Fuente: Informe Orwell
La violencia sectaria en Nigeria alcanza proporciones alarmantes, según un informe reciente de la Sociedad Internacional para las Libertades Civiles y el Estado de Derecho (Intersociety). En el año 2023, más de 1.450 cristianos perdieron la vida en ataques perpetrados por grupos musulmanes, mientras que al menos 500 iglesias fueron blanco de incendios provocados.
El informe detalla la brutalidad de los ataques, que incluyen secuestros, asesinatos y la destrucción de lugares de culto. Se estima que más de 8.400 personas fueron secuestradas, con 840 casos en los que las víctimas nunca regresaron con vida. Además, 70 clérigos cristianos fueron secuestrados y 25 perdieron la vida a manos de extremistas.
Nigeria, según el informe, se ha convertido en el segundo país con mayor genocidio en el mundo, después de Siria. Desde 2009, más de 150.000 civiles han perdido la vida en actos de violencia sectaria, lo que ha dejado al país sumido en una crisis humanitaria de proporciones alarmantes.
El informe también señala la inacción del gobierno nigeriano y su apoyo a grupos yihadistas, lo que ha exacerbado la violencia en el país. Se menciona específicamente el respaldo político y financiero a los pastores yihadistas fulani, quienes han sido responsables de numerosos ataques contra la comunidad cristiana.
La impunidad con la que operan estos grupos es motivo de preocupación, con las fuerzas de seguridad nigerianas acusadas de no intervenir para proteger a la población civil. Esta falta de acción ha contribuido al aumento de la violencia y ha dejado a millones de personas desplazadas y en condiciones precarias.
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