En el año 2017, días después de que la entonces primera dama Melania Trump recitara un Padrenuestro públicamente, un sacerdote católico estadounidense compartió una profecía sobre Donald Trump, en un video que se hizo viral en redes.
La predicción se habría realizado en el año 1983 por un «hombre santo» católico llamado Tom Zimmer, veterano de la Segunda Guerra Mundial, conocido como el “Ermitaño de Loreto”, quien profetizó entonces que Donald Trump “conducirá a Estados Unidos de regreso a Dios».
En el video, el Padre Giacomo Capverde de Rhode Island, cuenta cómo su amigo el Dr. Claude Curran, una psiquiatra y religioso de Fall River, Massachusetts, lo animó a viajar a Loreto, Italia, mientras iba de viaje a Roma. Es que Curran quería que su amigo conociera el lugar donde había vivido un santo que pasaba sus días orando en iglesias y que, años atrás, le había confesado una premonición acerca de Donald Trump.
El Dr. Curran había conocido a Tom Zimmer mientras estaba en la Plaza de San Pedro, cuando Juan Pablo II fue elegido Papa.
Qué le dijo el Ermitaño de Loreto al Dr. Curran
En 1983, Tom Zimmer le dijo al Dr. Curran en San Pedro: “Ahora mismo, en los Estados Unidos, hay un hombre que tiene la mano de Dios sobre él. Tiene el coeficiente intelectual de un genio. Y una educación de primera. Y todo lo que aborda lo ataca con una eficacia deslumbrante… su nombre es Donald Trump”.
El Dr. Curran le informó a Tom en ese entonces que el hombre del que estaba hablando en realidad era conocido por ser un millonario de alto vuelo y de la jet set.
“No, Claude”, dijo, “te lo digo, la mano de Dios está sobre él y Dios lo usará en el futuro”…“Estoy tan convencido de lo que te estoy diciendo”, continuó Tom. Y también le dijo que escribió el nombre de Donald Trump en un ladrillo y lo hizo colocar en la reconstrucción de la Puerta Santa de San Pedro después del Jubileo para que recibiera las bendiciones de las muchas misas que se darían en el Vaticano.
La veracidad de la historia
Unas semanas más tarde de haberse publicado el video, el 6 de marzo de 2017, hubo una confirmación intrigante de algunos aspectos de la historia que reprodujo el Padre Capverde.
Bret Thoman, reconocido religioso franciscano, tras la lluvia de mensajes luego de que el video se hiciera famoso, comenzó una investigación sobre el relato, el cual reconoce que al principio le generó “entre escepticismo y sospecha”, según escribió en su blog.
Luego de ir personalmente al lugar y entrevistar a personas que habían estado en contacto con Tom Zimmer, sus conclusiones fueron:
“Después de investigar a Tom Zimmer, el ‘Ermitaño de Loreto’, no tengo motivos para dudar de las declaraciones del Padre Capoverdi de que Thomas Zimmer comunicó a su amigo [Dr. Curran] que recibió una ‘premonición’ de que Donald Trump ‘llevaría a América de vuelta a Dios’».
Thoman justifica su veredicto basándose en que los relatos de la gente que conoció a Zimmer en Loreto cumplen con los criterios que la Iglesia les deja para discernir si una historia es verdadera o falsa.
El primer criterio es mirar a quien emite la profecía. Generalmente, esa persona debe ser una persona buena y virtuosa y además, el temperamento de la persona también debe ser considerado, así como su estado físico y mental. Según quienes lo conocieron durante sus años en Loreto, Thomas Zimmer era devoto, cortés y servicial con los necesitados y parece haber estado en su sano juicio.
Otro criterio es que una profecía no debe decir nada en contra de la verdad revelada. Según Thoman, aquí tampoco hay nada en las Escrituras o en las enseñanzas de la Iglesia que sugiera que un líder político no puede llevar a la gente a Dios; al contrario, las Escrituras lo indican como un deber. (Algunos han visto incluso a Trump en la figura del Rey Ciro [véase Esdras 1:1-11]).
Por último, la profecía debe, obviamente, hacerse realidad.
Sobre este último punto, muchos creyentes se apoyan en los valores tradicionales que impulsa el expresidente para creer en la profecía y consideran que la Carta Abierta del arzobispo Carlo Maria Viganò al ex presidente Trump a mediados de 2020 es otra manifestación del posible cumplimiento de la misma:
“…Por primera vez, Estados Unidos tiene entre ustedes a un presidente que defiende con valentía el derecho a la vida, que no se avergüenza de denunciar la persecución de los cristianos en todo el mundo, que habla de Jesucristo y del derecho de los ciudadanos a la libertad de culto. Su participación en la Marcha por la Vida, y más recientemente su proclamación del mes de abril como Mes Nacional de Prevención del Abuso Infantil, son acciones que confirman de qué lado desea luchar. Y me atrevo a creer que ambos estamos del mismo lado en esta batalla, aunque con armas diferentes.
Señor Presidente, mi oración está constantemente dirigida a la amada nación americana, donde tuve el privilegio y el honor de ser enviado por el Papa Benedicto XVI como Nuncio Apostólico. En esta hora dramática y decisiva para toda la humanidad, oro por vosotros y también por todos los que están a vuestro lado en el gobierno de los Estados Unidos. Confío en que el pueblo estadounidense esté unido conmigo y con usted en oración a Dios Todopoderoso”.