Por Alejandro Baños – voz.us
La mejor liga de fútbol del mundo se ha encontrado con una oposición que no se esperaba con su última polémica iniciativa. Dos jugadores de la Premier League no quisieron dar la visibilidad a Rainbow Laces -una campaña mediática de la Agenda 2030- que la competición impuso a los equipos para la última jornada.
Concretamente, los capitanes del Ipswich Town y del Crystal Palace, Sam Morsy y Marc Guehi, fueron los que llevaron la contraria por motivos religiosos a una iniciativa que, según la Premier League, sirve para “luchar contra la discriminación y a promover la igualdad, la diversidad y la inclusión en todos los ámbitos del fútbol”.
En la última jornada, los capitanes de los 20 equipos que conforman la competición estuvieron obligados a portar los colores LGBT en la cinta de capitán. Pero Morsy se negó.
El capitán del Ipswich Town, nacido en Wolverhampton (Reino Unido) pero de nacionalidad egipcia, se negó a portar el arcoíris en su cinta por motivaciones religiosas -es musulmán practicante-. Su equipo emitió un comunicado informando de que respetaba su decisión sin compartirla.
“El Ipswich Town Football Club se compromete a ser un club totalmente inclusivo que dé la bienvenida a todos. Apoyamos con orgullo la campaña Rainbow Laces de la Premier League y apoyamos a la comunidad LGBTQ+ en la promoción de la igualdad y la aceptación”, dijo el equipo en un comunicado recogido por el periódico español Marca.
Posible sanción por “amar a Jesús”
Diferente fue el caso de Guehi. El capitán del Crystal Palace sí lució los colores LGBT en su cinta. Sin embargo, escribió a mano “yo amo a Jesús” sobre las franjas multicolores, reivindicando su fe y anteponiéndola a cualquier causa social.
Simplemente por mostrar su fe públicamente podría sufrir una sanción, ya que la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA) prohíbe que los jugadores expongan “lemas, declaraciones o imágenes políticas, religiosas o personales”.
La pasada temporada, cuando ya se llevó a cabo esta misma campaña, Anel Ahmedhodzic, capitán del Sheffield United, también se negó a lucir los colores LGBT en su cinta de capitán.