Fuente: Infovaticana
Un ritual pagano realizado durante la misa de la festividad de Nuestra Señora de Guadalupe el 12 de diciembre de 2024 en la iglesia católica St. Denis, cerca de Los Ángeles, ha generado una gran controversia entre los fieles y expertos en liturgia.
El evento, que tuvo lugar durante la misa de las 7:00 p. m., incluyó una ceremonia de fuego y danzas culturales que han suscitado un intenso debate sobre los límites entre la tradición cultural y la integridad litúrgica.
El vídeo de la misa muestra cómo esta comenzó a las 19:00 horas con el Evangelio leído a las 19:39 y la homilía desarrollada entre las 19:41 y las 19:47. Posteriormente, los vasos sagrados fueron colocados sobre el altar a las 19:49. A las 19:53 dio inicio una ceremonia de carácter pagano que incluyó un ritual de fuego que comenzó a las 20:01, seguido por el apagado ritual de la llama a las 20:07. Entre las 20:08 y las 20:10, un bailarín indígena explicó a los asistentes la ceremonia, recibiendo aplausos de la congregación antes de retirarse sin realizar la genuflexión. La misa se reanudó a las 20:28 con la distribución de la Sagrada Comunión, servida en cuencos grandes. Finalmente, una mujer vestida con ropa informal recogió todas las hostias restantes, consolidándolas en un recipiente y asumiendo un rol directivo detrás del altar.
Michael Hichborn, director del Instituto Lepanto, ha criticado duramente este episodio, calificándolo como inapropiado para el contexto litúrgico. Según Hichborn, las prácticas culturales como danzas y ceremonias de fuego son incompatibles con el espacio sagrado. Además, señala que varios aspectos de la ceremonia contienen elementos supersticiosos. Por ejemplo, el uso de una llama sagrada, que carece de significado sacramental, y los trajes utilizados en el ritual, que están ligados a creencias animistas, pero no tienen relevancia en la tradición católica. Hichborn también destaca que la celebración de la llama y la danza tienen connotaciones chamánicas que resultan problemáticas desde el punto de vista de la fe cristiana.
El experto advierte sobre las consecuencias de la tendencia adoptada tras el Concilio Vaticano II, que busca integrar elementos culturales en las ceremonias litúrgicas. Para Hichborn, este enfoque pone en riesgo la pureza de la liturgia católica, permitiendo prácticas paganas mientras se margina el catolicismo tradicional. «Parece que las prácticas culturales y paganas son ahora aceptables en las iglesias católicas, mientras que los ritos tradicionales están prohibidos», señaló. Ante este panorama, Hichborn concluye planteando una reflexión: «Si se prohíbe el catolicismo tradicional mientras se promueven prácticas culturales arraigadas en el animismo, ¿no estamos conduciendo a la Iglesia hacia el paganismo?».
Este caso ha reabierto el debate sobre la inclusión cultural en la liturgia católica y ha generado reacciones encontradas entre quienes defienden estas expresiones culturales como válidas y quienes las consideran un atentado contra la esencia del culto católico.