Un veterano cristiano de las Fuerzas Armadas desmanteló el polémico altar satánico que instalaron miembros del Templo Satánico dentro del Capitolio de Iowa.
Este jueves, Michael Cassidy, un expiloto de la Marina que se postuló en el pasado para el Congreso de Mississippi, ingresó al edificio legislativo de Iowa y destruyó la exhibición anticristiana que causó un fuerte debate político y religioso en Iowa.
“El mundo puede decir a los cristianos que acepten sumisamente la legitimación de Satanás, pero ninguno de los fundadores habría considerado que la aprobación gubernamental de altares satánicos dentro de los edificios del Capitolio estuviera protegida por la Primera Enmienda. Los valores anticristianos se han ido incorporando cada vez más en las últimas décadas, y los cristianos han actuado en gran medida como la proverbial rana en la olla de agua hirviendo”, expresó el veterano cristiano tras acabar con el altar a Baphomet.
Luego de destruir la representación satánica, Cassidy se entregó a las autoridades y explicó que se indignó tras ver la “estatua blasfema” y actuó.
“Mi conciencia está cautiva de la palabra de Dios, no de un decreto burocrático”, afirmó.
El altar fue aprobado
La representación satánica fue instalada recientemente en la entrada del Congreso como parte de una exhibición que está abierta para cualquier persona que cumpla con un proceso de solicitud.
Según explicó el representante republicano, Jon Dunwell, el Templo Satánico solicitó su exhibición en agosto y tras cumplir con las pautas fue aprobado con algunas modificaciones. “Querían usar una cabeza de cabra real (supongo que un cráneo) y tenemos prohibido hacerlo”, afirmó, resaltando que la Legislatura no permiten discriminar por motivos de religión o ideología.
¿La “exhibición blasfema” iba en contra de la Constitución de Iowa?
Tras la instalación del altar, Brad Sherman, representante republicano de Williamsburg, le pidió a la gobernadora Kim Reynolds que eliminara la “exhibición blasfema”.
“Hago un llamado a nuestra gobernadora para que elimine de inmediato esta exhibición blasfema con el argumento de que es inconstitucional y ofende a Dios, de quien depende el estado de Iowa para recibir bendiciones”, expresó Sherman. Pero, aunque la gobernadora Kim Reynolds consideró como “absolutamente objetable el altar”, sugirió que estaba de manos atadas por la libertad religiosa.
“En una sociedad libre, la mejor respuesta al discurso objetable es más discurso”, dijo Reynolds invitando a los creyentes a ir a orar ante el Capitolio.