Fuente: Mundo Libre Diario

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha vuelto a estar en el centro de la polémica al adelantar que presentará un proyecto para legalizar la eutanasia (muerte asistida). La declaración se da pocos días después de haber incorporado el aborto a la Constitución nacional y de instar a «luchar» para que la finalización abrupta del embarazo sea legal en todos los países de la Unión Europea.

En una entrevista conjunta con los medios locales ‘La Croix’ y ‘Libération’ el domingo 10 de marzo, Macron detalló que enviará el controvertido texto al Consejo de Estado «en un plazo de ocho a diez días» para que se entregue al Consejo de Ministros en abril y haya una primera lectura en mayo.

El proyecto de ley utilizará la expresión «muerte asistida» en lugar de «suicidio asistido» o «eutanasia».

En una extraña interpretación sobre la muerte, el líder francés dijo que permitir el suicidio impulsa la «fraternidad».

«Concilia la autonomía del individuo y la solidaridad de la nación», expresó el mandatario.

«No crea, propiamente hablando, ni un derecho ni una libertad, sino que traza un camino que no existía hasta entonces», explicó.

Al suicidio asistido podrán acceder adultos que padezcan una «condición grave e incurable» que amenace su pronóstico vital «a corto y medio plazo», o que presenten «un sufrimiento físico o psicológico insoportable».

Un equipo médico evaluará la solicitud de la persona en un plazo no mayor a 15 días y definirá las «modalidades de su aplicación» en «diálogo» con el paciente.

Críticas

Como era de esperarse, las voces en contra del proyecto de eutanasia de Macron no tardaron en hacerse escuchar.

Particularmente, el uso de la palabra «fraternidad» ha causado revuelo entre quienes defienden la vida. “Ha despertado mucha ira porque demuestra un inmenso desprecio por todo lo que hacen a diario los equipos sanitarios, que acompañan a diario a estos pacientes y que están en fraternidad”, reaccionó la doctora Ségolène Perruchio, vicepresidente de la Sociedad Francesa de Apoyo y Cuidados Paliativos (SFAP).

«Creo que hay una forma de eufemización que personalmente encuentro un poco peligrosa. Creo que hay que llamar a las cosas por su nombre», expresó el profesor y médico Régis Aubry, miembro del Comité Consultivo Nacional de Ética.

«Llamar ‘ley de fraternidad’ a un texto que abre el suicidio asistido y la eutanasia es un engaño”, afirmó por su parte Monseñor Éric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal de Francia.

En diálogo con ‘La Croix’, el arzobispo de Reims remató: «Lo que se anuncia no conduce a nuestro país hacia más vida, sino hacia la muerte como solución a la vida».

En el ámbito político, sectores conservadores y de derecha también se manifestaron en contra del proyecto. El senador de Vendée del partido Los Republicanos, Bruno Retailleau, indicó: “Lo que Emmanuel Macron propone es una ley de eutanasia».

«La verdadera hermandad no consiste en matar, sino en echar una mano», apuntó.

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