Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
Una última encuesta de Ipsos Perú para el diario Perú 21 revela que un 97% de peruanos considera que las personas que cumplieron sentencia por homicidio, corrupción o terrorismo no tienen derecho a postular a la Presidencia de la República.
De acuerdo con el medio de comunicación, en la capital peruana, Lima, y en el centro del país, el rechazo a quienes siendo sentenciados por asesinato pretenden postular a la Presidencia se eleva a 98%.
Asimismo, los entrevistados tampoco están de acuerdo con que sentenciados por secuestro (93%) o rebelión contra el Estado (83%) aspiren a ocupar la Casa de Pizarro, nombre con el que también se conoce a Palacio de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo y que ocupa el mismo solar donde alguna vez vivió el conquistador del Perú, Francisco Pizarro.
Esta contundente respuesta ciudadana coincide con la irrupción del etnonacionalista y exconvicto Antauro Humala en la política peruana, quien viene recorriendo el país andino para esparcir su discurso radical y unir las bases del partido político Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, Universitarios, Reservistas y Obreros (A.N.T.A.U.R.O.), que ya cuenta con inscripción gracias al Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Sentenciado por homicidio y rebelión
Antauro Humala, hermano del expresidente Ollanta Humala (2011-2016), fue condenado a 19 años de prisión por los delitos de homicidio simple, secuestro, daños agravados, sustracción o arrebato de arma de fuego y rebelión, pena que cumplía desde el 3 de enero de 2005 por encabezar el ‘Andahuaylazo’, un levantamiento militar en la ciudad de Andahuaylas, ubicada en la sierra peruana que dejó un saldo de cuatro policías muertos.
Sin embargo, el 8 de julio de 2022, el líder etnocacerista solicitó su libertad por redención de la pena por trabajo y educación ante la dirección del establecimiento penitenciario, al amparo de lo establecido en el Código de Ejecución Penal y su Reglamento.
Etnocacerismo
El discurso de Humala, el «etnocacerismo», es una ideología que evoca al imperio inca o Tahuantinsuyo. Propone un neo-Tahuantinsuyo que deberá alzarse sobre las ruinas de la «república criolla», como él y sus seguidores denominan al régimen vigente.
Conformada en su mayoría por veteranos del Ejército que combatieron en la Guerra del Cenepa (conflicto con el Ecuador) y a los terroristas del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, apelan también a la figura del mariscal Andrés Avelino Cáceres, héroe de la resistencia durante la guerra y ocupación chilena del Perú en el siglo XIX.
El etnocacerismo también exalta a la denominada «raza cobriza», es decir, a los peruanos con mayor porcentaje de sangre indígena, así como la dictadura del general Juan Velasco Alvarado, un militar peruano alineado a la Unión Soviética, así como el «antichilenismo»-apelan a la invasión chilena en 1879 que terminó con la derrota peruana y la pérdida de las provincias de Arica y Tarapacá- y el irredentismo.