Fuente: La Gaceta de la Iberosfera
A Trump le han llovido las denuncias penales y ha sufrido —que se sepa— dos intentos de asesinato porque la maquinaria demócrata y sus poderosos aliados están decididos a que no vuelva a la Casa Blanca. Y Estados Unidos tiene un sistema —sistemas, mejor: uno por estado—- electoral que está pidiendo a gritos que lo manipulen.
Por eso, a medida que se acerca el día de las elecciones, los tribunales han venido tomando una serie de decisiones que afectan a cómo se contarán los votos.
Virginia, un estado clave, solicitó la intervención de la Corte Suprema —sólo ocho días antes de la votación— después de que dos tribunales inferiores bloquearan su intento de purgar a los no ciudadanos de sus padrones electorales. El Departamento de Justicia (DOJ) había demandado al estado y había obtenido una orden judicial por su supuesta violación de la prohibición de la Ley Nacional de Registro de Votantes sobre los intentos sistemáticos de limpiar los padrones electorales 90 días antes de una elección. La Corte Suprema ha fallado a favor de la eliminación de los no ciudadanos.
El Departamento de Justicia presentó una demanda similar en Alabama, que dio lugar a una orden judicial independiente. La misma ley fue parte de la impugnación del Comité Nacional Republicano (RNC) a la supuesta falta de mantenimiento de los padrones electorales por parte de Michigan, pero un juez federal desestimó la demanda del partido el 22 de octubre.
Las papeletas de voto por correo han sido un tema polémico, especialmente después de su uso generalizado durante las elecciones presidenciales de 2020, cuando surgieron dudas sobre su fiabilidad. Según se informó, el 28 de octubre se quemaron dos urnas en Washington y Oregón.
En las semanas previas a las elecciones, el Tribunal Supremo de Nevada y el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Quinto Circuito emitieron dos fallos sobre el voto por correo . El primero determinó que los votos que llegaran tarde podrían contarse hasta tres días después de las elecciones, mientras que el otro, el 25 de octubre, determinó que la Constitución exige que los votos se cuenten el día de las elecciones.
El RNC, que buscó límites más estrictos al recuento en Mississippi y Nevada, dijo recientemente en declaraciones a The Epoch Times que gestionaba más de 130 demandas en 26 estados en este ciclo electoral.
El partido también solicitó a la Corte Suprema de Estados Unidos que detenga un fallo de Pensilvania, que votó 5-4 para permitir las papeletas provisionales de personas que emitieron su voto por correo de manera indebida.
Elon Musk, que apoya al expresidente Donald Trump, fue criticado en Filadelfia, donde el fiscal de distrito de la ciudad presentó una demanda para detener lo que describió como una «lotería ilegal» promovida por el multimillonario. El PAC de Musk, América, está regalando un millón de dólares cada día a una persona que haya firmado una petición en apoyo de la Constitución.
Se han presentado otras demandas por políticas relacionadas con la certificación de resultados, los votantes en el extranjero, el voto de delincuentes convictos, el voto por correo y los padrones electorales. Georgia, otro estado potencialmente clave, intentó implementar siete nuevas reglas antes de las elecciones, pero un juez de un tribunal superior anuló cada una de ellas a principios de este mes.
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