Por Oriana RivasPanampost

El príncipe Andrew de Reino Unido no para de darle dolores de cabeza a la familia real. Aunque las críticas se habían disipado en relación con su amistad con el fallecido pedófilo Jeffrey Epstein y la demanda por abuso a una menor, el miembro de la realiza británica —y quizás el más polémico— vuelve a aparecer en las noticias por sus vínculos con un presunto espía chino.

El nombre de esa persona se mantuvo en el anonimato hasta hace horas, cuando el Tribunal Superior desestimó el intento de mantener su identidad en secreto. Se llama Yang Tengbo y según The Telegraph, está detrás de Hampton Group International, “una empresa de lobby que tiene amplios vínculos con China”. La amistad habría comenzado en el año 2016 y evolucionó al punto de que el hijo de la fallecida reina Isabel II lo invitó a su fiesta de cumpleaños en el 2020.

Yang trabajó como funcionario público en China antes de trasladarse a York, donde obtuvo un máster en administración pública. En 2005, creó una empresa de asesoramiento estratégico “para ayudar a los jefes de empresas de Pekín a establecer contactos a nivel internacional”, añade el reporte. Es bien conocido que el Partido Comunista Chino exige a la empresas incluir una cuota de militantes entre sus trabajadores, por lo que no es descabellado que la justicia británica sospeche que Yang en realidad fuera un espía chino que se había adentrado a lo más profundo de la monarquía.

Reino Unido plagado de espionaje chino

Hay más información sobre el presunto espía chino. Participó en la organización de la primera Cumbre de Líderes Empresariales Reino Unido-China y hasta la semana pasada un tribunal de Londres confirmó una decisión tomada por las autoridades británicas en 2023 de prohibir a Yang ingresar al país. De acuerdo con un reporte de la agencia AFP, el Ministerio del Interior consideró ese año que el hombre estaba implicado “en actividades secretas y engañosas en nombre del Partido Comunista Chino y representaba una amenaza para la seguridad nacional”.

El trabajo del hombre en cuestión habría sido el de conectar a altos funcionarios del régimen de Xi Jinping con personajes importantes británicos que fueran útiles a Pekín. Es decir, el príncipe Andrew no se salva del escrutinio y menos por estas horas, donde el escándalo no es por acusaciones de violencia sexual, sino que se adentran en el terreno diplomático. Cómo resolver el problema debe ser una pregunta que posiblemente se hacen en Buckingham y en especial, el rey Carlos III, su hermano.

La reina Isabel II le retiró hace dos años los títulos militares al príncipe Andrew por el escándalo sexual derivado de un juicio en Estados Unidos contra Virginia Giuffre. El caso finalmente se resolvió porque ambas partes llegaron a un acuerdo financiero, pero la sombra del escándalo nunca dejó de perseguir al miembro de la realeza británica.

Ahora, los vínculos con el presunto espía chino empeoran el escenario y refuerzan las alertas sobre el creciente espionaje fuera del gigante asiático. En enero de 2023 una investigación de The Times reveló que “docenas” de instituciones británicas hicieron acuerdos con organismos del comunismo chino, esas asociaciones fueron consideradas de “muy alto riesgo” por el Instituto Australiano de Política Estratégica (ASPI, por sus siglas en inglés).

Envía tu comentario

Subscribe
Notify of
guest
0 Comentarios
Más antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios

Últimas