Fuente: La Gaceta de la Iberósfera
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro ha asegurado este jueves ser víctima de lawfare después de que la Justicia del país le denegara el permiso de viajar a Estados Unidos para asistir este 20 de enero a la investidura del presidente electo Donald Trump, una decisión que ha criticado alegando que «envía un mensaje preocupante sobre el estado de la democracia y la justicia» en el país iberoamericano.
«Esta decisión es un ejemplo más del uso continuo del lawfare contra Bolsonaro: el uso sistemático de la justicia para neutralizarlo como oponente político en los tribunales, para no enfrentarlo en las urnas. Estas acciones no tienen que ver con la justicia ni con la prevención de riesgos de fuga. Tienen que ver con el miedo: miedo a la popularidad de Bolsonaro, que lidera las encuestas para las elecciones de 2026; miedo a su amplio apoyo entre los brasileños de todas las clases sociales y regiones del país; y miedo a lo que representa», ha señalado en su cuenta de la red social X.
En un extenso comunicado, el exmandatario ha acusado a las actuales autoridades de Brasil de estar detrás de esta práctica: «El gobierno de (Luiz Ignácio) Lula (da Silva) claramente aprendió de los errores cometidos en Estados Unidos, donde el sistema de justicia fue instrumentalizado para obtener ganancias políticas: pero allí no actuó con la suficiente rapidez para destruir a su oponente político, Donald Trump, y él superó este activismo judicial». «Yo también lo superaré», ha asegurado.
El líder conservador ha manifestado así una «grave decepción» ante la negativa del juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, una medida que «menoscaba la posición de Brasil en el escenario global y envía un mensaje preocupante sobre el estado de la democracia y la justicia en nuestro país».