Eduardo Bolsonaro, diputado brasilero e hijo del expresidente Jair Bolsonaro, y el periodista brasilero exiliado en Estados Unidos, Paulo Figueiredo, fueron convocados por el Congreso estadounidense para testificar la semana que viene sobre la delicada situación política en Brasil, bajo el mando del presidente socialista Lula da Silva.
La convocatoria por parte del congreso se presenta luego de la entrevista que ambos tuvieron con el periodista estadounidense, Tucker Carlson, la semana pasada.
“La semana que viene el Congreso, Casa de los Representantes, el Comité de Derechos Humanos, realizarán una audiencia para ayudar a determinar si Brasil todavía es una democracia. Nosotros sabemos que no”, anunció Figueredo en un video publicado en redes.
Y continuó: “A partir de ahí, el gobierno americano podrá -en esta o en la próxima administración- reformular sus relaciones con Brasil”.
El periodista espera que, a partir de esta oportunidad de alzar la voz en el Congreso estadounidense, el país analice imponer sanciones a Brasil que afecten directamente a las élites que hay detrás de la Corte Suprema de Justicia brasilera, puntualmente del juez Alexandre de Moraes.
“Dictaduras como Cuba, Nicaragua, Venezuela y Rusia, ya sufren fuertes sanciones del gobierno americano… ¿Será Brasil el próximo?…Este tipo de sanciones pueden dañar los negocios de las élites que hoy apoyan a Alexandre, y también hablaremos de estas personas”, aseguró Figueiredo.
Sin embargo, el periodista se mostró escéptico a que esas sanciones puedan suceder durante la administración de Joe Biden -que se ha mostrado en armonía con Lula Da Silva-, pero confía en puede cambiar si gana Donald Trump las elecciones de noviembre.
Paulo Figueiredo (hijo) fue una de las voces de mayor peso del grupo conservador Jovem Pan. El medio ha sido censurado y perseguido por la Justicia brasilera, teniendo que enfrentar el mayor desafío legal de su historia el año pasado, con la petición del Ministerio Público Federal (MPF) de São Paulo de cancelar los derechos de emisión de sus tres emisoras, así como el pago de una indemnización multimillonaria al Estado y la obligación de emitir en su cartera contenidos sobre la integridad del proceso electoral brasileño.
Por su parte, Eduardo Bolsonaro, quien ha estado denunciando activamente la persecución política a periodistas brasileros disidentes, dijo en sus redes que también participará de la audiencia en el Congreso y enfatizó en la misma línea que Figueiredo: “Dependiendo de la conclusión de los parlamentarios, habrá consecuencias. EE. UU. suele sancionar a las dictaduras. Y también existe la posibilidad de que Trump sea elegido, y es seguro que tiene una fuerte retórica a favor de la libertad y el deseo de recuperar el liderazgo geopolítico estadounidense. Que Dios bendiga a Brasil”.
La persecución política en Brasil
La derecha brasilera, encabezada por el expresidente Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo, junto al periodismo disidente, vienen denunciando fuertemente que Brasil ya no es un país libre y enfatizan que la izquierda utiliza el sistema de justicia criminal para destruir a la oposición.
La semana pasada, el periodista Tucker Carlson entrevistó a Eduardo Bolsonaro y a Paulo Figueiredo, quienes criticaron con dureza al gobierno de Brasil y al Supremo Tribunal Federal (STF).
Ambos denunciaron que la administración Biden ayudó a instalar un gobierno pro-chino en Brasil, que inmediatamente cerró los medios de comunicación de la oposición y comenzó a detener a disidentes.
En ese sentido, Bolsonaro hijo afirmó que Brasil ya no es una democracia ni un país libre debido a la persecución contra los seguidores de su padre, el expresidente Jair Bolsonaro, especialmente después de los disturbios del 8 de enero en Brasilia. Acusó específicamente al ministro Alexandre de Moraes de perseguir a los aliados de su padre desde el STF.
«Siempre corres el riesgo de ser arrestado por el Tribunal Supremo. Para ser honesto, no todo el Tribunal Supremo, sino un juez llamado Alexandre de Moraes. Él ha abierto una investigación de más de cinco años persiguiendo generalmente a conservadores», dijo el diputado a Carlson.
En otra entrevista semanas atrás con Voz Media, en el marco de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Washington D. C., el legislador también dijo que Alexandre de Moraes, “se dice una víctima de los bolsonaristas y hace las acusaciones como si fuese un fiscal general…él hace los juicios y está condenando personas a 17 años de cárcel”.
También habló de la persecución a periodistas: “Hay un montón de periodistas que están exiliados en Estados Unidos, que no tienen pasaporte… Como Estados Unidos no hace extradiciones de periodistas por cuenta del crimen de opinión, Alexandre de Moraes no logró hacer la extradición, entonces, está quitando sus pasaportes”.
Entonces, con cierta resignación explicó que no tiene sentido apelar a la Justicia en su país y que por eso están “cada día viendo más afuera de Brasil”. Ahora tienen la oportunidad de expresarse en el Congreso de Estados Unidos.