Mamela Fiallo Flor – gatewayhispanic.com
La sexualización que ha producido el reggaetón en la sociedad ha causado escándalo desde su surgimiento. Pero ahora ha llegado a un punto que escandaliza hasta a los rockeros más rebeldes. Pues se meten de forma frontal con menores de edad. Así sucedió luego que la colombiana Karol G sacó la canción +57, el código numérico de Colombia.
Por su nivel de alcance e influencia tiene una enorme responsabilidad. Karol G fue Cinco veces ganadora en los premios Grammy Latinos. Alias La Bichota es considerada la mayor voz femenina del reguetón del momento.
Pese a que la letra es explícita, Karol G dijo en su defensa que «se sacó de contexto». De igual manera pidió perdón en redes sociales. «Me hago responsable y me doy cuenta de que todavía tengo mucho por aprender», dijo. «Me siento muy afectada y me disculpo de corazón», dijo la cantante.
De la mano con Shakira, fueron elevadas como íconos del feminismo. La revolución sexual de la segunda ola del feminismo se va encarnado en sus letras y la sexualización de menores de la tercera ola en su último sencillo +57.
Sin embargo, la canción ha demostrado que el “progresismo” aún enfrenta la resistencia de una sociedad con valores más tradicionales. Incluso voces feministas se levantaron en contra, también de Gustavo Petro por su tibieza.
Sumado a las multitudes que arremetieron en su contra, se manifestó el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. . La directora del ICBF, Astrid Cáceres, lamentó: «No hay mercado que justifique esta letra».
Nada menos que Rolling Stone llamó “desastre” a la canción. “Los talentos más grandes del reggaetón colombiano se unen en una canción que decepciona, hace apología a la sexualización de menores y prende alertas”, lamenta.
Destaca cómo los cantantes Maluma y Feid dicen : “Una mamacita desde los fourteen/Entra a la disco y se le siente el ki/Mami, estos shots yo me los doy por ti”
En lugar de sumarse al repudio, el “progresista” y abiertamente socialista presidente Gustavo Petro alienta el “debate cultural”. Pasa por alto un favor clave: el consentimiento. Además que los afectados, los menores de edad, no están debatiendo. Están siendo objetivizados y el estupro romantizado.
Como mandatario de la nación tampoco toma en consideración que al llamarse “+57” la canción está publicitando a Colombia… y de qué manera.
Es más, una de las primeras imágenes que se ve al aterrizar en un aeropuerto de Colombia es la lucha activa contra el tráfico sexual de menores, un flagelo que azota al país. Tanto que la pelicula taquillera de Eduardo Verástegui, Sound of Freedom, se sitúa mayormente en Colombia. Basada en una historia de la vida real.
De hecho, DW sacó un reportaje donde revela que la ONG Valientes contabilizó a 329 víctimas de explotación sexual siendo aún menores. Asimismo, detallaron que 10 extranjeros fueron detenidos por ello en los primeros cuatro meses del 2024. Todo esto solo en Antioquia, de donde son oriundos Karol G y Maluma. Y donde desde hace décadas la cultura del narco se ha visto representado en su música y la decadencia moral y cultural.
En el mismo reportaje la investigadora de la Universidad Pontificia Bolivariana, Jazmín Santa, explica que en Colombia la edad de consentimiento es de 14 años. Sin embargo, que no se debe recibir un pago a cambio.
Sin embargo, una simple búsqueda en Internet muestra que la edad de consentimiento aumentó a 16. y que el acceso carnal abusivo con un menor de 16 años se castiga con una pena de 12 a 20 años de prisión.
De manera que la letra de la canción de Karol G promueve un delito. Como tal, es parte de la incultura promotora de la delincuencia.