Fuente: El Observador Online
La Directora de una importante escuela de la ciudad de Mar del Plata, dependiente de la Universidad local, fue denunciada por la presunta comisión de varios delitos en perjuicio de una alumna, entre ellos Falsificación de Instrumento Público, Estafa Procesal y hasta Suposición del Estado civil y la Identidad, este último encuadrado en el artículo 138 del Código Penal argentino.
Se trata del famoso colegio nacional Arturo Humberto Illia, que depende de la Universidad Nacional de Mar del Plata, y cuya autoridad máxima es Analía Laxalde, desde el 1 de diciembre de 2021 y por el lapso de 4 años. La mujer es una reconocida militante de La Cámpora (una agrupación militante socialista que se pronuncia abiertamente en contra del actual gobierno), de la que este medio ya se ocupó.
También fue denunciada, el 24 de octubre último, la psicóloga de la institución, Verónica Roose, por los posibles delitos de Falsa Denuncia y Coacción. En ambos casos, la denunciante es la madre de la joven, patrocinada por el abogado Julio Razona, quien solicita que ambas presentaciones tramiten juntas.
Los hechos
Luego de presenciar una clase de Educación Sexual Integral (ESI), la adolescente, entonces de 15 años, “manifestó que estaba en duda en cuanto a su género, de lo que tomaron conocimiento las autoridades del Colegio Illia, siendo “guiada” por la Psicóloga Verónica Roose”, dice la denunciante.
Sin embargo, “luego de un período de reflexión, resolvió que no deseaba cambiar de género y que se sentía muy bien siendo mujer. Tan es así que actualmente está de novia con un joven de su edad”, continúa la madre.
En Argentina, la Ley de Identidad de Género 26.743 sancionada en 2012, afirma que “toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género entendida como la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo” (artículos 1 y 2 de dicha Ley).
Pero ello no habilita a que se pueda hacer cualquier cosa, y mucho menos cuando se trata de una menor, como en este caso.
En palabras del reconocido abogado Julio Razona, la norma “establece el derecho a ser reconocido conforme a la identidad de género auto percibida y a la rectificación del nombre de pila y sexo en los documentos oficiales, pero una vez rectificado el nombre en el Registro de las Personas o bien con una autorización expresa de los progenitores”.
En otros términos, para que una persona pase a tener un nombre distinto con el que fue inscripto, es necesario que se modifique su DNI y su inscripción en el Registro Nacional de las Personas.
Sin embargo, según la denuncia, el colegio procedió a modificar su nombre en forma unilateral, sin esperar la autorización de la madre o la intervención de un juez.
“Para el caso de mi hija, se ha llevado a cabo una inscripción en los registros internos del Colegio Illia con un nombre de pila diferente y modificado su género como masculino, sin mi conocimiento y por ende sin mi autorización expresa”, afirma la mujer.
De hecho, la madre se enteró por el boletín de calificaciones.
“Al arrepentirse de haber manifestado que quería cambiar de género, concurrí en varias oportunidades al Colegio Illia a gestionar que se rectifiquen los documentos oficiales de la institución educativa mencionada, pese a que nunca se modificó el mismo en el Registro de las Personas y por ende en su DNI”, añade.
Es por ello que se denuncia a la Directora de la institución, Analía Laxalde, de ser “la autora penalmente responsable del delito de falsificación de documento público al inscribir a la niña con un nombre distinto al registrado en su documento oficial, sin cumplir con el procedimiento establecido en la ley, lo que tipifica el delito de falsificación y uso indebido de documento público, atento que esos actos se han llevado a cabo sin que haya mediado una decisión administrativa o judicial que autorice el cambio, conforme lo ordena la ley de Identidad de Género y los ha utilizado para distinto trámites”.
La joven, al momento que manifestó sus dudas respecto a su género, concurrió a un tratamiento particular. Y el diagnóstico de la profesional fue que presentaba “síndrome conductual con dificultades en la socialización y la comunicación”.
Y afirma tajante: “Ambivalencia afectiva propia de la edad que transita”, concluyendo que además presenta un “duelo por la muerte de su padre”, que había fallecido poco tiempo antes tras una larga enfermedad.
Sin embargo, el colegio insistía en llamarla por el nombre masculino, por lo que la Directora también es denunciada por posible fraude procesal en grado de tentativa.
“Pese a esta decisión personal de mi hija, ratificada por mi personalmente, la institución informó falsamente que mi hija era un masculino, información falsa, ya que jamás se modificó formalmente su nombre de pila, ni se asentó modificación alguna en el Registro de las Personas”, afirma la madre.
Y según la denunciante, también dicha acción conllevaría la posibilidad de inducir a error al Juzgado de Familia por aquella confusión de identidades.
Al arrepentirse la adolescente de haber manifestado ante las autoridades del Illia que deseaba cambiar de género, cuenta la madre que concurrió “en varias oportunidades al Colegio, a gestionar que se rectifiquen los documentos oficiales de la institución educativa mencionada, como su “Boletín de Calificaciones”, ya que en el mismo seguía figurando el de varón.
Inclusive, la mujer llegó a presentar diversas actas en la institución para “que se considere su cuadro psicológico particular, su vulnerabilidad y fragilidad emocional, para que no la intimen a tomar una decisión sobre su sexualidad, para luego solicitar, que atento la decisión firme de no querer modificar su género, se considere su decisión y se la respete”.
Es que el colegio no sólo no atendía los pedidos de la madre y su hija, sino que además se la invitaba a la joven, a través de la Psicóloga denunciada, a modificar su género en su DNI.
“En una oportunidad se acercó a la institución una persona identificada como “Alejandra” la que se ofreció al modificar su identidad en el mismo colegio, lo que nuevamente fue rechazado por la chica”, cuenta la madre.
Pero la escuela fue más allá.
La mencionada Psicóloga Educativa Verónica Roose presentó una denuncia en septiembre de 2023 contra la madre en la Comisaría de la Mujer de Mar del Plata por la supuesta comisión del delito de “Violencia Psicologica” , por lo que se formo la IPP nro. 32.865/23 que tramita por ante la UFI nro. 5 Departamental.
Cabe destacar que la misma fue desestimada el 17 de octubre de 2023, por lo que ahora el dr. Julio Razona está solicitando que sea dictaminado como “inexistencia de delito”.
En aquella presentación, la profesional insiste en llamar a la joven por su presunto nombre masculino, utiliza lenguaje inclusivo, y se refiere a la chica como “un niño trans que nació como femenina”.
“La insistencia en que mi hija sea una persona TRANS ha llevado a la Psicóloga denunciada a tergiversar hechos, denunciarme falsamente en sede penal y a coaccionar a una adolescente en estado de vulnerabilidad para convencerla que debería convertirse en hombre, modificar su DNI y acceder posteriormente a tratamientos quirúrgicos y hormonales para modificar su cuerpo y lograr una apariencia masculina”, denuncia la madre
Posteriormente, el 29 de diciembre del mismo año se inició un juicio de GUARDA, “supuestamente para proteger a la joven”, a instancias de las autoridades del Colegio Illia, de trámite por ante el Juzgado de Familia nro 7 Departamental.
Pero hay más.
Pocos días antes de aquella presentación, el 21 de diciembre de 2023, toma intervención, a pedido del colegio, la Asesoría de Incapaces 3 de Mar del Plata, a través del Defensor Oficial Subrogante Juan Ignacio Fuscaldo.
En dicho pedido, realizado con un mail, el Illia “informa la situación del joven (SIC) a parir de episodio de violencia psicológica reiterados ejercidos por su progenitora”. Y añade que “del informe surge que a la fecha continúan la vulneración de sus derechos, especialmente su derecho humano a la identidad”, por lo que recomienda una “urgente intervención judicial”.
Como se aprecia, y a pesar de haber transcurrido tres meses desde que la madre comenzara a pedir que no la llamen más por su apodo masculino, se insistía con la situación, pese a la decisión ya tomada de la chica. Una conversación por whatssapp a la que este medio accedió da cuenta de ello.
El 26 de febrero de 2024, a las 12:24 del mediodía, la chica le escribe a la Psicóloga que el 28 de ese mes “vamos a ir con mi mamá por la inscripción”, y pide expresamente: “Quiero cambiar mi nombre en los papeles y que no me llamen más…” (da su apodo masculino). Y remata con un “No sé cómo pedirlo ya”, dejando claro que el colegio “hacía oídos sordos” tanto a sus pedidos como a los de su madre.
Recién un día después de aquella conversación, se logró que la institución modificara las constancias como alumna regular con su nombre verdadero. Pese a ello, en todas las redes sociales y documentación relacionada con las actividades de la institución seguían denominándola con el nombre masculino.
El 22 de marzo de este año, se presentó un informe en el Juzgado de Familia 7 donde tramita la causa por “Guarda” por parte del Perito Psicólogo Damián Laborde y la Perito Psiquiatra María Lourdes Cardini, donde afirman que la chica “pide ser llamada por su nombre femenino”.
Luego de entrevistar a la joven y a su madre, los profesionales concluyen que “en los adolescentes la identidad no constituye un hecho solidificado”, que son “permeables a reconfiguraciones”, otorgándole a la muerte de su padre un lugar muy importante, ya que la chica aún no superó el duelo.
Y recomienda continuar con el tratamiento terapéutico.
Pero la denuncia de la madre contra la Directora del colegio es más amplia. También solicita que se investigue una posible Violación a la Ley de Derechos del Paciente (26.529).
“En esta situación absolutamente irregular”, sostiene la madre, “atento a que mi hija era atendida por su Psicólogo particular fue llevada varias veces a conversar con la Psicóloga Roose, quien fue pidiéndole información particular sobre su estado de salud emocional, así como le exigió individualice a su terapeuta particular, logrando su cometido”.
“Esta actitud de intromisión sin autorización familiar alguna tipifica la flagrante violación a la Ley de Derechos del Paciente, por lo que deberá darse intervención, en el momento procesal oportuno, al Colegio de Psicólogos competente para investigar esta violación a las normas de Ética Profesional”, señala la denunciante.
Y concluye: “Mi hija ha sido victima de un abuso de autoridad, por parte de la Directora del Colegio Analía Laxalde referido que ha permitido semejante atropello al Derecho Humano a la privacidad y confidencialidad de un niño”.
La mencionada norma establece de manera clara el derecho a la confidencialidad y el deber de mantener el secreto profesional en todos los asuntos relacionados con la salud del paciente.
Como ya se dijo, la denunciada Analía Laxalde no oculta su militancia política, concretamente dentro del kirchnerismo. Y más específicamente en “La Cámpora”, de la mano de la ex candidata a intendente Fernanda Raverta. Además de presidir el Illia, está a cargo del Instituto Superior de Formación Docente 19 de la ciudad, que fuera señalado por ejercer adoctrinamiento político.
El 1 de marzo de 2022 publicó en sus redes sociales, junto a una foto de la ex Presidente Cristina Kirchner bailando, con lenguaje inclusivo: “A no olvidar querides cuándo volvieron los feriados de carnaval”.
Y pocos días después, el 9 de abril del mismo año, se la ve en una foto junto a los nombrados Raverta y Obeid, la afirmación “Del lado peronista de la vida. Amor, compromiso y militancia siempre”.