Fuente: Mundo Libre Diario

En las últimas semanas, el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán ha realizado una serie de visitas diplomáticas a distintos países, en el marco de lo que él ha bautizado como la “Misión de paz 3.0”, algo que ha avivado preocupación y críticas por parte de sus aliados europeos. 

El 8 de julio Orbán, se embarcó en un viaje inesperado a China, en su esfuerzo por abogar por una solución pacífica al conflicto entre Ucrania y Rusia. 

La visita se produjo poco después de sus viajes a Kiev y Moscú, donde propuso un alto el fuego para poner fin a la agresión militar rusa en Ucrania.

Seguidamente, el mandatario viajó a Estados Unidos a participar de la cumbre de la OTAN jueves, tras la cumbre de la OTAN en Washington, y al llegar anunció en X que se trataba de la «Misión de Paz 4.0».

Pasada la cumbre de la alianza del Atlántico Norte, este jueves, el flamante presidente rotativo del Consejo de la Unión Europea se reunió con el expresidente estadounidense, Donald Trump en Florida. 

La gira relámpago de Orbán, subraya su compromiso de posicionar a Hungría como mediador en el conflicto en curso.

Sin embargo, la Comisión Europea ha criticado los movimientos del jefe de Estado húngaro, diciendo que este no tiene potestad para representar a la Unión Europea en el exterior. Entre los líderes europeos preocupa el impacto que puede tener Hungría en el conflicto entre Rusia y Ucrania dada su membresía en la UE y en la OTAN.

“Lo que está claro y ha reconocido el propio primer ministro Orbán es que no tiene el mandato en estas visitas para representar a la UE”, dijo el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer.

El viaje a Beijing

La visita sorpresa de Orbán a Beijing comenzó con una publicación en las redes sociales que mostraba su llegada, titulada “Misión de paz 3.0”. Tras su llegada, fue recibido por la viceministra china de Asuntos Exteriores, Hua Chunying, y otros funcionarios. 

Durante la visita, Orbán también mantuvo conversaciones con el líder chino, Xi Jinping, que se centraron en la búsqueda de una solución pacífica al conflicto de Ucrania.

El primer ministro húngaro expresó la importancia de China en el proceso de resolución, afirmando que “el fin de la guerra depende de la decisión de tres potencias mundiales, Estados Unidos, la Unión Europea y China”

Pero los expertos señalan que la visita de Orbán a China no es meramente simbólica, sino también un reflejo de los fuertes lazos políticos y económicos de Hungría con el gigante asiático. 

En los últimos años, Hungría ha atraído una importante inversión china, en particular en el sector de los vehículos eléctricos (VE), con empresas como BYD estableciendo plantas de producción en el país. 

Durante su encuentro, Xi reiteró el llamado de China a un alto el fuego en Ucrania. “Solo cuando todas las grandes potencias ejerzan energía positiva en lugar de energía negativa, el conflicto podrá ver el amanecer de un alto el fuego lo antes posible”, dijo Xi. 

La declaración coincide con la postura de larga data de China, que, a pesar de ser criticada en Occidente, subraya el interés de Beijing en una resolución diplomática. 

Pero China también se encuentra en una posición complicada, pues debe alinearse con Rusia (posiblemente su aliado más importante) frente a la presión y el escrutinio internacionales sobre su “neutralidad” en el conflicto. 

En junio, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, acusó a funcionarios chinos y rusos de presionar a otros países para que no participen en las conversaciones de paz relacionadas con la guerra. 

“Rusia, utilizando la influencia china en la región y también a través de diplomáticos chinos, hace todo lo posible para perturbar la cumbre de paz”, dijo Zelenskiy durante una conferencia de prensa en el foro de defensa Shangri-La. “Lamentablemente, es lamentable que un país tan grande e independiente como China sea un instrumento en manos de [el presidente ruso Vladimir] Putin”.

Las reuniones en Moscú y Kiev

Previo al viaje a China, Orban sostuvo reuniones tanto en Moscú como en Kiev. Esta actitud ha suscitado tanto la condena como el interés cauteloso de varios organismos internacionales. 

En la reunión con Zelenskiy, Orbán instó a su par a considerar un alto el fuego en la guerra con Rusia en unas breves declaraciones conjuntas a los periodistas tras las conversaciones mantenidas en Kiev para acelerar las conversaciones de paz.

En Moscú, Orbán se enfrentó a la reacción negativa de Kiev y de los líderes europeos que criticaron sus estrechas relaciones con Putin. A pesar de las críticas, Orbán destacó la posición única de Hungría como nación europea capaz de crear un “diálogo significativo” con ambas partes del conflicto.

“El número de países que pueden dialogar con ambas partes en conflicto está disminuyendo”, afirmó Orbán, y añadió que “Hungría se está convirtiendo lentamente en el único país de Europa que puede dialogar con todos”. 

A pesar del optimismo que se ha fijado, las gestiones diplomáticas de Orbán han suscitado reacciones encontradas. La presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, criticó la visita a Moscú y afirmó que “el apaciguamiento no detendrá” a Putin. También destacó que “solo la unidad y la determinación” en el seno de la Unión Europea (UE) conducirán a una paz integral y duradera en Ucrania. 

Pero Orbán no se deja intimidar y considera que su misión de paz es un paso necesario para poner fin al conflicto.

La cumbre de la OTAN y la reunión con Trump

Durante la cumbre organizada por el presidente Biden esta semana, líderes europeos expresaron su rechazo a las negociaciones que está llevando a cabo el presidente de Hungría. 

“Viktor Orban no tiene ningún mandato de la alianza ni de la Unión Europea para llevar a cabo ningún tipo de negociación”, aclaró el presidente finlandés, Alexander Stubb, durante el encuentro de la OTAN. “Puede hacerlo por sí mismo. Pero estoy fundamentalmente en desacuerdo en hacerlo. Simplemente no veo el propósito”, agregó.

Finalizada la cumbre, Orban se reunió este jueves en Florida con el expresidente estadounidense Donald Trump, hecho que probablemente aumente aún más el malestar generado entre los aliados europeos tras los encuentros con Putin y Xi Jinping la semana pasada. 

El encuentro con el líder republicano se produjo en la residencia de Trump en Mar-a-Lago. “Discutimos formas de hacer la paz”, escribió Orban en redes sociales el jueves por la noche, y publicó el mensaje junto a una foto de la reunión. 

Además agregó: “La buena noticia del día: ¡él [Trump] lo va a solucionar!”, celebró, sin dar más detalles.

El primer ministro húngaro ha sido firme partidario de Trump y ya se había reunido con él en marzo, también en Mar-a-Lago. En ese encuentro ambos líderes analizaron los mecanismos para restablecer la paz en Europa y poner fin a la guerra en Ucrania. Orbán sostiene que el conflicto entre Rusia y Ucrania no habría estallado si Trump estuviera en la Casa Blanca.

Orbán y Trump mantienen una muy buena relación desde hace años. 

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