Desde que entró en vigencia la ley que volvió legal el aborto en Argentina, se realizaron 245.015 asesinatos de bebés en el vientre materno en instituciones públicas de salud. Las cifras se contemplan hasta octubre de este año.
Asimismo, en casi tres años, hasta junio de 2023, la línea de atención telefónica gratuita 0800-222-3444 sobre salud sexual atendió 40.563 consultas, 9 de cada 10 fueron sobre aborto.
Estos datos son parte del último informe del proyecto mirar, una iniciativa del Centro de Estudios de Sociedad y Estado (Cedes) en alianza con Ibis Reproductive Health, que monitorea la implementación de la ley 27.610 en el país.
Aunque quienes realizaron el informe festejan los datos, para las personas creyentes y provida son cifras tristes y alarmantes.
Bajo el gobierno de Alberto Fernández, en diciembre de 2020, el Senado argentino aprobó la ley de legalización del aborto hasta la semana 14 de gestación. La votación se saldó con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención en una sesión que se prolongó por un lapso de 12 horas.
En el mes de agosto, el presidente electo Javier Milei manifestó en una entrevista con el periodista Alejandro Fantino, que el proceso estuvo «bastante viciado» y que los argentinos tienen la opción de volver a decidir, por lo cual podría llamar a un plebiscito.
Milei aludió al relato bíblico de Sodoma y Gomorra, donde ciertas prácticas eran toleradas, como el robo, pero que en última instancia llevaron al declive de la sociedad. Usando esta historia como ejemplo, Milei subrayó la importancia de construir sobre cimientos morales y éticos sólidos para evitar consecuencias perjudiciales.
«¿Cómo puede considerarse un logro tener el poder de extinguir vidas humanas?», cuestionó el presidente electo.
Milei sostuvo que su postura no se basa únicamente en argumentos filosóficos, sino que también encuentra respaldo en fundamentos biológicos. Según su perspectiva, la vida inicia en el instante de la concepción. Asimismo, señaló que durante las primeras etapas del desarrollo en el útero materno, el embrión ya se considera un ser humano en proceso de crecimiento.
Frente a las feministas y otros grupos que hablan del aborto como un «derecho adquirido», Milei expresó: «No se trata de un derecho adquirido; esto significa que mañana, si no estás de acuerdo con cierto grupo, podrían votar por extinguirlo, y tú me dirás que eso es un derecho adquirido»
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