Fuente: Faluninfo.net
La Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC) publicó su Informe Anual 2023 el 10 de mayo, ofreciendo un examen exhaustivo del entorno de derechos humanos en China y destacando la situación de los practicantes de Falun Gong.
Detención a gran escala y abuso bajo custodia
Los practicantes de Falun Gong constituyen 460 de los 2.615 prisioneros detenidos activamente en la base de datos de prisioneros políticos de la CECC. Miles de practicantes son detenidos cada año por su fe o por sus esfuerzos para crear conciencia sobre los abusos que enfrentan los practicantes en el país. El informe señala que cientos de estos practicantes fueron condenados a penas de prisión y decenas murieron debido a abusos en 2023.
Entre los mencionados en el informe se encuentra el Sr. Pang Xun, un locutor de radio de 30 años de Sichuan. Pang fue sentenciado a cinco años de prisión en julio de 2020 por distribuir folletos de Falun Dafa. Los funcionarios de la prisión de Leshan Jiazhou torturaron a Pang hasta la muerte el 2 de diciembre. Su historia se volvió viral después de que un amigo publicara un video de su cuerpo magullado y ensangrentado en Twitter.
Otro individuo que figura en la lista es el Sr. Zhou Deyong, esposo y padre de dos residentes de Florida. La policía de la ciudad de Dongying, provincia de Shandong, detuvo a Zhou en su casa y confiscó materiales de Falun Gong pertenecientes a su esposa. Un tribunal de Dongying lo condenó en abril de 2023 a ocho años de prisión. Funcionarios estadounidenses, entre ellos el representante de Florida, Gus Bilirakis, y el senador Marco Rubio, han abogado en su favor y han pedido su liberación.
Las cárceles negras siguen siendo frecuentes
Los centros de detención informales o “cárceles negras” han sido una característica destacada de la persecución a los practicantes de Falun Gong durante décadas. El informe señala el uso continuo de tales instalaciones para detener a practicantes en 2023:
Estos centros de detención extralegales operan bajo diferentes nombres, incluidos “centros de asistencia y servicios” o “centros de educación legal”. Su existencia y uso no tienen base legal, y las personas detenidas en esos sitios, muchas de las cuales son peticionarios y practicantes de Falun. Los practicantes de Gong no saben cuándo serán liberados y no tienen ninguna protección procesal.
Dentro de las instalaciones médicas, hoteles y otros edificios, los practicantes de Falun Gong son torturados y sujetos a lo que sólo puede describirse como “lavado de cerebro” para obligarlos a renunciar a Falun Gong.
La violencia contra las mujeres
La CECC hace referencia a varios informes de ONG, como la Fundación Dui Hua, que han documentado graves actos de violencia contra las mujeres por parte de funcionarios de seguridad chinos. Esta violencia incluye la negación de alimentación y tratamiento médico adecuados, abuso sexual y detención arbitraria prolongada.
Un caso ilustrativo es el de Niu Xiaona, quien fue detenida el 19 de abril de 2021 en el municipio de Harbin, provincia de Heilongjiang, junto con su anciana madre, Tuo Wenxia, debido a su práctica de Falun Dafa. Aunque inicialmente quedó en libertad bajo fianza, Niu volvió a ser detenida en marzo de 2022. Sufre artritis reumatoide, que provoca graves problemas de movilidad. En septiembre de 2022, un tribunal ferroviario de Harbin la condenó a 15 años, haciendo referencia a una sentencia anterior de 14 años de 2004 que había cumplido fuera de prisión debido a su discapacidad. El tribunal afirmó que Niu no proporcionó registros oficiales que confirmaran que había cumplido la condena. La Fundación Dui Hua ha destacado que la sentencia de Niu se encuentra entre las más largas impuestas a practicantes de Falun Gong condenados únicamente en virtud del artículo 300 de la Ley Penal de la República Popular China.
Recomendaciones para los responsables políticos estadounidenses
El informe destaca varias recomendaciones destinadas a abordar los abusos de los derechos humanos por parte del PCC. El informe insta a los miembros del Congreso y a los funcionarios de la administración de Estados Unidos a pedir al gobierno chino que garantice la libertad de religión para todos los ciudadanos, destacando que la libertad religiosa incluye el derecho a adoptar y practicar creencias sin interferencias. Este llamado a la acción es especialmente pertinente dada la extensa documentación de medidas severas contra los practicantes de Falun Gong y otros creyentes religiosos.
Entre las recomendaciones más amplias, la CECC insta a Estados Unidos a abogar por la liberación de los prisioneros religiosos detenidos, incluidos los creyentes de Falun Gong Zhou Deyong y Peng Shuming. El informe sugiere utilizar leyes existentes como la Ley Global Magnitsky de Responsabilidad de Derechos Humanos para responsabilizar a los funcionarios chinos por violaciones de la libertad religiosa. Estas medidas tienen como objetivo ejercer presión sobre China para que mejore su historial de derechos humanos y proteja las libertades religiosas de manera más efectiva. El informe también alentó la aprobación de la Ley para detener la sustracción forzada de órganos para combatir la práctica de extraer órganos por la fuerza a presos de conciencia, como los practicantes de Falun Gong.
Además, el informe pide la derogación del artículo 300 de la Ley Penal de la República Popular China, que se ha utilizado para procesar a muchos practicantes de Falun Gong bajo el cargo de “organizar y utilizar una [organización prohibida] para socavar la implementación de la ley”. Esta disposición legal ha sido una herramienta de represión generalizada que afecta a varios grupos religiosos.