Fuente: Mundo Libre Diario

CALGARY, Alberta – Los practicantes de Falun Gong celebraron una concentración frente al Consulado Chino en Calgary el lunes 22 de abril de 2024, para conmemorar los 25 años de la apelación pacífica del 25 de abril en Beijing.

En la apelación realizada en 1999 en la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado, cerca de Zhongnanhai, en Beijing, se reunieron más de 10.000 practicantes de todo el país para exigir la protección de su derecho constitucional a tener una creencia.

En respuesta, el Partido Comunista Chino (PCCh) intensificó su represión y, tres meses después, lanzó abiertamente una brutal campaña de persecución contra el grupo espiritual que ha causado miles de muertos y que aún hoy continúa en China.

Falun Gong, también llamado Falun Dafa (法輪大法), es una disciplina de cultivación de tradición budista arraigada en la milenaria herencia china de cultivación espiritual. Incluye cinco ejercicios de meditación qigong y enseñanzas morales centradas en los principios fundamentales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Enseñado por primera vez al público chino por el Maestro Li Hongzhi en 1992, Falun Gong atrajo a decenas de millones de personas en todo el país.

Durante la mayor parte de la década de 1990, Falun Gong fue bien recibido tanto por el público chino como por las autoridades, que elogiaron las enseñanzas del Maestro Li por traer buena salud e impulsar el carácter moral de la nación. A principios de 1999, los medios de comunicación estatales informaron de que alrededor de 100 millones de personas practicaban Falun Gong.

Calma antes de la tormenta

Pero el rápido crecimiento de un grupo tan popular, no sujeto al control del Partido Comunista, acabó por preocupar a la dirección política del entonces Secretario General Jiang Zemin.

Jiang y sus aliados trabajaron para crear una narrativa según la cual, a pesar de sus enseñanzas que hacían hincapié en la no violencia y evitaban involucrarse en asuntos políticos, Falun Gong era un peligro inminente para la seguridad del PCCh y su gobierno.

La manifestación pacífica del 25 de abril de 1999 estuvo precedido por la detención arbitraria de 45 practicantes de Falun Gong en la ciudad de Tianjin los días 23 y 24 de abril. Los practicantes fueron golpeados y detenidos por la policía antidisturbios de Tianjin por apelar contra un artículo de la revista del Colegio de Educación de Tianjin que calumniaba a Falun Gong como un peligro para el público.

La noticia del uso de la violencia contra los practicantes y la necesidad de que Beijing autorizara la liberación de los detenidos se extendió por todo el país y, el 25 de abril, miles de practicantes acudieron voluntariamente a Beijing para realizar la mayor apelación desde la protesta de la plaza de Tiananmen de 1989.

«En la petición del 25 de abril no hubo gritos ni carteles de protesta; fue sorprendentemente pacífica», declaró Mei Chen, practicante de Falun Gong que intervino en la concentración de Calgary. «Esta apelación pacífica fue elogiada por la opinión pública internacional, y se ha dicho que fue ‘la petición más grande, racional y pacífica de la historia china’», añadió.

Chen dijo que a pesar de la naturaleza no violenta de la manifestación, los medios de comunicación estatales chinos informaron negativamente sobre la apelación, denunciándola como un «asedio».

«El propósito del [uso] de palabras calumniosas, [incluyendo] ‘un ataque a Zhongnanhai’, era desacreditar la apelación pacífica y legitimar su persecución», explicó.

«En los 25 años siguientes, el Partido Comunista Chino movilizó todos los recursos del Estado y gastó cantidades astronómicas para llevar a cabo una persecución prolongada y brutal de los practicantes de Falun Gong, incluida la sustracción de órganos», declaró.

Practicantes de Falun Gong en Calgary muestran pancartas pidiendo el fin de la persecución en China durante una concentración frente al consulado chino en Calgary el lunes 22 de abril de 2024. (Imagen: Carolina Avendano/Vision Times)

Al ver el gran número de personas reunidas por el Consejo de Estado, el entonces primer ministro chino Zhu Rongji mantuvo conversaciones con representantes de Falun Gong y prometió que las autoridades no actuarían contra el grupo religioso.

Al anochecer, los practicantes detenidos en Tianjin fueron liberados siguiendo instrucciones del gobierno central.

25 años de persecución

Pero esto no cambió la situación a largo plazo de Falun Gong. Según el Centro de Información de Falun Dafa, la noche del 25 de abril de 1999, Jiang Zemin escribió una carta altamente confidencial a otros líderes relevantes en la que acusaba de que había «autores intelectuales entre bastidores» del incidente del 25 de abril.

En un discurso pronunciado el 7 de junio en una reunión del Politburó del gobierno central, Jiang Zemin calificó la apelación del 25 de abril como «el incidente más grave desde las turbulencias políticas de 1989».

Poco más de un mes después, el 20 de julio, Jiang anunció oficialmente la prohibición total de Falun Gong, lo que provocó oleadas de detenciones y asesinatos sin precedentes en todo el país. Veinticinco años después, se sigue informando a diario de detenciones y muertes bajo custodia.

Además de los encarcelamientos, el acoso y los trabajos forzados, los grupos de derechos humanos creen que miles de practicantes de Falun Gong han sido asesinados para obtener sus órganos en los hospitales estatales y militares de China. Los informes sugieren que la sustracción forzosa de órganos se practica ahora también con los uigures y otras minorías étnicas y religiosas chinas, e incluso con miembros del público en general.

La conmemoración de la apelación del 25 de abril es un acto anual que celebran los practicantes de Falun Gong en todo el mundo. Este año se han celebrado concentraciones y desfiles desde el fin de semana en países como Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Japón, Nueva Zelanda, Bulgaria, Suecia, Corea del Sur y Singapur.

Frederick Newcomb, presidente honorario de la Organización Mundial de las Naciones Unidas para la Responsabilidad Humana, habla en una concentración con motivo del 25 aniversario de la apelación de Zhongnanhai en el barrio de Flushing de Queens, Nueva York, el 21 de abril de 2024. (Imagen: Ila Bonczek/Vision Times)

Frederick Newcomb, presidente honorario de la Organización Mundial de Responsabilidad Humana de las Naciones Unidas, dijo que las manifestaciones de Falun Gong están en consonancia con el espíritu de Estados Unidos.

«Ya sea [en] China, Estados Unidos o países de todo el mundo, la celebración contra la tiranía y la opresión siempre está bien fundada y es merecida», indicó en un discurso.

«El propósito de la manifestación del 25 de abril es mostrar al público la belleza de Falun Dafa, desenmascarar las mentiras del PCCh y pedir al gobierno canadiense que colabore para detener la brutal persecución del PCCh contra Falun Gong», sintetizó Ping Zhang, practicante de Falun Gong en la manifestación de Calgary.

Ping Zhang, practicante de Falun Gong, durante una concentración frente al consulado chino en Calgary, el lunes 22 de abril de 2024. (Imagen: Carolina Avendano/Vision Times)

En China, Zhang dirigía de forma independiente una empresa de equipos mecánicos y eléctricos, pero se vio obligada a cerrarla en 1999, cuando comenzó la persecución. Escapó de la persecución en 2015 y lleva nueve años participando en concentraciones frente al consulado chino en Calgary.

«Canadá es un país democrático y su gente es amable y tolerante», sostuvo. «Falun Gong cuenta con el apoyo y el cariño del gobierno y de mucha gente en Canadá», agregó.

Durante su discurso, Mei Chen se dirigió al personal del consulado chino en Calgary, pidiéndoles que tomen conciencia del historial de violaciones de derechos humanos del PCCh.

«Me gustaría aconsejar a la gente del consulado del PCCh que despierte rápidamente, aproveche la oportunidad, reconozca la naturaleza del PCCh, abandone las organizaciones malignas y elija un futuro mejor», dijo. «El PCCh no representa a China, y mucho menos al pueblo chino», afirmó.

«Después de 25 años, los practicantes de Falun Gong en el extranjero siguen aquí, difundiendo Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y denunciando los numerosos crímenes del régimen comunista chino», añadió. «Estamos aquí porque creemos firmemente en el gran poder del bien y en que la justicia acabará derrotando al mal», aseguró.

El consulado chino en Calgary no respondió a una solicitud de comentarios al momento de esta publicación.

Leo Timm e Ila Bonczek contribuyeron a este artículo.

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