Fuentes: La Gaceta de la Iberosfera e Infobae

Manuel Rocha, quien sirvió como embajador de los Estados Unidos en Argentina y posteriormente en Bolivia, fue arrestado el domingo luego de ser acusado por el FBI de trabajar como espía para los servicios de inteligencia de la dictadura de Cuba.

De acuerdo a información divulgada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Rocha habría participado en actividades de espionaje al servicio de la isla caribeña al menos desde 1981. Entre los señalamientos en su contra se afirma que proporcionó información falsa sobre sus actividades diplomáticas al Gobierno norteamericano.

El exfuncionario de 73 años fue precisado a través de un agente encubierto del FBI quien, en noviembre de 2022, logró contactarlo a través de Whatsapp y posteriormente reunirse con él. Durante el encuentro Rocha admitió haber estado al servicio de la Dirección General de Inteligencia de Cuba /DGI), ufanándose de haber edificado una imagen «de una persona de derechas».

«Fui poco a poco. Fue un proceso muy meticuloso, muy disciplinado, pero muy disciplinado (…) Sabía exactamente cómo hacerlo y, obviamente, la Dirección me acompañó. Sabían que yo sabía cómo hacerlo (…). Es un proceso largo y no fue fácil», llegó a decir Rocha al agente del FBI en sucesivas conversaciones, en las que incluso se enorgulleció de haber servido por «los últimos 40 años» a la «revolución», de acuerdo a cintas referidas por la Justicia norteamericana.

Además, celebró sus actividades a favor de la DGI y en contra de los intereses de Estados Unidos: (sic) “Para mí, lo que se ha hecho ha fortalecido a la revolución (el régimen comunista). La ha fortalecido inmensamente. No podemos poner eso en peligro. Soy muy celoso con lo que hemos hecho y con lo que tengo que proteger, y con lo que hemos hecho”.

La acusación

Fiscales federales estadounidenses acusaron a Víctor Manuel Rocha, ex embajador en Bolivia y Argentina y miembro del Consejo de Seguridad Nacional, de haber cometido múltiples delitos federales actuando clandestinamente durante décadas como agente del gobierno del régimen comunista de Cuba.

El fiscal general Merrick Garland explicó en un comunicado que los cargos contra el diplomático “exponen una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el Gobierno de Estados Unidos por parte de un agente extranjero”.

Según detalló el fiscal, Rocha, ciudadano estadounidense nacido de Colombia, comenzó a colaborar con el régimen de La Habana como “agente encubierto de la Dirección General de Inteligencia de Cuba” en 1981, y sus actividades de espionaje continuaron hasta la actualidad.

“Aquellos que tienen el privilegio de servir en el gobierno de los Estados Unidos reciben una enorme confianza del público al que servimos (…) Traicionar esa confianza prometiendo falsamente lealtad a los Estados Unidos mientras se sirve a una potencia extranjera es un delito que se enfrentará con toda la fuerza del Departamento de Justicia”, agregó Garland en la difusión que realizó el Departamento de Estado.

Según señalan las autoridades judiciales, para desempeñar las actividades de espionaje, Rocha logró acceder a diversos cargos en el gobierno de Estados Unidos, “en puestos que le proporcionaron acceso a información no pública, incluida información clasificada”.

“Siempre mantuvo en secreto su condición de agente cubano con el fin de protegerse a sí mismo y a otros, y permitirse la oportunidad de participar en actividades clandestinas adicionales. Proporcionó información falsa y engañosa a los Estados Unidos para mantener su misión secreta; viajó fuera de los Estados Unidos para reunirse con agentes de la inteligencia cubana; e hizo declaraciones falsas y engañosas para obtener documentos de viaje”, agrega el documento.

En 1982 se incorporó al Departamento de Estado, y ascendió como funcionario de carrera, ocupando puestos en La Habana, Buenos Aires, Ciudad de México, República Dominicana, y Washington. De 1994 a 1995, además, formó parte del Consejo de Seguridad Nacional, durante la administración de Bill Clinton.

Durante el desempeño de sus funcionarios en el Gobierno, fue sometido en repetidas ocasiones a cuestionarios, sesiones informativas de seguridad, entrevistas y otros entornos, “para afirmar que entendía y se adherirá a las leyes y reglamentos que restringen el uso y el intercambio de información no pública, incluida la información clasificada sujeta a mayores restricciones”. En cada una de esas oportunidades, el acusado firmó los respectivos acuerdos de confidencialidad, y aseguró respetar la ley de Estados Unidos en el marco de sus funciones.

Casi 40 años después de su ingreso al Departamento de Estado, antes de noviembre de 2022, el FBI recibió información de que Rocha era un agente encubierto de la Dirección de Inteligencia de Cuba (DGI).

Los cargos que se le imputan incluyen: conspirar para actuar como agente de un gobierno extranjero; actuar como agente de un gobierno extranjero sin el consentimiento previo del gobierno; y utilizar un pasaporte estadounidense obtenido mediante declaraciones falsas.

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
1 Comentario
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas