Por NEHOMAR HERNÁNDEZ – La Gaceta de la Iberosfera
La Administración de gobierno estadounidense dijo recientemente estar «profundamente preocupada» por la persistencia del régimen de Nicolás Maduro en mantener prisioneros políticos, una actitud que según La Casa Blanca podría llevar a la reinstauración de sanciones económicas contra la tiranía de Venezuela.
«Estamos profundamente preocupados por la falta de progreso en la liberación de ciudadanos estadounidenses y presos políticos venezolanos detenidos injustamente (…) Estamos preparados para tomar medidas en los próximos días para suspender ciertos alivios de sanciones a menos que haya más avances«, dijo al respecto el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Washington había dado a Maduro hasta el 30 de noviembre para dar muestras de apertura en dos sentidos: la liberación de personas que están en la cárcel por disentir del régimen y el avance en condiciones electorales que permitan la realización de elecciones presidenciales transparentes y justas en 2024.
En lo que respecta al primer asunto la tiranía venezolana sólo ha liberado a cinco presos políticos desde que inició el proceso de negociaciones en la isla de Barbados, entre ellos los exdiputados Roland Carreño y Juan Requesens. Sin embargo, de acuerdo a números actualizados de la oenegé Foro Penal en la nación hispanoamericana permanecen encarceladas al menos 275 personas por disentir del sistema.
Asimismo, en el último apartado el régimen chavista ha sido conminado a levantar las inhabilitaciones políticas que pesan sobre buena parte de los líderes de la oposición, las cuales les impiden ser candidatos en cualquier tipo de elección en el país.
Esto es especialmente importante en el caso de la líder de la formación Vente Venezuela, María Corina Machado, quien hace poco más de un mes resultó ganadora por abrumadora mayoría en unas internas en las que se definió el liderazgo de la oposición y se seleccionó al eventual contrincante de Maduro en los comicios del año próximo. Sin embargo, Machado se encuentra inhabilitada actualmente.
El jueves el reino de Noruega, país que ha fungido como mediador en los diálogos adelantados en Barbados entre la oposición y el régimen, señaló en un comunicado que dichas inhabilitaciones podrían ser revisadas eventualmente por una sala del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
«Damos ciertamente la bienvenida al anuncio de ayer de los representantes de Maduro y de la Plataforma Unitaria que define el marco para una rehabilitación rápida de todos los candidatos. Es algo que hemos defendido. Es una noticia bienvenida y creemos que también es importante», indicó sobre esto último Kirby.
Ahora bien, el Supremo del país caribeño se encuentra desde hace años secuestrado por el chavismo, tomando decisiones que en modo alguno reflejan praxis ajustadas a derecho, sino que, por el contrario, siempre favorecen al régimen. De allí que albergar esperanzas sobre una eventual habilitación de Machado por esta vía luce, si no como algo imposible, al menos como un asunto cuesta arriba.
En la historia reciente del país la tiranía encabezada por Maduro ha empleado las negociaciones con la oposición como un método para dividir a la disidencia mientras gana tiempo. Del mismo modo, éstas han servido como un instrumento para engañar permanentemente a la comunidad internacional y, en el camino, consolidar la permanencia del chavismo en el poder.