Artículo traducido por Tierra Pura de Epoch Times (en chino)
La muerte del afroamericano George Floyd, ha provocado disturbios en todo EE. UU. El 1° de junio, el presidente de los EE. UU. Donald Trump salió repentinamente de la Casa Blanca después de un discurso y caminó directamente a la destruida Iglesia Episcopal de St. John’s, sosteniendo una Biblia, mientras prometía mantener a Estados Unidos a salvo.
En un discurso en la rosaleda de la Casa Blanca, Trump se comprometió a tomar medidas presidenciales inmediatas para movilizar los recursos federales para detener los disturbios y los saqueos con el fin de “detener la violencia y restaurar la seguridad de América”.
Para sorpresa de los medios, el Presidente Trump salió repentinamente de la Casa Blanca después de su discurso, a través de la zona devastada y vandalizada por los disturbios entre la Casa Blanca y St. John’s, y llegó hasta la Iglesia Episcopal de St. John’s, conocida como la “Iglesia Presidencial”, que fue destruida por un incendio provocado durante las violentas manifestaciones de esta semana. Los medios de comunicación presentes -que fueron tomados por sorpresa- tomaron fotos y filmaron la escena.
Con su equipo de seguridad abriendo el camino, el presidente Trump encabezó la caminata hacia la iglesia, seguido por un gran grupo de altos funcionarios de la Casa Blanca como el Secretario de Defensa Mark Esper, el Fiscal General William Barr, la Secretaria de Prensa Kayleigh McEnany, el Jefe de Gabinete de la Casa Blanca Mark Meadows e Ivanka Trump y su esposo Jared Kushner, ambos asesores superiores del presidente.
Fox News Live explicó: “Fue una escena impactante, el presidente caminaba hacia la iglesia y se dirigía allí para presentar sus respetos a la iglesia destruida”.
Al llegar a la iglesia, Trump sostenía su Biblia con ambas manos, después de lo cual la levantó con su mano derecha y se paró fuera de la iglesia diciendo: “Somos el mejor país del mundo y lo mantendremos a salvo… No pasará mucho tiempo antes de que nos recuperemos y será aún más grande que antes”.
Antes de que Trump llegara a la Iglesia de St. John’s, la policía retiró a los manifestantes de allí. El congresista republicano Marco Rubio dijo que los hombres no eran verdaderos manifestantes sino “profesionales” que deliberadamente se quedaron cerca de la iglesia para provocar a la policía.
“Sabían que la calle debía ser despejada antes del toque de queda de las 7 pm”, escribió Rubio, “pero se quedaron deliberadamente para resistir a la policía y conseguir la historia que querían, que era ‘la policía atacó a los manifestantes pacíficos'”.
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