Por Jared Madsen – Blog de Shen Yun Performing Arts
Según la antigua filosofía china, todo en el universo puede ser clasificado en dos polos opuestos: yin y yang. Yin es frío y yang es caliente, pero los dos están constantemente interactuando. Lo vemos también en las estaciones. El verano es caliente, el invierno es frío. El otoño, por otro lado, está en un punto medio; es una transición de caliente a frío.
Este es un concepto diferente de decir que el otoño es más fresco que el verano y más cálido que el invierno. El otoño es la lucha del verano para resistir su inevitable debilidad, y del invierno para reunir la fuerza para imponerse. Por eso es que en esta época del año no sólo se está poniendo más frío: algunos días son cálidos como en el verano, y luego de repente tenemos un día que parece de invierno, luego volvemos a un día cálido. Nuestros cuerpos también se ven afectados por esta lucha. El verano nos invita a salir a jugar, mientras que el invierno quiere que hibernemos.
Por eso, aquí hay cuatro Consejos Antiguos para el otoño:
1. Elige tu armadura
En los días cálidos del otoño, tendemos a ponernos pantalones cortos y salir como si fuera verano. El problema con esto es que no es verano, es sólo que ese día el verano es más fuerte que el invierno. Las energías frías del invierno en realidad acechan por debajo de la superficie. Esto nos vuelve más propensos a los dolores de garganta, resfríos y otros desequilibrios evitables que pueden ocurrir durante esta batalla entre verano e invierno.
Para cualquier campo de batalla debemos colocarnos la armadura apropiada y tener los elementos apropiados. Primero y principal: vestirse apropiadamente. Incluso en los cálidos días del otoño, debemos dejar los pantalones cortos en el clóset. Podemos usar pantalones livianos y camisas de manga larga. Al mismo tiempo, tenemos que tener a mano una campera liviana y nuestra arma secreta: una bufanda. Se dice que el cuello es el punto de entrada de los patógenos, así que mejor proteger nuestro cuello con una bufanda o una capucha cuando salgamos, incluso si es un día de otoño más cálido de lo normal.
Los pulmones son el órgano del otoño. Es un órgano muy particular porque el proceso de respiración lo conecta directamente con el exterior. El otoño también es la estación de lo seco, lo cual puede afectar a los pulmones. Debido a esto, debemos ser muy cuidadosos cuando salimos y respiramos el aire otoñal.
2. Consume alimentos de temporada
Al igual que una cosecha de otoño, nuestro cuerpo necesita recoger nutrientes para mantenerse fuerte durante el frío del invierno. Los alimentos que comemos en otoño también deberían darnos fuerza para ahuyentar a los patógenos externos. El método más fácil es comer alimentos de temporada. Las calabazas son excelentes alimentos para el otoño.
3. Alimentos de energía caliente
En otoño queremos comer alimentos de energía más caliente. Por “energía” nos referimos a las propiedades de los alimentos. Por ejemplo: jengibre, ajo y canela son alimentos de energía caliente y dan calor al cuerpo. Estos son muy buenos para agregar a los platos en otoño. Los vegetales de raíz, como las zanahorias y los rábanos, y las carnes cálidas –como la carne vacuna y de cordero– también son muy buenos para el otoño. Estos alimentos deberían cocinarse y consumirse calientes.
4. Peras para la tos
La pera al vapor también es buena para el otoño. Se quita el centro de la pera y se le vierte miel adentro. Luego se cocina al vapor. Se puede comer la pera y beber el agua utilizada para cocinarla. Ya que el otoño es una estación seca, esto es bueno para aliviar la garganta o fortalecer los pulmones.
Al seguir estos simples consejos podremos disfrutar más el otoño e incluso evitar la típica tos y dolor de garganta. Al mismo tiempo, nuestros cuerpos estarán listos para soportar el frío del invierno.
Este artículo no ha sido revisado por Shen Yun Performing Arts. Estas opiniones se presentan como información de interés general, no como indicación médica.
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