Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
La diócesis de Hildesheim, ubicada en Baja Sajonia, ha decidido asignar a tres nuevos responsables para la atención pastoral dirigida específicamente a la comunidad queer. Su misión principal será la de crear lo que llaman «espacios seguros» dentro de la Iglesia para personas homosexuales y transexuales, según informó la diócesis el miércoles pasado.
Estos tres empleados tendrán la tarea de acompañar pastoralmente a las personas queer y, además, ofrecerán asesoramiento a parroquias y otras instituciones eclesiásticas dentro de la diócesis. Por ejemplo, brindarán apoyo en casos como el bautizo de un hijo de una pareja lesbiana u organizarán ceremonias de bendición para personas trans que deseen celebrar su transición de género. La diócesis ha indicado que estas acciones forman parte de un esfuerzo por ampliar el trabajo pastoral que hasta ahora sólo se enfocaba en personas homosexuales, incorporando ahora también a personas trans e intersexuales.
Asimismo, los nuevos responsables tendrán la tarea de organizar misas dirigidas a la comunidad queer y de representar a la diócesis en eventos como el Christopher Street Day (CSD), una celebración anual que conmemora los derechos de las personas LGBTQ+. Este evento, celebrado principalmente en países de habla alemana como Alemania, Suiza y Austria, toma su nombre de la calle Christopher Street en Nueva York, escenario de los disturbios de Stonewall en 1969, que marcaron un hito en la lucha por los derechos de esta comunidad. Las actividades del CSD incluyen desfiles y eventos culturales similares a las marchas del Orgullo LGBTI en otros países.
Con estas nuevas medidas, la diócesis de Hildesheim está ampliando su compromiso con la comunidad queer, lo que ha generado controversia entre quienes consideran que estas acciones son una violación de la doctrina tradicional de la Iglesia.