Después de que el coronavirus (ahora conocido como el Virus PCCh por el partido comunista, chino) estalló en la ciudad de Wuhan, China, el PCCh siguió encubriendo la verdadera situación. Por eso, el miedo y el pánico se apoderaron de la ciudad y por toda China, llegando al mundo.
Cuando la epidemia en China se intensificó, las personas caían muertas en la calle, un enfermo infectaba a toda su familia, y varios de sus miembros morían a causa del virus con pocos días de diferencia. Los enfermos no tenían lugar para irse, porque en los hospitales ya no había lugar ni para entrar. Trabajadores que transportaban cadáveres a los crematorios contaron que ellos trabajaban continuamente desde las 9 de la mañana, sin parar, hasta las 2 de la madrugada todos los días, transportando ocho cuerpos que es el máximo cargo posible en el camión en cada viaje (en comparación frecuentemente fue un solo cuerpo por viaje en el pasado).
Frente a esta grave situación, sin información verdadera, mucha gente obstinada que solía creer en la “grandeza” del partido comunista chino (PCCh) cambiaron de opinión.
Un hombre inicialmente culpó a otros por “difundir rumores” en Weibo (un popular sitio web de microblogging chino): “Si no crees en nuestra nación y en el partido, ¿en qué puedes creer?”. Pero poco después, cuando sus parientes se infectaron y no pudieron conseguir una cama de hospital, sus posteriores mensajes se llenaron de gritos de ayuda y maldiciones al PCCh.
Li Wenliang, el joven médico que fue castigado por las autoridades por dar la alarma sobre la epidemia, murió más tarde a causa de la enfermedad. Cuando muchas personas culparon al PCCh a través de las redes sociales por la muerte del médico, un estudiante universitario escribió: “Es el virus quien lo mató. Debemos mantener la calma y escuchar al partido”. Sin embargo, al volver a su universidad, el estudiante descubrió que su propio dormitorio había sido vaciado y reubicado para albergar a pacientes con coronavirus sin previo aviso.
La característica de este virus PCCh: no tiene prejuicios y sigue a los predestinados
La zona del lago Shuiguo es una de las más afectadas de Wuhan y, en muchos hogares, casi todos se habían infectado. Con el recinto del gobierno provincial de Hubei ubicado aquí, esta área alberga personas de clase adinerada y con relaciones con el Partido comunista chino, también está el centro político, económico y cultural, así como el centro de ciencia y tecnología de Hubei. Su personal médico, tecnología e instalaciones, así como el hospital Zhongnan, son superiores a las de otras regiones.
¿Cómo, entonces, puede explicarse la alta tasa de infección y mortalidad en esta área?
Los chinos desde el principio de su historia milenaria creían mucho en la reencarnación y la relación predestinada kármica, así que “bueno es pagado con bueno, y malo es pagado con malo y no es que no se paga, sino el tiempo aun no ha llegado”. Y cuando llega el tiempo, llega el juicio.
Mirando hacia atrás en la historia, las plagas tanto en los países orientales como en los occidentales a menudo llegaron repentinamente y desaparecieron igual misteriosamente. Antiguas profecías y cuentos históricos sobre las plagas en el antiguo Imperio Romano relataron que tales enfermedades a menudo tienen como objetivo a ciertas personas en determinados momentos.
Es de conocimiento común que los ancianos y los niños tienen sistemas inmunológicos más débiles y son poblaciones susceptibles. Muchos mayores o ancianos fueron infectados por el virus PCCh y fallecieron, pero según las estadísticas de Wuhan o China, y por lo que hemos visto en otros países, hay también muchas más personas de mediana edad que se han infectado o han muerto.
Otro aspecto inconsistente es cómo se propaga el virus. Se cree ampliamente que el contacto físico o la proximidad cercana facilitan la transmisión de enfermedades infecciosas, por lo que el aislamiento, junto con el equipo de protección personal (como guantes, máscaras), es crucial para la mitigación.
Pero las cosas no son tan simples. Tomemos, por ejemplo, la documentación de Evagrius Scholasticus de la Plaga de Justiniano (541-542 d. C.) en la Historia Eclesiástica:
“Algunos perecieron por el simple hecho de vivir con los infectados, otros únicamente por tocarlos, otros por haber entrado en su cámara, otros por frecuentar lugares públicos. Algunos, habiendo huido de las ciudades infectadas, escaparon por su cuenta, pero transmitieron la enfermedad a los sanos”.
“Algunos estaban totalmente libres de contagio, a pesar de que se habían asociado con muchos de los afectados, y habían tocado a muchos no solo durante su enfermedad sino también cuando murieron. Algunos, también, deseosos de morir, a causa de la pérdida total de sus hijos y amigos y con este punto de vista se pusieron todo lo posible en contacto con los enfermos, sin embargo, no se infectaron; como si la peste luchara contra su propósito”.
Cosas similares también ocurrieron en Wuhan: algunas personas no se infectaron a pesar de la exposición al virus, en tanto que otras no presentaron síntomas ni siquiera después de la infección.
Una razón kármica: El lado siniestro de la ciudad de Wuhan
Como sede del gobierno provincial de Hubei, el lago Shuiguo y la ciudad de Wuhan en general han desempeñado muchos roles siniestros que llevaron a la muerte de mucha gente inocente y buena.
Wuhan fue siempre muy activo en seguir los directivos de Beijing en las erradicaciones de grupos disidentes y religiosos. El ex dictador Jiang Zemin tuvo un especial cariño con Wuhan porque lo apoyaba en sus esfuerzos para erradicar los cristianos, disidentes, tibetanos, practicantes de Falun Gong, una vía milenaria de la Escuela Buda, etc.
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Por ejemplo la televisora de Wuhan participaba activamente en la persecución de este último grupo. Hizo un documental difamatorio de 6 horas sobre el maestro de esa disciplina milenaria budista como propaganda para dañar la reputación de Falun Gong. También produjeron muchos materiales de propaganda para incitar el odio a ese grupo, todas medidas que llevaron a la encarcelación y inclusive la muerte de, lo que se estima, podrían llegar a ser millones de personas .
Fue también el lugar donde se celebraba en 2001 una conferencia nacional para tratar sobre cómo se avanza y se intensifica la persecución religiosa. Y según informes, la sustracción de órganos a prisioneros de conciencia se lanzó fuertemente por toda China más o menos en 2001, justo después de esta conferencia nacional.
Wuhan activo en la sustracción forzada de órganos
El Tongji Hospital en Wuhan fue uno de los primeros hospitales de China en realizar trasplantes de órganos de procedencia dudosa y no declarada. En 2002 comenzaron a circular informes sobre cómo se adquieren órganos frescos para trasplantes. En Internet se anunciaban los hospitales en donde garantizaban que podían conseguir órganos en un plazo de 2 semanas. Así se desarrolló un muy próspero negocio.
Desde 2006 poco y poco comenzaron a relevarse relatos de testigos probando que la sustracción forzada de órganos, autorizada por el estado, se estaba realizando con prisioneros conciencia y especialmente creyentes de Falun Gong.
En el Hospital Tongji de Wuhan se realizaron más de 1000 trasplantes de riñón. En ese momento, su instituto de investigación de trasplantes de órganos era un centro clave bajo la comisión de salud pública. Con capacidad para trasplantar 14 órganos, era también el mayor centro de trasplantes de China en ese momento.
¿Retribución kármica?
Lin Zhengbin, subdirector del instituto de investigación de trasplantes de órganos, fue hospitalizado el 27 de enero de 2020 y falleció a causa del coronavirus el 10 de febrero. Durante esas dos semanas, ni siquiera el mejor personal médico y de soporte vital pudo salvarlo.
Lin había liderado las trasplantes de unos 1.000 trasplantes de riñón que demostró su participación en la sustracción forzada de órganos.
Uno de los primeros funcionarios de alto nivel en Wuhan que murió por el virus del PCCh es Wang Xianliang, de 62 años que falleció en el hospital central de Wuhan el 26 de enero de 2020. El fue exjefe de la oficina de asuntos religiosos y étnicos de Wuhan. Las oficinas religiosas en toda China han jugado un papel importante en la persecución a religiosos.
Wang se convirtió en el jefe de la oficina religiosa de Wuhan en 2012 y lideró muchas acciones contra grupos religiosos, especialmente contra el grupo creyentes budistas de la vía de Falun Gong. En 2014, él incluso compiló un libro para difamar a los creyentes.
Wang y otros funcionarios fueron investigados por corrupción en 2017. Como resultado, fue degradado, pero aun así trabajaba en la oficina.
Li Wenliang, uno de los 8 médicos amonestados en Wuhan el 1 de enero por crear conciencia de la epidemia, murió de esta enfermedad el 7 de febrero de 2020.
Fue celebrado como un héroe pero la verdad atrás de esta tragedia lleva a la gente en creer en el destino kármico de los humanos.
Desde que se convirtió en miembro del PCCh en su segundo año de universidad, Li siguió de cerca al partido. Mientras los residentes de Hong Kong protestaban en 2019 por el proyecto de ley de extradición, Li promocionaba la propaganda del PCCh en Internet, expresando su voluntad de apoyar al partido. También pidió a sus amigos que hicieran lo mismo. Fue un ejemplar comunista.
Al mismo tiempo, los dos periodistas de Wuhan que emitieron la verdad en YouTube, tuvieron otro tratos, diferentes de Li Wenliang, ellos directamente fueron llevados y desparecidos.
Pero el médico Li Wenliang, según informó la agencia de noticias estatal Xinhua, después de ser castigado por “difundir rumores” el 1 de enero, firmó documentos en los que aceptaba permanecer callado, obedeciendo al Partido.
La verdadera tragedia es que la única vez que Li Wenliang expresó algo desde su propio corazón, sin ser afectado por versiones del partido comunista, por preocupación porque a él le apareció que fue un virus contagioso lo que observaba en los pacientes, fue severamente reprendido. Pero pudo volver a trabajar por su trasfondo de ser un leal seguidor del PCCh, porque fue condescendiente con el Partido y no insistió en la verdad a pesar que él se había comprometido en su profesión a salvar vidas.
Li contrajo enfermedad el 8 de enero, se le diagnosticó la infección el 1 de febrero, y falleció 6 días después.
Hay infinidad de casos de funcionarios fallecidos por toda China y si se investiga su historia, nunca faltan antecedentes de comportamientos sin consciencia.
Es hora de reflexionar
A medida que la pandemia se extiende por más de 200 países y hasta ahora ha infectado a más de un millón de personas en todo el mundo, es importante que todos hagamos una reflexión. Las autoridades de un país deben estar alertas , porque su conciencia podría afectar el destino de su pueblo. En la antigua cultura china, se decía que el comportamiento del pueblo sigue al comportamiento del emperador. Y como es bueno por bueno, malo por malo, el pueblo entero será afectado por los comportamientos de sus líderes.
Como espectadores no afectados, es relativamente fácil pararse en la fila con el PCCh y culpar a otros; pero es una historia totalmente diferente cuando uno se convierte en víctima del PCCh. Y todos los países infectados son, de hecho, víctimas del PCCh y están despertándose y analizando qué es lo que han hecho equivocadamente en su relación con un país totalitario y ateo.
¿Qué hemos hecho con el más grande régimen ateo totalitario del mundo cuyo pueblo no tiene la libertad de creencia sin correr peligro de persecución, pero lo hemos dejado entrar en nuestro país como dueño y además exporta su ideología a través del soft power y corrompe a nuestras autoridades y funcionarios ofreciendo beneficios personales para vender nuestro país al PCCh?.
Hasta en esta crisis mundial que creó el PCCh está todavía beneficiándose con falsas promesas de donación, vendiendo materias de inferior calidad, aprovechando la falsa amistad atrás y el estilo occidental de apretones de mano…
Cuánto tiempo hemos permitido que esto siga pasando. ¿Cuáles beneficios hemos obtenido como país, para el pueblo? ¿Qué es realmente lo beneficioso en los “negocios” del PCCh con nosotros? Nunca hemos imaginado que con esta relación nutrida por años la consecuencia sería el coronavirus, castigando a todos los que están cerca del ateo PCCh. Parece tarde para cambiar su curso, pero dios es misericordioso, si giramos nuestro corazón, el grado de contagio podría disminuir, evitando más muertes del pueblo y también sabiendo cómo prevenirlo en el futuro.
Ningún país hasta el momento parece haberse preguntado honestamente en todos estos años mientras avanzaba el PCCh en las vidas de cada nación. Es como una trama de la obra de la humanidad en su ultima etapa: “cómo el demonio conquistó el mundo y se llevó las alma de las naciones paso a paso”.
“Solo cuando más gente siga su conciencia en lugar del PCCh ateo, nuestra sociedad humana tendrá esperanza“, escribió un ciudadano chino en las redes sociales.
Por Liwei Fu
Con información de Minghui.org.
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