas a tener más hijos. 

Así, entre las nuevas medidas anunciadas el pasado miércoles 25 de octubre por el Ejecutivo conservador, el ministro de Cultura e Innovación, János Csák, afirmó que las parejas casadas que quieran comprar una casa nueva podrán solicitar un préstamo de 15 millones de florines (39.000 euros) si tienen un hijo. Esta cantidad aumentará hasta los 30 millones (78.000 euros) para los que tengan dos hijos y hasta los 50 (131.000 euros) para quienes tengan tres.

«La esencia central de esta iniciativa es garantizar que todos los niños deseados puedan nacer«, tuiteó después del anuncio Balázs Orbán, director político del Primer Ministro.

El llamado Subsidio Familiar para Vivienda (CSOK por sus siglas en húngaro) es un subsidio estatal no reembolsable que está a disposición de las familias desde 2015 para ayudarlas a comprar una vivienda. Se puede utilizar para comprar o construir una vivienda nueva, así como para comprar o ampliar una vivienda de segunda mano. «Las personas elegibles pueden reclamar el CSOK si tienen hijos. Un embrión que tenga 12 semanas en el momento de la solicitud también se considera un niño ya existente«, ha detallado el Gobierno húngaro.

Hasta ahora, 233.000 familias se han beneficiado del programa, pero los cambios en el mercado inmobiliario y los altos tipos de interés han reducido la demanda de CSOK

Con la última iniciativa del Gobierno del Fidesz, CSOK plus, los propietarios de primera vivienda que deseen acceder al subsidio podrán adquirir una casa por un valor de hasta 80 millones de florines (209.000 euros), mientras que las parejas que necesiten ampliar su vivienda o comprar una más grande se pueden comprar una casa o un apartamento por un valor máximo de 150 millones (392.000 €).

Las familias no tendrán que devolver el importe principal durante el primer año, sólo el 3% de interés

El gobierno conservador del primer ministro Viktor Orbán (en el poder desde 2010) ha adoptado muchas otras medidas para aumentar la tasa de natalidad en Hungría: beneficios fiscales para las familias, subsidios para las parejas que se casan por primera vez y las mujeres con cuatro hijos o más pueden optar a exención vitalicia del impuesto sobre la renta. 

Aunque Hungría ha conseguido aumentar su tasa media de fertilidad de 1,2 hijos por mujer en 2010 a 1,6 en 2021, esta cifra todavía está muy por debajo del nivel de 2,1 nacimientos por mujer necesario para garantizar una población estable. 

Orbán ha prometido implementar «nuevas herramientas» para abordar este problema y ha asegurado que quiere fomentar la natalidad a través de políticas de apoyo a la familia en lugar de seguir el ejemplo de las naciones occidentales, que creen que la inmigración masiva es la solución.

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