Por Mamela Fiallo Flor – GateWayHispanic.com

Dictadura de la toga llaman en Brasil al hecho que el poder judicial reprime a los opositores. La libertad de expresión se ha vuelto tan limitada que hasta X, antes Twitter, salió del país más grande de Sudamérica. Y uno de los ejemplos más palpables de censura lo sufre la familia Bolsonaro, según denunció en México Eduardo Bolsonaro.

Durante su discurso en el CPAC México, el diputado brasileño Eduardo Bolsonaro denunció que la libertad de expresión ha sido restringida en su país natal por parte del poder judicial. Reprochó cómo él y su padre, el ex presidente Jair Bolsonaro, han sido objetivos de censura judicial.

Tribunal Superior Electoral afectó la campaña de Bolsonaro con censura

La persecución es tal que la máxima instancia electoral en Brasil, el Tribunal Superior Electoral, prohibió el uso de imágenes de las manifestaciones del 7 de septiembre, Día de la Independencia de Brasil, en la campaña electoral de Jair Bolsonaro.

Millones de brasileros tomaron las calles, fueron las más grandes en la historia de Brasil. Sin embargo, la «justicia» prohíbe exponerlas. ¿No se supone que la democracia es la voluntad del pueblo? En Brasil se calla. Y Eduardo Bolsonaro reclama que esto afectó directamente la narrativa electoral de su padre. «Mi padre no pudo ponerla en su campaña electoral de televisión«, lamentó.

«En Brasil, especialmente, todo lo que está viniendo en términos de censura se viene por la norma de los judiciales», agregó.

También mencionó que la censura llegó al rubro audiovisual. La «justicia» de Brasil ha silenciado documentales sobre los procesos judiciales contra el expresidente Bolsonaro. Como contraste de cómo ha cambiado la realidad del país, es importante saber que la productura Brasil Paralelo (cuyo nombre revela cómo en Brasil hay una nación alterna a lo que la justicia pretende imponer) hizo un documental sobre los actos de las elecciones de 2018 y las controversias judiciales contra Jair Bolsonaro y ningún juez dijo nada.

Brasil sufre una dictadura de la toga

Pero ahora, es tal el control del STF, Supremo Tribunal Federal, que hasta censura las redes sociales. De manera que Eduardo Bolsonaro la dictadura de la toga no solo reprime la libertad de expresión sino que tiene una tendencia política clara y hasta sirve a fines electorales. Pues por un lado perjudica a los Bolsonaro (derecha) y por otro favorece a Lula Da Silva (izquierda).

No es un dato menor que la mayoría de los ministros (título que llevan los jueces/magistrados) del Supremo Tribunal Federal fueron nombrados por presidentes del partido de Lula, el Partido de los Trabajadores. Es decir, son de tendencia izquierdista.

Hasta periodista progresista denuncia persecución contra los Bolsonaro

Cabe destacar que las denuncias trascienden a su persona. Incluso el periodista Glen Greenwald ha expuesto la censura contra los Bolsonaro. Greenwald reside en Brasil, donde se casó con un hombre y adoptaron dos hijos. Es decir, un activista LGBT ahora respalda a los líderes conservadores. Además, Greenwald es abiertamente anti-sionista, mientras que los Bolsonaro se han demostrado pro-Israel.

A pesar de estar en las antípodas de doctrina política, Greenwald se ha destacado como defensor de la libertad de expresión y  denuncia la censura de la misma, independiente de donde viene. Como su difunto cónyugue era de Brasil, reside allí hace años. Por ende conoce la realidad local.

En portugués fluido Greenwald, denunció en X que arrestaron a alguien basándose en una acusación falsa de la que hasta los medios se retractaron: todo sin juicio. Luego reclama que los dejaron allí pudriéndose durante meses, esperando que los delate. Luego dice que censuran a cualquier periodista para que no los entreviste sobre su injusto encarcelamiento. Este es Xandão, espetó.

Greenwald colocó en el mismo hilo que él fue uno de los periodistas censurados por entrevistar a Lula en 2018. «Después de que Folha obtuvo la autorización, yo también fui. Fue indignante, pero… Lula al menos fue condenado y arrestado (afirmado por Xandão/STF). Filipe Martins no fue, pero fue encarcelado durante 6 meses por mentir, sin juicio previo.

Para quien no sepa, Filipe Martins fue uno de los asesores más cercanos a Jair Bolsonaro. Era su consultor en temas internacionales. Y pasó de un cargo alto a la cárcel, todo sin debido proceso. Recordemos que el Che Guevara decía que el debido proceso era un «fetiche burgués». O sea que cuando la extrema izquierda está en el poder pasa por alto el derecho a la defensa.

El propio Eduardo Bolsonaro ha hecho eco de las denuncias de Greenwald en redes sociales. Señala que lo que dice Greenwald es verdadero: «Filipe ni siquiera fue condenado, su prisión preventiva fue tan extraña que tiene miedo de lo que pueda decir en una entrevista. Lo único que quedaba era censurarlo. Pero no te preocupes, la verdad viene de todos lados. Apelar a la censura es una señal de la desesperación que precede a la caída».

Elon Musk cerró operaciones en Brasil por causa de la censura y persecución

En su reciente paso por México Eduardo Bolsonaro expuso que la persecución llega hasta empleados de redes sociales como Twitter en Brasil. Acusa que fueron amenazados con prisión si no acataban las órdenes judiciales de censurar contenido relacionado con la familia Bolsonaro y sus aliados políticos. Como resultado, Elon Musk anunció que cerraría operaciones en Brasil.

La justicia en Brasil tiene sesgo ideológico y partidista

Lo más grave quizás es cómo esta censura sirve para fines políticos. Durante la campaña del 2022 el poder judicial incluso prohibió que se pueda vincular al entonces candidato a la presidencia, Lula Da Silva, con el narcotráfico (incluso multó a Bolsonaro por decirlo), aborto y a tiranos como Daniel Ortega y Nicolás Maduro, sus aliados.

Parece propio de una novela distópica pero es la realidad de Brasil. El Tribunal Supremo Electoral tiene el poder de prohibir discursos para beneficiar a la izquierda y perjudicar a la derecha. No le conviene que salga a la luz que Brasil es cuna de la red de crimen organizado más grande Sudamérica: el PCC (Primer Comando Capital). Y, durante su tiempo en prisión como guerrillero, Lula Da Silva fue compañera de celda del fundadora del PCC. De manera que su vínculo es de larga data.

El analista internacional y columnista Lucas Ribeiro explicó para Gateway Hispano, que Brasil hoy es como una mezcla de «1984» de Orwell con «Chavol de 8» y la pelicula «Bananas» de Woody Allen: un sistema autoritario y censor, al mismo tiempo que es como un «1984» de la cuarta división. Es «1984» mezclada con una «Banana Republic», autoritarismo con algo muy ridiculo.

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