El Senado de Francia, con un resultado de 267 votos a favor y 50 en contra, ha respaldado la propuesta de la Asamblea Nacional del pasado 30 de enero para incluir el aborto como un «derecho» constitucional. El siguiente paso será una reunión conjunta de diputados y senadores en el Palacio de Versalles el próximo lunes, donde se requerirá el apoyo de tres quintos de los parlamentarios para modificar la Carta Magna e incorporar esta reforma.
El ministro de Justicia, Éric Dupont-Moretti, quien lideró la defensa de la reforma por parte del Ejecutivo, proclamó este voto como «histórico», destacando que Francia se convertirá en el primer país en inscribir en su Constitución la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo.
Sin embargo, esta medida ha generado una profunda división en la sociedad francesa y en la propia Asamblea Nacional. El proyecto de ley ha recibido el respaldo de los diputados macronistas y de los ultraizquierdistas del Nupes de Melenchon, mientras que algunos pocos diputados se opusieron a incluir el aborto como un derecho constitucional, argumentando que no está en cuestión en Francia.
La reforma constitucional modificará el artículo 34 para garantizar «la libertad de la mujer para recurrir a la interrupción voluntaria del embarazo». Aunque el ministro de Justicia reconoce que el derecho al aborto no está amenazado en la actualidad en Francia, considera necesario inscribirlo en la Constitución para protegerlo ante posibles futuros intentos de cuestionarlo.
Recordó el caso de Estados Unidos, pero también los de Hungría o Polonia, donde partidos conservadores han restringido el aborto -al que ellos llaman «derecho»- y señaló que en el futuro puede suceder también en Francia.
Aunque no lo nombró, el popular presidente argentino Javier Milei, también se ha referido al aborto como un «asesinato agravado por el vínculo» y ha sugerido que en algún momento se podría hacer una consulta popular para rever la legalidad de este crimen.
Durante el debate en el Senado francés, un grupo de activistas antiaborto se manifestó a las puertas de la cámara, mientras que otros expresaron su apoyo a la medida en otro lugar cercano.
La incongruencia de Macron
En enero de 2024 el presidente Emmanuel Macron instó públicamente a los franceses a aumentar la tasa demográfica del país, aunque anteriormente se comprometió a consagrar el «derecho» al aborto en la Constitución y de hecho, así lo confirmó el Senado.
Según los últimos datos oficiales, la media de nacimientos fue de 678.000 bebés, la cifra más baja desde que hay registros. Para revertir esta «amenaza nacional», el jefe de Estado animó a todos los ciudadanos a aumentar la tasa demográfica y anunció medidas para abordar la infertilidad y aumentar la natalidad, a la vez que lamentó que cada vez se tengan hijos «tan tarde».
En el año 2022 se registraron 234.300 abortos. Cifras escandalosas teniendo en cuenta que son las más altas en 30 años. De hecho, según el Gobierno, el 78 % de los que se produjeron fueron a través de la ingesta de píldoras.