Fuente: Mundo Libre

El Sr. Cheng Peiming, un practicante de Falun Dafa de China continental, testificó en una conferencia de prensa en Washington D. C. el 3 de julio de 2024. Explicó que sufrió detenciones y torturas, y cómo se convirtió en un sobreviviente de la criminal sustracción forzada de órganos que ha lanzado el Estado chino, contra Falun Dafa y otros prisioneros de conciencia.

El Sr. Cheng mostró la incisión, ahora curada, que tiene en el costado izquierdo de la parte superior de su cuerpo. Varios funcionarios denunciaron que la sustracción forzada de órganos es algo muy brutal y debe detenerse. Dijeron que el Partido Comunista Chino (PCCh) debe rendir cuentas y que todas las personas de buen corazón deben condenar este comportamiento tan reprobable.

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó la Ley de Protección de Falun Dafa (H.R. 4132) el 25 de junio, criticando la persecución a Falun Dafa que perpetra el PCCh, con delitos como la sustracción forzada de órganos. La legislación también pedía sanciones contra los implicados en estos actos ya al PCCh que pusiera fin de inmediato a la represión.

El Sr. Cheng es de la ciudad de Jixi, en la provincia de Heilongjiang, y comenzó a practicar Falun Dafa en marzo de 1998. «Cuando el PCCh comenzó a reprimir a Falun Dafa en 1999, me arrestaron cinco veces por mi creencia. En diciembre de 2001, por ejemplo, me condenaron a prisión imponiéndome una pena de ocho años. Durante ese tiempo, me torturaron brutalmente y me extrajeron del cuerpo [partes de] órganos a la fuerza».

El Sr. Cheng mostró la incisión suturada del costado izquierdo de la parte superior de su cuerpo, durante la conferencia de prensa del 3 de julio. (Minghui.org)

El testimonio de un sobreviviente de la sustracción forzada de órganos

El Sr. Cheng recordó lo que le sucedió el 16 de noviembre de 2004. «Aunque estaba bien mentalmente y no sufría problemas de salud, los funcionarios me enviaron al Cuarto Hospital de Daqing a las 8 p. m. Los guardias le dijeron a mi familia que en mi estado podía morir, y que la probabilidad de que muriera en la operación sería del 80%», dijo.

Cuando le pidieron que firmara un consentimiento para la cirugía, se negó. Luego, seis guardias le sujetaron y le administraron anestesia. Cuando recuperó la conciencia el 19 de noviembre, el Sr. Cheng encontró que le habían esposado su tobillo derecho a la cama del hospital y que tenía un goteo intravenoso en un brazo. También le habían entubado sus dos pies, y le suministraban oxígeno por su nariz a través de otro tubo.

Le llevaron de vuelta a la prisión de Daqing el 23 de noviembre. El 2 de diciembre, le ingresaron en la clínica de la prisión. Entonces, un médico le quitó los puntos de sutura de la herida. Luego, los guardias le enviaron de regreso a la celda en una camilla. «Tosía todos los días. Sentía dolor y entumecimiento en las costillas de mi costado izquierdo. No podía incorporarme. Incluso en este momento me siguen doliendo el brazo izquierdo y las costillas, sobre todo en los días de lluvia o cuando me canso. El dolor es insoportable», dijo.

Un guardia de apellido Zhao, permaneció en el lugar de la operación sosteniendo una pistola. Escuchó a la jefa de enfermeras decir: «He sido enfermera durante 30 años. Es la primera vez que veo un trasplante de órganos. Después de que Zhao le contó esto a un amigo recluso, los reclusos hablaron sobre esto durante, aproximadamente, un año. Todos supieron que me habían sometido a una cirugía de trasplante de órganos», dijo Cheng.

El 2 de marzo de 2006, las autoridades llevaron repentinamente al Sr. Cheng al Hospital Longnan en Daqing. Aunque no padecía problemas de salud, un médico planeaba operarle de todos modos. Después de que los guardias se fueron a dormir, el Sr. Cheng huyó del hospital a través de la escalera de incendios alrededor de las 2 a. m., del 3 de marzo. La policía le buscó por toda la ciudad. Con la ayuda de otros practicantes, huyó de la provincia de Heilongjiang. El Ministerio de Seguridad Pública emitió entonces una orden de arresto de clase B contra él y una recompensa de 50.000 yuanes a quien le entregara.

Después de leer sobre la sustracción forzada de órganos en el sitio web de Minghui el 9 de marzo de 2006, se quedó aterrorizado. «Me estremecía cada vez que recordaba mi experiencia en el hospital. Durante los dos meses siguientes, no me atrevía a quitarme la ropa ni para dormir. Llegué a entender lo que significaba la ‘cirugía de trasplante de órganos’ en el Hospital de Daqing en 2004».

Después de huir de China en 2015, Cheng recibió ayuda del gobierno de EE.UU. y finalmente llegó a EE. UU. en 2020. «Después de una serie de exámenes médicos, los médicos confirmaron que me habían extraído parte del hígado y del pulmón», dijo Cheng. «Vine a Estados Unidos para contar mi trágica experiencia y arrojar luz sobre esta brutal persecución del PCCh, especialmente sobre el crimen de la sustracción forzada de órganos. Espero que más personas de buen corazón puedan reconocer la naturaleza malvada del PCCh, me protejan y pongan fin urgentemente al atroz crimen de la sustracción forzada de órganos del PCCh. Le doy las gracias al gobierno de Estados Unidos».

Exfuncionarios del Departamento de Estado condenan la persecución

Sam Brownback es un exembajador especial de los Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional y escribió en su declaración: «¡La sustracción forzada de órganos sin consentimiento es una absoluta barbaridad y debe terminar! Debe castigarse al Partido Comunista Chino por actos tan incivilizados. Elogio la valentía del Sr. C [Sr. Cheng] que ha dado un paso al frente y hablado».

El abogado estadounidense Robert Destro es profesor de derecho y ex subsecretario de Estado para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo. Escribió en su declaración: «… cuando me enteré de la historia del ‘Sr. C.’, le pedí a un miembro del personal de DRL asignado a nuestra Oficina para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico, que investigara las afirmaciones hechas en su nombre y que investigara sus circunstancias».

Destro escribió: «Con base en la información proporcionada, incluidas las imágenes, determiné que el caso ameritaba una investigación más profunda y puse en marcha el proceso a través del cual vino a los Estados Unidos para ser examinado e investigado más a fondo».

Escribió en su declaración: «La sustracción forzada de órganos es una forma horrible de tráfico de personas. También hay mucha documentación de que ocurre, con el patrocinio y el estímulo del Estado, en la República Popular China. Todas las personas de buena voluntad deben condenarla».

Senador de EE. UU.: liberen inmediatamente a los practicantes de Falun Dafa detenidos

Bob Menéndez, senador estadounidense por Nueva Jersey, también hizo una declaración para condenar la persecución en China.

Escribió en su declaración: «Falun Dafa es una disciplina espiritual china, que se basa en los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Hace más de dos décadas, que la República Popular China emprendió una represión despiadada y cruel contra los seguidores del movimiento espiritual Falun Dafa, que continúa el día de hoy. Decenas de miles de ciudadanos chinos han sido perseguidos por sus creencias religiosas, encarcelados, torturados, sometidos a trabajos forzados y hay acusaciones creíbles de que les sustraen sus órganos».

Dijo que el Partido Comunista Chino ordenó una campaña intensiva e implacable contra los practicantes de Falun Dafa porque se niegan a retractarse de su creencia.

Escribió: «Junto con la comunidad internacional, reafirmo mi llamado a Beijing. Deberían respetar las creencias y prácticas religiosas de todos sus ciudadanos, incluidos los practicantes de Falun Dafa de China. Nadie debería tener que ser encarcelado, torturado o, algo peor, simplemente por la forma en que elige practicar su religión. China debe liberar de inmediato a todos los practicantes de Falun Dafa que ha detenido injustamente, y permitirles practicar su fe con dignidad y respeto».

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