Fuente: Derecha Diario
Los mapuches miembros del grupo terrorista del sur de Chile cuentan con armas de guerra para sus ataques, pero a medida que se quedan sin municiones y se les rompen los fusiles, son abastecidos por Cuba y la selva colombiana.
La justicia chilena ha descubierto alarmantes conexiones del movimiento mapuche terrorista que opera tanto en Chile como en el sur de Argentina tanto con la dictudura cubana, así como con las desmovilizadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los miembros de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), el principal grupo terrorista que engloba a los guerrilleros mapuches, negoció con estas dos fuerzas para obtener armamento bélico y abastecer sus acciones terroristas en el sur de ambos países.
Las pesquisas realizadas por los peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) revelaron este riesgoso acuerdo durante el juicio contra Héctor Llaitul, portavoz de la CAM. Esta agrupación armada mapuche ha perpetrado numerosos ataques contra instituciones como escuelas, iglesias, empresas forestales, hospitales y carreteras.
Según informó el medio Mundo Libre, en base a una investigación del diario chileno Bío Bío, fue el examen del teléfono móvil del acusado lo que “permitió recopilar conversaciones sobre un viaje realizado a Cuba con el propósito de adquirir armas de ‘alto calibre’, así como también la tramitación para introducir el arsenal desde Argentina”.
Entre las pruebas presentadas se incluyen fotografías de los ataques que Llaitul utilizó para reivindicar las acciones ante los medios de comunicación. “Peritos de la PDI declararon ante los jueces del Tribunal Oral, donde revelaron las conversaciones mantenidas por Llaitul, incluyendo algunas relacionadas con un viaje a Cuba para adquirir armas de alto calibre y gestiones con personas que las introducían desde Argentina con sus respectivas municiones”, detalla la información.
El fiscal Héctor Leiva, de la Fiscalía de Alta Complejidad, afirmó que “las pruebas presentadas reafirman la acusación contra Héctor Llaitul, además de proporcionar evidencia para otras investigaciones por parte de las respectivas fiscalías”.
Los vínculos de Llaitul con el grupo guerrillero-terrorista colombiano también está documentado. Según un informe de el medio El Líbero, las FARC entrenaron a miembros de la CAM como paramilitares, “tras la supuesta mediación de Manuel Olate, un dirigente del Partido Comunista chileno, ante la guerrilla colombiana”.
La historia de Llaitul se entrelaza con la del Partido Comunista de Chile (PCCh) y su presidente Guillermo Teillier en varias ocasiones. Después de la muerte de Raúl Reyes en 2008, se revelaron correos electrónicos que evidenciaban la relación de los comunistas chilenos con las FARC y “el trabajo de enlace de uno de sus militantes para que miembros de la CAM viajaran a Colombia a recibir entrenamiento paramilitar”.
En ese momento, se supo que los radicales mapuches “viajaron a Colombia en cuatro grupos de dos entre los años 2004 y 2007, con el fin de recibir entrenamiento paramilitar de las FARC”.
Las autoridades colombianas abrieron una investigación penal contra Manuel Olate Céspedes, el presunto enlace entre las FARC y los mapuches. El fiscal Pablo Murcia declaró en 2009 que Olate “servía de enlace a las FARC y coordinaba en Chile a algunas agrupaciones, particularmente de indígenas, asociaciones indígenas en Chile, que recibían instrucción”. Olate fue arrestado en 2010 por la PDI, ya que Colombia solicitó su extradición por sus lazos con la guerrilla.
Mientras se llevaba a cabo la investigación sobre el atentado contra el fiscal Mario Elgueta en 2008, comenzaron a surgir informaciones sobre la entrada a Colombia de ocho líderes de la CAM y su relación con las FARC.
El juicio contra Llaitul, que tiene programadas 29 audiencias, promete revelar más detalles sobre la adquisición de armas de guerra por parte de los mapuches y sus vínculos con La Habana y las FARC. Hasta ahora, se han celebrado siete audiencias, dos de las cuales se centraron en la declaración del acusado.