Leandro Fleischer – Voz.us

Un extenso y detallado informe realizado por la periodista Abigail Shrier para The Free Press reveló cómo la extrema izquierda está asaltando las escuelas de Estados Unidos para adoctrinar a los niños y adolescentes en el antisemitismo -disfrazado de antisionismo– con el objetivo de avanzar con su oscura agenda. Y esta incitación al odio la hace, principalmente, a través de una materia llamada estudios étnicos, que ya se enseña en más de 12 estados.

Si bien esta corriente ideológica también suele usar otros asuntos para atacar al capitalismo y la civilización occidental, como el ecologismo, el racismo o la ideología de género, actualmente están centrando su narrativa en la llamada causa palestina, con el fin de adoctrinar a los jóvenes en su lucha contra el colonialismo, el imperialismo, la opresión y todo tipo de hombres de paja que suelen crear como enemigo.

Por lo tanto, tal como muestra el reporte, están armando una estrategia para incitar al odio contra los judíos en las escuelas donde se forman los jóvenes.

La materia estudios étnicos 

Los alumnos que toman las clases de estudios étnicos deberían estar aprendiendo, supuestamente, la historia y la cultura de los asiáticos, los afroamericanos y de los habitantes de algunas islas del Pacífico. Al menos eso es lo que indican las normas. Sin embargo, los maestros suelen usar estas clases para dividir a las sociedades entre oprimidos y opresores y para demonizar a Israel.

Cómo adoctrinar en el odio sin ser despedidos

The Free Press indicó que en agosto pasado, el United Teachers Los Angeles, el segundo sindicato de docentes más grande de Estados Unidos, se reunió para discutir, entre otros asuntos, cómo adoctrinar a los alumnos para demonizar a Israel sin ser despedidos.

En esa reunión, un profesor de historia llamado Ron Gochez, quien se encontraba sentado frente a una mesa que estaba parcialmente cubierta por un kufiya –un pañuelo tradicional árabe que muchos activistas pro-Hamás utilizan para identificarse con la causa palestina– fue uno de los que brindó una exposición al respecto.

Gochez explicó, entre otras cosas, cómo llevar a los estudiantes a una protesta antiisraelí sin despertar sospechas. Y llamó a los maestros a organizarse porque “tenemos que saber que los sionistas y otros intentarán atraparnos de cualquier manera que puedan para meternos en problemas”.

Asimismo, el maestro antisemita instó a los docentes a ser precavidos, ya que puede haber docentes, miembros de la administración de una escuela o estudiantes que pueden delatarlos. 

Wiliam Shattuc, un maestro que se encontraba en la reunión, manifestó su apoyo a los dichos de Gochez, y afirmó que “una buena educación en historia es una educación política”. Asimismo, instó a los presentes a estar atentos a las “herramientas de censura” que según él usa el “movimiento por el sionismo”, que de acuerdo con las expresiones de este maestro y otros, consiste en acusar de antisemitismo a los maestros que demonizan a Israel.  

Una maestra de estudios étnicos llamada Guadalupe Carrasco Cardona, que recientemente fue galardonada con un premio de la Fundación de la Asociación Nacional de Educación por su excelencia en la enseñanza, sostuvo que intentar calificar el adoctrinamiento en el odio a Israel de antisemitismo es “ridículo”. 

Carrasco Cardona también dijo que la materia que imparte es incompatible con el apoyo a Israel. Y añadió que el hecho de apoyar al Estado judío en su guerra contra los países y organizaciones terroristas que quieren exterminarlo, implica respaldar al “genocidio”.

La importante colaboración de organizaciones radicales de izquierda con las escuelas

The Free Press indicó que la mencionada reunión no es solo un evento excepcional, y subrayó que existe una serie de organizaciones radicales de izquierda que suministran materiales a los docentes para adoctrinar a los niños y adolescentes en el odio a Israel.

Entre las agrupaciones radicales que colaboran con los maestros, se encuentran el Arab Resource and Organizing Center (AROC), la Middle East Children’s Alliance (MECA), Teaching While Muslim, Jewish Voice for Peace, Unión del Barrio y el Zinn Education Project.

Los materiales otorgados por estas organizaciones pueden encontrarse en diversas clases, y no solo en las de estudios étnicos. Además, se propaga en los planes de estudio en línea, que están protegidos por contraseñas, eludiendo la supervisión parental. 

El preocupante aumento del antisemitismo en las escuelas

Los estudiantes judíos, al estar desprotegidos, deben defenderse a sí mismos 

Ella, una alumna de último año de la escuela secundaria de Sunnyvale, California, comentó que tras la masacre del 7 de Octubre, en su colegio se incrementó significativamente la demonización de Israel, razón por la cual decidió pegar carteles con las imágenes de los rehenes que habían sido secuestrados por el grupo terrorista Hamás. Sin embargo, estos carteles fueron arrancados minutos después de haberlos colocado.

Asimismo, señaló que los maestros solían comentar que los “sionistas” estaban cometiendo un “genocidio” en la Franja de Gaza. Y no solo en clase, sino también en las redes sociales. 

Este adoctrinamiento ha influido en muchos alumnos, ya que en 2024 se produjo un significativo aumento en los incidentes antisemitas contra alumnos judíos, en los que sus compañeros los calificaban de “genocidas” o “asesinos de bebés”, ergo utilizaban las mismas acusaciones que sus maestros hacían contra el Estado de Israel.

Ella, quien fue uno de los que sufrió acoso en la escuela y en las redes sociales, presentó un informe sobre el asunto en el colegio a principios de 2024, pero el director de la institución, el superintendente adjunto y el asesor legal del distrito escolar decidieron no avanzar con la investigación sobre el tema.

Ella y una amiga judía también sufrieron discriminación por parte de las autoridades, luego de que en un concurso de talentos vocales, en el que varios alumnos cantaron canciones en celebración a su herencia étnica, las jóvenes fueran apartadas por cantar en hebreo en honor a sus familias en Israel, debido a que el personal y algunos estudiantes se habían molestado.

The Free Press mencionó otros graves casos de antisemitismo denunciados en algunas escuelas de California. 

Una joven estadounidense-israelí entró en su clase de francés en una escuela de Cupertino y encontró que muchos de los otros estudiantes y el maestro llevaban una bandera palestina o una kufiya con motivo del Día pro-Palestina del movimiento Middle Eastern Club.

En otro incidente, el primer día de clases tras la masacre del 7 de Octubre, una niña estadounidense-israelí pidió al maestro de historia mundial permiso para ir al baño para poder calmarse. Sin embargo, el docente, que había decorado el aula con mapas del Medio Oriente en los que no aparecía Israel, dijo que iba a otorgarle el permiso si antes leía en voz alta un pasaje que él había seleccionado sobre que, en el pasado, “los palestinos y los judíos se habían llevado bien”. La niña accedió a hacerlo.

Al día siguiente, según la denuncia, dos compañeras que llevaban hiyabs –un velo islámico usado por mujeres musulmanas la acosaron y le dijeron que “los judíos son terroristas” y que su familia “vive en tierras robadas”. Días después, algunos compañeros la persiguieron al grito de “Queremos que te mueras” y comenzaron a referirse a ella como “judía” en tono despectivo. 

De acuerdo con la denuncia, los padres se reunieron con el personal de la escuela en reiteradas oportunidades, pero no se hizo nada para garantizar la seguridad o mejorar la situación de la niña. 

En una escuela de Brooklyn, algunos maestros de tercer grado hicieron cantar a alumnos una canción llamada ‘Las ruedas del tanque’ -con la melodía de la famosa canción infantil ‘Las ruedas del autobús’-, en cuya letra se instaba a odiar a Israel y reclamar por una “Palestina libre”. 

Cabe agregar que los alumnos leían la letra de la canción en un libro con ilustraciones de niños palestinos arrojando piedras a tanques israelíes.

En Portland, los planes de lecciones de preescolar incluían la historia de Handala, un personaje de caricatura palestino ficticio que simboliza la resistencia. En el cuento, el niño señala que tuvo que huir de su hogar debido a que “un grupo de matones llamados sionistas querían nuestra tierra, así que la robaron por la fuerza y lastimaron a muchas personas”.

Y la lista de casos similares, en los que los maestros incitan a los niños al odio y varios alumnos acosan a sus compañeros judíos tras ser adoctrinados por sus docentes, sigue. Y, lamentablemente, también se repite el hecho de que las autoridades, por ineptitud, falta de interés o incluso con intención, no toman ninguna medida para contrarrestar los actos de odio.

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