Fuente: Mundo Libre Diario

En la ciudad de Nueva York, se lleva a cabo un juicio crucial que ha capturado la atención de muchos. Se trata del caso contra el expresidente Donald Trump, que ha sido presentado por la defensa como otro ejemplo de lo que llaman una persecución legal impulsada por los demócratas y la administración Biden. Sin embargo, hasta ahora, no se ha definido claramente ningún delito que se le impute a Trump.

Lo más destacado de ayer en la sala del tribunal fue el testimonio de Michael Cohen, exabogado y confidente de Trump, quien previamente cumplió una condena relacionada con otras acciones legales contra el expresidente.

Cohen reveló que en octubre de 2016, sacó una línea de crédito sobre el valor de su casa para pagar 130.000 dólares a Daniels como parte de un acuerdo de confidencialidad para evitar la divulgación de un presunto romance entre ella y Trump en 2006, un romance que Trump ha negado en repetidas ocasiones. Cohen describió este pago como crucial para evitar un posible daño catastrófico a la campaña de Trump.

Durante su testimonio, Cohen enfatizó que su esposa desconocía estas maniobras financieras debido a su papel en la gestión de las finanzas del hogar. Temía la reacción de ella si una suma tan grande desaparecía repentinamente de su cuenta conjunta. Según Cohen, tanto él como Allen Weisselberg, quien fue el director financiero de la Organización Trump durante muchos años, informaron a Trump que Cohen usaría fondos personales para el pago y que esperaba ser reembolsado.

Pero aquí es donde se complica la trama. Cohen también admitió haber engañado al banco sobre el propósito de la cuenta bancaria abierta para transferir los fondos a Daniels. La cuenta fue etiquetada para fines de «consultoría de gestión» porque creía que el banco no aprobaría el pago si conociera su verdadero propósito. Esta transacción se completó el 27 de octubre de 2016, cuando Cohen transfirió los fondos al abogado de Daniels, Keith Davidson, y los marcó engañosamente como un «pago por servicios de asesoramiento».

Ahora, aquí viene el giro. Este caso gira en torno a la presunta falsificación de registros comerciales. Los fiscales afirman que Cohen pagó $130.000 a Daniels para silenciar sus reclamos sobre el presunto encuentro sexual extramarital. La Fiscalía alega que la Organización Trump reembolsó a Cohen y registró fraudulentamente los pagos como gastos legales, y están trabajando para demostrar que Trump falsificó registros con la intención de cometer o encubrir otro delito.

Lo intrigante es que este testimonio de Cohen contradice un documento que surgió el año pasado. Un carta del 2018 de los abogados de Michael Cohen, que volvió a salir a la luz este año, afirma que Trump no sabía nada sobre la transacción del «dinero para silenciar» a Stormy Daniels.

Esto va en contra del testimonio de Cohen ante el gran jurado reciente. Según la carta, ni la Organización Trump ni la campaña de Trump reembolsaron a Michael Cohen por el pago de 130 mil dólares a Stormy Daniels.

Este documento arroja una sombra de duda sobre la credibilidad de Cohen como testigo estrella en este caso. En su testimonio jurado ante el Congreso, Cohen afirmó que Trump le pidió que pagara a una estrella de cine para adultos con la que supuestamente había tenido un romance, utilizando fondos personales para evitar que el dinero pudiera rastrearse hasta él y dañar su campaña presidencial. Sin embargo, la carta de 2018 sugiere lo contrario.

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