Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
Cuatro estudiantes musulmanes de entre 17 y 19 años de una escuela de secundaria de Neuss (Renania del Norte-Westfalia) han exigido la introducción de la sharía en las clases, han presionado a sus compañeros y han amenazado a los profesores. Algunos jóvenes han accedido a sus presiones y se han convertido al islam.
«Hay alumnos dispuestos a apedrear a sus compañeras de clase si no se comportan como espera esta religión política, que es contraria a la Ley Fundamental alemana», afirma una madre, antes de señalar que la vida en el centro se ha visto afectada por estas presiones.
Así, los padres se quejan de que la disposición de las clases ha cambiado y las alumnas se sientan separadas de los alumnos (al fondo de la clase). Si alguno no accede, sufre insultos o empujones en los pasillos.
La seguridad del Estado ha abierto una investigación, aunque inciden en que «no es un caso aislado» y que ocurre en otros colegios de Europa. Al mismo tiempo, la mayoría de los alemanes (casi dos tercios) no quiere que sigan llegando extranjeros procedentes de países islámicos.
El canciller alemán, Olaf Scholz, constató el fracaso del multiculturalismo y señaló hace unos meses que deben deportar «a gran escala» por una cuestión de seguridad nacional. Mientras, AfD —la derecha soberanista— continúa creciendo en los sondeos por su denuncia de la relación entre inseguridad e inmigración ilegal, y su oposición frontal al islam.