Traducido de Minghui.org por TierraPura.org
Varios legisladores canadienses han expresado su grave preocupación por la relación entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Partido Comunista Chino (PCCh) en el manejo de la pandemia del coronavirus.
Según el medio de comunicación canadiense CBC, el líder conservador Andrew Scheer dijo el 15 de abril: “Tenemos serias preocupaciones sobre la exactitud de la información que sale de la OMS”.
Scheer dijo que tiene reservas sobre el seguimiento que realizó la OMS durante la pandemia, especialmente su afirmación inicial de que el virus no se propagaba entre personas y su advertencia de no cerrar las fronteras con China.
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“Hemos visto ejemplos de cómo el gobierno chino comunista, autocrático y que abusa de los derechos humanos ha tenido un efecto anormal sobre la OMS. Hay evidencias de supresión de información y de no haber sido abiertos y transparentes sobre el número de casos. Eso es muy preocupante”, dijo Scheer a CBC.
Scheer también dijo que estaba decepcionado de que Bruce Aylward, un epidemiólogo canadiense que visitó China a principios de este año y que le colgó a una reportera de Hong Kong cuando le preguntó sobre Taiwán, cancelara repentinamente su testimonio en una reunión del comité de salud de la Cámara de los Comunes el 14 de abril.
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Scheer dijo a CBC: “Estoy decepcionado de que los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud hayan declinado la invitación del comité de salud de la Cámara de los Comunes para testificar. Se han planteado muchas alarmas sobre la exactitud de los datos que proporciona la Organización Mundial de la Salud, la influencia que China tiene en la Organización Mundial de la Salud”.
Cuestionó si el gobierno debía seguir confiando en la información proporcionada por la OMS para tomar sus decisiones en la lucha contra la pandemia.
La carta abierta que llama a la pandemia como el “momento Chernobyl” de China
Scheer fue uno de los destacados conservadores en Canadá que han firmado una carta abierta publicada por el Instituto Macdonald-Laurier, en la que se condena el encubrimiento de la pandemia de coronavirus por parte del régimen comunista chino y se la denomina “el momento Chernobyl” de China.
“Las raíces de la pandemia están en el encubrimiento de las autoridades del PCCh en Wuhan”
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La carta dice: “Las raíces de la pandemia están en el encubrimiento de las autoridades del PCCh en Wuhan, provincia de Hubei. Bajo la influencia del PCCh, la Organización Mundial de la Salud primero minimizó la pandemia”.
La carta continúa diciendo: “Los funcionarios de salud de Taiwán también alegan que ignoraron sus alertas de transmisión de persona a persona a finales de diciembre. Bajo la presión del PCCh, la Taiwán democrática -que ha hecho frente a la pandemia de manera ejemplar- está excluida de la OMS”.
John Williamson, otro parlamentario canadiense que ha firmado la carta, dijo a Global News: “La dictadura del Partido Comunista Chino está construida a partir de la fuerza y la intimidación del pueblo chino y las minorías étnicas. Sus gobernantes no son fieles a las libertades individuales, a la transparencia o al estado de derecho”.
“Beijing debe rendir cuentas de sus actos, tanto en el país como en el extranjero, y no debe ser tratado como un miembro más de la comunidad internacional. Creo que los ‘negocios usuales’ de Canadá con China continental deberían terminar”.
Extensión de la OMS a la política exterior de Beijing
Haciéndose eco de las preocupaciones de los legisladores sobre la OMS y su relación con el PCCh, J. Michael Cole, principal investigador del Instituto Macdonald-Laurier, con sede en Ottawa, publicó el 14 de abril un artículo titulado “The United Nations Has A Bad Case Of Covid-19” (Las Naciones Unidas tienen un mal caso de Covid-19) en el sitio web del instituto, en el que se detalla cómo el PCCh extendió sus tentáculos a las Naciones Unidas y a muchos de sus organismos.
Su artículo decía: “Al igual que otros organismos de las Naciones Unidas, la OMS parece haberse convertido a menudo en una extensión de la política exterior de Beijing; sus altos funcionarios “se lo deben” a Beijing, que utilizó su creciente influencia entre bastidores para que su propia gente (por ejemplo, la Organización de Aviación Civil Internacional, Interpol) o representantes de otros países que cree que pueden doblegarse a su voluntad, fueran elegidos.
“En el último decenio, hemos permitido que China, uno de los más atroces violadores de los derechos humanos del mundo, con su asalto a la sociedad civil, los disidentes, la religión y la libertad de expresión, y la construcción de campos de concentración en Xinjiang, afiance su control sobre el sistema de las Naciones Unidas. A través de esa influencia, ha estado reescribiendo los mismos principios que han apuntalado al organismo mundial desde su creación tras los disturbios de la Segunda Guerra Mundial. Beijing lo ha hecho no porque crea fundamentalmente en las instituciones internacionales, sino más bien, de una manera bastante parecida a la de la URSS antes de su colapso, porque el organismo mundial les sirve como un canal para avanzar en sus propias ambiciones geopolíticas.
“Debido a la negligencia y a la falta de liderazgo de las democracias occidentales, la China autoritaria ha acumulado una influencia indebida en el Consejo de Derechos Humanos, el Consejo Económico y Social y la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde ha utilizado la “votación en bloque” entre los Estados miembros para promover su programa antidemocrático.
“Por nuestra negligencia, hemos permitido que la ONU se salga con la suya con graves violaciones y tráfico de influencias en los niveles superiores de la organización.”
Las crecientes demandas contra el Partido Comunista Chino
Si bien Canadá sigue luchando para hacer frente a la pandemia, muchos países y personas ya están adoptando nuevas medidas para que el PCCh rinda cuentas de la pandemia.
En los Estados Unidos, Larry Klayman, un destacado abogado conservador, presentó una denuncia en un tribunal federal de Texas, solicitando 20 billones de dólares a China por su “indiferencia insensible y temeraria y sus actos malintencionados”.
La Sociedad Henry Jackson del Reino Unido estimó que la pandemia de coronavirus podría causar 3,2 billones de libras de pérdidas a las naciones del G7, incluyendo 351.000 millones de libras de pérdidas a la economía del Reino Unido. Esboza 10 vías legales que las principales naciones podrían tomar para reclamar daños al gobierno del PCCh.
Adish Aggarwala, el Presidente del Consejo Internacional de Juristas, también presentó una queja ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC), acusando de negligencia a las autoridades del PCCh en el manejo de la pandemia. Reclamó a China una cantidad no especificada como reparación financiera.
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